Transportes y Turismo

Stadler prevé seguir a toda máquina en Valencia con otros 150 millones de euros de inversión

Instalaciones de Stadler en Albuixech (Valencia). Foto: Guillermo Lucas
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Desde que el grupo ferroviario suizo Stadler adquirió la heredera del histórico fabricante de locomotoras Macosa en Valencia en 2015, la factoría de Albuixech (Valencia) ha encarrilado un frenético acelerón que ha convertido a esta firma en uno de los mayores polos industriales de la Comunidad Valenciana, precisamente en un momento en que la gran multinacional productiva de la región, Ford, atraviesa un largo bache.

En estos años Stadler Rail Valencia ha multiplicado por más de cuatro su facturación, que de 169 millones de euros en 2018 ha pasado a superar los 825 millones de euros el año pasado. Su crecimiento ha sido incluso mayor en volumen de pedidos, que en ese mismo periodo se ha multiplicado por más de siete, desde 733,6 millones de euros hasta los casi 5.600 millones de euros al cierre de 2023.

Y eso antes de que su dueño confirmase que Valencia asumirá la fabricación del mayor pedido del conglomerado suizo: un contrato de un consorcio de seis operadores de Alemania y Austria valorado en más de 4.000 millones de euros, incluido el mantenimiento, y que puede suponer fabricar 504 trenes en la próxima década.

Un encargo en un modelo, el tren-tram Citylink, además íntegramente diseñado en la planta antes incluso de pertenecer a Stadler y que el propio presidente de Stadler Valencia, Íñigo Parra definió como "una solución de movilidad 100% valenciana y con tecnología 100% valenciana".

Para hacerlo posible el crecimiento en estos años, la filial valenciana ha invertido más de150 millones de euros desde 2019, según desveló su propio presidente, Íñigo Parra, durante la visita del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, en que se anunció la decisión de Stadler. La compañía asumió la planta de la antigua Nordex-Acciona Windpower en La Vall d'Uixó (Castellón), donde ahora ya tiene más de 100 empleos, y este año sumará un centro logístico de aprovisionamiento de componentes en Sagunto y un centro de pruebas ferroviarias en Albacete.

Pero además no ha dejado de incorporar y adaptar otros espacio en el polígono de Albuixech de su factoría, como las propias naves frente a su entrada, actualmente en obras para poder ampliar su actividad.

A pesar del tradicional hermetismo con las cifras de la filial valenciana y la secular discreción helvética, Parra también apuntó que la intención es mantener un volumen de inversión similar para hacer frente a ese nuevo contrato y otros proyectos internacionales. "Queremos seguir invirtiendo una cantidad de ese calado para los siguientes años", explicó Parra, que señaló que no sólo se destinará "a la parte productiva, también al desarrollo propio de productos, a la digitalización y a la sostenibilidad".

Una inversión que además cuenta con el acicate del plan de incentivos públicos que anunció el propio Mazón en la planta: 45 millones de euros en 10 años. Unas ayudas que han sido determinantes a la hora de que el grupo suizo de Peter Spuhler se decantase por Valencia para ensamblar este contrato antes que por arriesgarse a llevar su producción a otras de sus fábricas en Europa Central, pese a su mayor cercanía.

Llegar a 3.000 empleos

Mazón definió a la empresa ferroviaria como "una de las joyas de la corona que tenemos en esta Comunidad" y aseguró que "Stadler lo ha hecho muy bien en estos años", especialmente en la asignatura del "empleo de calidad". De hecho, recientemente la premió al ser la empresa con más alumnos en FP Dual de toda la Comunidad Valencia, precisamente con un modelo similar al que pretende implantar Volkswagen en su Battery Campus para la gigafactoría de Sagunto.

Si el crecimiento del negocio ha sido espectacular, en términos de empleo Stadler Rail Valencia tampoco se ha apeado del tren. Frente a los 800 empleados que tenía en 2018, ahora supera los 2.200 trabajadores. Y según Parra espera alcanzar 3.000 a finales de año, además de incrementar el empleo indirecto, que cifró en 6.000 puestos actualmente.

Para la filial española, el contrato con los operadores alemanes y austriacos para el Citylink supone fundamentalmente estabilidad por su largo plazo, 10 años, y su importante volumen. En un momento en que la apuesta por la movilidad sostenible y los Next Generation está impulsando la inversión ferroviaria en Europa, la planta española ha ampliado su catálogo centrado en locomotoras, por un lado, y trenes ligeros y tranvías urbanos, por otro, con el encargo de Renfe de más de 1.000 millones de euros de la versión del superventas de Stadler, el Flirt, para sus Cercanías.

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