Vivienda - Inmobiliario

¿El presidente de la comunidad de propietarios puede decidir una medida sin contar con los vecinos?

Vivir en una comunidad de vecinos puede comportar desde la tranquilidad más absoluta hasta el estrés más caótico. Que se dé una situación u otra depende principalmente de los vecinos con los que nos toque compartir instalaciones y paredes, pero también del presidente que gestione la comunidad.

Existe un gran abanico de perfiles de presidente: desde el experimentado que conoce al detalle todos deberes y obligaciones que implica el cargo hasta el novato que desconoce todos los procedimientos y trámites; o desde el presidente implicado que escucha las reivindicaciones y demandas de sus vecinos hasta el despreocupado que preside con desgana y apatía. De entre todos ellos, existe también un tipo de presidente que trata de ejecutar y llevar a cabo medidas sin previa consulta, que, o bien solamente benefician a unos pocos, o bien le benefician solamente a él o a ella.

En este sentido, y con el objetivo de evitar posibles abusos, desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recuerdan cuáles son (y cuáles no son) las funciones que puede desempeñar un presidente.

Funciones del presidente

"El presidente representa a la comunidad en todos los asuntos, en juicio y fuera de él. Preside las juntas y pide formalmente a los vecinos molestos que dejen de serlo. Pero no puede decidir solo, salvo en caso de urgencia (la rotura de una cañería, por ejemplo), informando a la junta inmediatamente", explica la organización.

Salvo que el cargo de administrador lo desempeñe un administrador de fincas profesional, y los estatutos o un acuerdo mayoritario así lo contemplen, el presidente será quien ejercerá las funciones de secretario y administrador. Estas funciones pasan por:

- velar por el buen régimen de la casa y apercibir a quienes lo perturben;

- ocuparse del buen estado de la finca y ejecutar los acuerdos adoptados en materia de obras, así como atender las reparaciones urgentes;

- preparar el plan de gastos anual y proponer los medios para afrontarlo;

- custodiar la documentación de la comunidad y mantenerla disponible;

- ejercer de secretario, si se le ha asignado esta tarea, como es frecuente;

- y gestionar con el presidente las convocatorias a la junta y la elaboración de las actas.

"Un buen administrador puede lograr ahorros a la comunidad, también en la gestión de grandes obras, negociación de contratos de servicios, suministros, seguros y mantenimientos, etc.", concluye OCU.

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