
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, apuesta por taxificar las VTC con la imposición de horarios y días libres (solo podrán trabajar 16 horas al día y cinco días a la semana, como el taxi) en vez de optar por impulsar la competitividad de la flota del gremio con libertad de horarios los fines de semana y la posibilidad de ofrecer precios cerrados, tal y como promueve la AMB en Barcelona o la Comunidad de Madrid, que tiene previsto modificar el reglamento del taxi en los próximos días para incluir tarifas fijas y servicios compartidos para potenciar el uso de las aplicaciones.
El borrador de la ordenanza para regular las VTC acerca al sector al sistema del trabajo del taxi que, según un informe encargado por el Ayuntamiento de Madrid, está muy lejos de ser eficiente, ya que más de la mitad del tiempo circulan sin pasajeros, y de estar digitalizado, puesto que apenas un 40% de los profesionales del gremio reconoce usar las aplicaciones como apoyo. En 2017, el 44,5% de los taxis se cogió en la calle, frente al 19% contratado en parada y el 16,3% solicitado a través de aplicación, cifra que ha subido en el año.
Así, la apuesta del taxi por captar clientes a "mano alzada" les lleva a recorrer vacíos el 55% de los kilómetros que realizan cada día, una relación que ha subido en los últimos años y que potencia la ineficiencia del sector, la contaminación y los atascos en la ciudad. No en vano, el 58% de la flota total es diésel, frente el 25% que usa motores híbridos. "En líneas generales, los indicadores de explotación muestran un incremento de los kilómetros realizados sin pasajeros lo que conlleva un aumento del consumo y, por lo tanto, mayores emisiones, redundando en una pérdida de eficiencia del servicio", apunta el estudio sobre el taxi.
En concreto, y siempre según los datos que arroja el informe elaborado por Vectio a petición del Consistorio de Carmena, un taxi recorre al día por la capital unos 208 kilómetros (km) de los cuales 113,6 km los transita vacío, el 54,6% del total. La productividad por vehículo sube ligeramente si en vez de trabajar a un turno (media de 11 horas) el taxi trabaja a dos turnos (media de 16 horas). En el segundo caso, el vehículo circula el 51,2% de los kilómetros que hace cada día (302 km) vacío. El número de km sin pasajeros ha subido ligeramente con respecto a 1996, año en el que había más taxis por cada 1.000 habitantes que en 2017 (3,8 vs 2,9), y en el que todo el parque realizaba un 33% más de carreras. Pese a la mayor actividad, la recaudación de la flota en 1996 fue de 470 millones, frente a los 780 millones de 2017, debido a que el precio por km ha subido.
El estudio de Vectio señala que en 2007, cuando todavía no existían Uber o Cabify y la crisis no se había dejado notar en España, la ocupación de los taxis era menor que la registrada actualmente. Ese año no había restricciones horarias a la actividad del gremio y, aunque circulaban más vacíos, lo cierto es que se realizaban casi el doble de carreras diarias que actualmente y la recaudación media en un día laborable rozaba los 250 euros, frente a los 190 euros de ahora. Aunque es cierto que no había competencia en aquella época, también es verdad que fue un año de bonanza económica y los suplementos eran mucho más altos.
Uso de las nuevas tecnologías
Así, en la última década el taxi se ha tenido que ajustar a la crisis económica y a la llegada de la competencia, que le está obligando a introducir poco a poco el uso de las nuevas tecnologías, aunque todavía existe cierta resistencia. En este punto, fuentes del sector aseguran que 5.000 taxistas en Madrid operan sin emisora ni aplicación, lo que implica que solo circulan buscando clientes o esperan en las paradas de taxis de las calles, aeropuertos o estaciones de tren o autobús.
Por su parte, y según los datos de Mytaxi, solo hay 7.600 taxistas suscritos a su aplicación entre Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia, donde hay unas 31.954 licencias operativas. Mytaxi defiende que la aplicación aporta el 30% de los ingresos netos mensuales de los taxistas que la usan y el número de carreras reservadas a través de la misma se sitúa en tres sobre diez, lo que aumenta su productividad. Así, asegura que la aplicación ayuda a reducir los kilómetros que circulan vacíos, ya que genera más demanda.
"El taxi no está utilizado con un criterio de eficiencia para la ciudad si no como un medio de autoempleo. La ordenación de las paradas de taxi, que se implantó en los 80, es ineficiente, ya que propicia los trayectos vacíos. En cuatro años, Carmena no se ha replanteado el servicio, que se sigue alejando de la tecnología", explican fuentes cercanas al sector del taxi.
La alcaldesa ha limitado sus iniciativas a impulsar el cambio de la flota para que sea menos contaminante, pero no se ha replanteado reordenar el servicio bajo criterios de rentabilidad y reducción de la congestión (el tráfico de Madrid cayó un 11,5% en las horas valle durante la huelga del taxi).
En este punto, el reglamento, que fija que las VTC no puedan pararse o estacionar a menos de 100 metros de una estación o un aeropuerto, obligará a los clientes que los precontraten a dar un paseo para cogerlos, también limita el número de kilómetros que pueden circular sin pasajeros en función de la etiqueta de emisiones. Así, si tiene una categoría ambiental B (diésel de menos de 12 años), solo pueden circular el 35% de los km. sin pasajeros. Para poder circular casi el mismo tiempo que los taxis vacíos (55%) deben tener una categoría de ECO.
El sector de la VTC critica que el Consistorio madrileño siga empeñado en "restringir una parte, en vez de dar más libertad a la otra".