La crisis del coronavirus supondrá un nuevo golpe en el mercado de vivienda de obra nueva. El impacto económico tras generado por la pandemia atacará de nuevo a un área del sector inmobiliario que aún sufre los efectos de la crisis de 2008 pero que, en esta ocasión, no verá una gran repercusión en sus precios.
Es la conclusión a la que se llega en el portal inmobiliario donpiso, que apunta al número de viviendas como el factor clave en el que hay que mirar el impacto de la pandemia. Emiliano Bermúdez, subdirector general de la empresa, asegura que "esta crisis ha venido a complicarlo todo, desde el inicio de nuevas promociones hasta la venta y comercialización de las viviendas ya construidas sobre planos en las promociones que están ahora mismo en comercialización".
Todos estos problemas son meridianamente diferentes a los que se asolaban este segmento del mercado antes de la pandemia, como eran la financiación, la escasez de terreno, así como el precio del suelo para edificar.
Eso sí, se da una curiosa dicotomía: los mayores problemas para la venta no perjudicarán negativamente al volumen de éstas y apenas tendrán influencia en los precios, lo que no puede asegurar el mercado de segunda mano. La proyección de donpiso es que se mantenga el nivel de precios o descienda de manera muy ligera, entre el 1 y el 3% interanual, un porcentaje menor en comparación con el 8 y 10% que se proyecta para la segunda mano.
Las razones de este menor descenso es la limitada oferta de vivienda nueva, el escaso volumen de viviendas que actualmente se encuentran en construcción y lo que en definitiva produce: una demanda que supera a la oferta y que, por lo tanto, sostendrá los precios.
Sea como fuere, Bermúdez asegura que la crisis del coronavirus no será buena para el sector, ya que "ralentiza el desarrollo de un segmento muy necesario del mercado inmobiliario español, porque significa la entrada de nueva oferta de producto para atender a una demanda superior al medio millón de viviendas que genera el sector inmobiliario español".