La filial valenciana de Stadler continúa a toda máquina engordando su cartera de pedidos, aunque sea en la otra punta del globo terráqueo. La factoría ferroviaria del grupo suizo Stadler en Albuixech (Valencia) acaba de conseguir un importante pedido de locomotoras en las antípodas que además supone el primer contrato del fabricante en Nueva Zelanda.
La empresa estatal neozelandesa KiwiRail, que opera los servicios de transporte ferroviario de mercancías en Nueva Zelanda y los servicios de ferry entre las islas, ha firmado un contrato marco para la compra de 57 locomotoras diésel por un importe de 228 millones de euros.
Stadler suministrará locomotoras monocasco de última generación adaptadas y diseñadas especialmente para los requisitos y esquemas operativos específicos de KiwiRail. Las nuevas locomotoras de vía estrecha se utilizarán en operaciones ferroviarias de carga y de pasajeros, principalmente en la Isla Sur donde sustituirán a la flota actual de la compañía estatal que ronda los 47 años de media. Las nuevas máquinas diésel permitirán reducir el número de locomotoras, así como las emisiones contaminantes.
"Estamos muy orgullosos de haber firmado nuestro primer contrato para Nueva Zelanda y totalmente comprometidos con nuestra colaboración a largo plazo con KiwiRail. Más allá de la entrega de este primer proyecto, nuestra amplia cartera de productos y servicios que incluye vehículos modulares y personalizados, conceptos de tracción sostenible, soluciones digitales y así como servicios posventa expertos a medida, nos brinda la oportunidad de proporcionar mayor valor añadido a KiwiRail y a la movilidad de Nueva Zelanda", señaló Íñigo Parra, presidente de Stadler Rail Valencia.
El acuerdo contempla que las primeras unidades fabricadas en Albuixech lleguen a las antípodas a principios de 2024. El nuevo contrato supone un impulso para la división de locomotoras de Stadler en Valencia, después de haber visto garantizada su actividad durante los próximos años gracias al contrato con Renfe para renovar los trenes de alta capacidad de Cercanías. Un pedido por casi 1.000 millones de euros que además supondrá ampliar la plantilla de la factoría de trenes valenciana, que ya supera los 1.350 trabajadores. Además, Renfe le adjudicó este verano otro contrato para el suministro de 12 locomotoras de mercancía y sus repuestos por un valor total de 70,7 millones de euros.
El negocio crece un 38%
La filial española del fabricante suizo, Stadler Rail Valencia, registró el año pasado una cifra de negocio de 361,9 millones, lo que supone un incremento superior al 38%. Además, su beneficio neto quedó en 20,4 millones, 3 millones menos que en 2019. Al cierre del pasado ejercicio, la filial valenciana contaba con una cartera de pedidos por valor de 1.603 millones de euros, entre ellos 30 tranvías para Milán y 24 tranvías para Jena en Alemania.
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