La crisis ha pasado de puntillas por el mercado residencial, que lejos de ser en un lastre se está convirtiendo en un claro motor de la economía española, con una actividad creciente y una demanda sólida que ha llevado a cerrar el mes de junio con 48.201 compraventas.
Esta cifra es el mejor dato en los últimos 23 meses y supone un incremento interanual del 73,5%, lo que lleva al sector a cuatro meses consecutivos de crecimiento potente en comparación con el 2020. Es cierto que estas cifras tan abultadas tienen su 'trampa' y es que los datos del pasado año estaban marcados por la situación excepcional de la pandemia.
Así, tal y como lo explica María Matos, directora de Estudios de Fotocasa, y la cifra se compara con junio de 2020, "cuando todavía había estado de alarma y los notarios y registradores solo atendían casos de urgencia, por lo tanto, es normal que la evolución sea tan abultada".
El dato supone además un crecimiento mensual del 2,5% respecto mayo, es el mejor del año y se acerca vertiginosamente a la barrera de las 50.000 operaciones, siendo datos que "recuerdan a los registrados los años del boom inmobiliario de 2008", añade Matos.
En este sentido, Francisco Iñareta, portavoz de idealista, recuerda que las más de 48.000 operaciones "suponen un techo mensual solo superado en cuatro ocasiones desde 2008".
¿Por qué se venden tantas casas en plena crisis?
Pero ¿qué está pasando para que en medio de una crisis sanitaria las ventas de vivienda estén disparadas? Según los expertos son varios los factores que están empujando hacia arriba la demanda como los bajos tipos de interés, que se encuentran en mínimos históricos, el incremento del ahorro de los hogares en el último año, que en este caso está en máximos, y también el optimismo que se ha generado con el avance del proceso de vacunación.
Daniel Cuervo: "La vivienda de obra nueva previsiblemente cerrará el año con ligeras subidas de precio"
En este sentido, Daniel Cuervo, director general de Asprima, cree que la sociedad "tiene previsto que las consecuencias de esta crisis sanitaria sean muy coyunturales, por lo que en esta ocasión la decisión de compra no se ha visto afectada tal y como esperamos al inicio de la pandemia".
"Se ha demostrado que hay una demanda consolidada y por tanto no hay necesidad de vender a precios de derribo por lo que en el caso de la obra nueva contemplamos que pueda haber ligeras subidas al cierre del año", explica el directivo, que asegura que a día de hoy hay una "infraproducción de vivienda nueva".
Aumento de los visados
Tras la crisis del 2008 la actividad productiva de vivienda cayó en picado y tras unos años de recuperación el Covid hizo que se cerrara el 2020 con una caída de los visados próxima al 20%, superándose las 80.000 unidades.
Aunque el primer trimestre del año cerró también con descensos, esta situación cambió ya entre abril y junio y según las estimaciones de Cuervo 2021 terminará con cifras superiores a las del pasado año, si bien "no será hasta 2022 cuando se supere probablemente la barrera de los 100.000 visados".
"El próximo año habrá más interrogantes despejados, más confianza en el mercado, el ahorro seguirá elevado y se ha demostrado que en los momentos más difíciles las decisiones de compra siguen siendo muy contundentes por lo que mi estimación es que en 2022 estemos en cifras pre Covid", explica el director general de Asprima.
Lo saludable en un escenario de normalidad sería producir entre 120.000 y 130.000 viviendas al año
Si bien, ¿hasta qué punto es saludable para el sector que aumente la producción de obra nueva? Cuervo lo tiene claro. "Todo lo que vaya acompasado con la generación de nuevos hogares serán cifras responsables y saludables para el sector".
De este modo, el experto cree que unas 120.000-130.000 viviendas nuevas al año cuando se recupere la normalidad "serían cifras que darían satisfacción al mercado de la demanda de obra nueva".
Necesidad de mano de obra
Uno de los problemas a los que se enfrenta el sector promotor a la hora de aumentar su producción es la necesidad de la mano de obra, un problema que podría agudizarse con el boom que se espera en el sector de la rehabilitación con la inyección de los fondos europeos.
"Ahora mismo en la construcción el 60% del empleo lo genera la edificación", explica Cuervo que destaca que el sector de la construcción en su totalidad "va a tener que gestionar unos 40.000 millones de los que 6.820 millones están vinculados a la vivienda".
"No nos podemos permitir el lujo de tener los fondos y no tener medios para poderlos ejecutarlos", apunta Cuervo que estima que la cifra de empleo que sería necesaria con "la llegada de los fondos para los trabajos de rehabilitación en los próximos tres años serían 795.600 empleos que se corresponden con 198.900 empleos a tiempo completo. A esta cifra hay que sumarle el empleo que se generará por el mayor número de visados para vivienda a partir de 2022, que serían unos 36.000 empleos más el primer año".
