El euríbor a doce meses ha superado el 3% de media mensual en diciembre, lo que sitúa al indicador en máximos desde diciembre de 2008. Tras conocerse el último dato del mes, la referencia ha cerrado en el 3,018%, lo que confirma un cierre de año por encima de esa cota. La cifra también refleja la escalada vista durante el ejercicio, ya que en enero el euríbor se situó en terreno negativo, en el -0,435%.
El Banco Central Europeo (BCE) celebró su pasada reunión el 15 de diciembre, en la que anunció la última subida de tipos del año: un alza de 50 puntos básicos. El día después, el euríbor diario a doce meses rozaba el 3%, en el 2,993%. Una jornada más tarde, el indicador ya sobrepasaba un escalón más, en el 3,057%. Desde entonces, la referencia no ha vuelto a cerrar por debajo del 3%, lo que ha terminado por impulsar este jueves la media mensual a dichos niveles.
En conjunto, la institución que preside Christine Lagarde ha elevado los costes de financiación en 250 puntos básicos en seis meses (dos ajustes de 50 puntos básicos y dos de 75 puntos básicos), el endurecimiento más rápido de la historia del euro. Sin embargo, el ciclo de restricción no ha finalizado, como han advertido distintos miembros del BCE. Algunos de ellos, han adelantado una próxima subida de 50 puntos básicos e, incluso, Klaas Knot, el funcionario holandés, ha dicho que la institución se encuentra a mitad de camino en el aumento de tipos.
Todo ello augura un euríbor en ascenso. Los analistas de Bankinter ven de media el euríbor a 12 meses en el 4% en 2023. Un año más tarde, estiman que los costes hipotecarios bajen y que la referencia se sitúe en el 2,2% en 2024.
El hecho de que el BCE haya emprendido el endurecimiento más acelerado de su historia se refleja en la velocidad a la que han cambiado los costes de financiación. Hace solo un año, en diciembre de 2021, el euríbor cerraba el mes en el -0,572%. Después, salía del terreno negativo en abril de 2022, en el 0,166%, y supera ya el 3% este diciembre.
Aunque esta evolución signifique un aumento considerable en los costes de las hipotecas variables, ello todavía no se ha trasladado al mercado inmobiliario español. Los precios de la vivienda usada han continuado subiendo este 2022, un 5% interanual. Además, las compraventas han registrado un récord desde el boom inmobiliario, con 600.000 operaciones en el ejercicio.
Unas cifras que contrastan con el aumento de los costes hipotecarios. Para un préstamo variable medio de 150.000 euros con un interés de euríbor más 1%, la cuota anual se incrementa en 3.200 euros. Si ese mismo crédito es de 350.000 euros, los pagos se incrementan en 7.500 euros más al año, según datos del portal inmobiliario Fotocasa. Ese encarecimiento puede lastrar el ahorro de las familias y mermar el consumo de los hogares, en un momento en el que la economía se está ralentizando.
Por otra parte, una las consecuencias del cambio de tendencia es que los bancos están dejando de ofrecer hipotecas a tipo fijo, según la misma fuente. Las entidades quieren beneficiarse del momento actual y, bien ha retirado los contratos blindados o bien ofrecen préstamos fijos disuasorios para las familias. Eso ha provocado que, aunque se haya visto un mayor interés por la tarifa cerrada, esos contratos han bajado por la falta de oferta.