Una de las decisiones más importantes en la vida de una persona es la compra de una vivienda. En la situación actual, con la subida de la inflación, el incremento de los tipos de interés y el encarecimiento de las hipotecas dificultan el acceso para los futuros propietarios. Así, cada se exploran vías alternativas para adquirir una vivienda, como es el caso del alquiler con opción a compra para acceder a la propiedad, "una alternativa todavía poco explotada que tendrá más protagonismo en 2023", tal y como destacan los expertos de Tiko.
Los contratos de alquiler con opción a compra funcionan como un contrato de alquiler normal, pero con ciertas particularidades. En primer lugar, el inquilino debe aportar entre el 5% y el 10% del precio de la vivienda, que alquilará durante un periodo de tiempo acordado con el propietario (hasta 5 años, aunque puede prorrogarse), y que después se descontará de la compraventa, si llega a hacerse efectiva.
Durante ese tiempo, un porcentaje del pago mensual irá destinado a la compra de la vivienda. Esto permitirá al inquilino ahorrar para tener la cantidad suficiente para solicitar la hipoteca, que normalmente es el 20% del valor de la vivienda.
Cuando haya finalizado ese periodo y el inquilino disponga del dinero necesario para acceder a la hipoteca, puede ejercer su derecho de compra de la vivienda. En ese momento, el inquilino podrá descontar del precio final de la venta el porcentaje del alquiler acordado en el contrato destinado a la compra, suponiendo una gran inversión para él.
En el caso de que el contrato finalice y el inquilino todavía no haya tomado una decisión tiene la posibilidad de alargarlo, siempre y cuando el propietario de la vivienda acceda a ello. Si, por el contrario, el inquilino no desea comprar la casa, perderá el 5%-10% aportado al inicio del contrato.
Ventajas
Desde la proptech señalan algunas de las ventajas que esta modalidad supone para el inquilino/comprador de la vivienda. Y es que se trata de una alternativa para acceder a la propiedad sin tener ahorros. "Puede permitirle a una persona comenzar a acumular capital en una casa sin necesidad de una hipoteca o un gran pago inicial", apuntan desde Tiko.
Por otro lado, ayuda a ahorrar, ya que los gastos de alquiler se acumulan a su favor al descontarse del precio de venta de la vivienda. El gasto se convierte en inversión. Además, hay certeza en cuanto al precio de compra que ha sido estipulado previamente en el contrato.
Esta modalidad facilita la concesión de una hipoteca. Los expertos de la proptech explican que "ayuda a demostrar la solvencia en el momento de pedir un préstamo a un banco, ya que el inquilino está pagando la casa en la que vive".
Por último, el inquilino puede vivir durante un tiempo en la casa para comprobar si se adapta a las condiciones que busca para adquirirla finalmente.
El alquiler con opción a compra también ofrece ventajas para el propietario de la vivienda, "como una mayor seguridad en cuanto al pago del alquiler, ya que para ejercer la opción de compra es necesario cumplir con el pago de las rentas, la señal obligatoria del 5-10% del precio de venta, que hace de seguro ante los impagos o la seguridad de que el inquilino va a cuidar la casa, ya que su objetivo es comprarla", añaden los expertos de Tiko.