Ni el Retiro ni El Escorial: estos son los sitios más bonitos a menos de una hora de Madrid que tienes que visitar

Madrid tiene mucho que ofrecer a sus visitantes, ya sea un plan cultural con un sinfín de opciones de teatro y musicales o un plan más de bar de barrio en buena compañía. Si sabes moverte por la gran ciudad las posibilidades de ocio no se terminan.

Sin embargo, con la llegada del verano viene el calor y las calles del centro suelen estar abarrotadas de turistas, por lo que escaparte a un lugar cercano podría ser la única opción. Si este es tu caso y vas en busca de nuevos lugares con encanto ahí va un listado de cinco pueblos a menos de una hora de Madrid a los que tienes que ir ya.

Buitrago de Lozoya

La Sierra de Madrid esconde auténticas joyas que hacen que su paisaje sea único. Y es que en el norte de la capital La Hiruela no es el único que destaca como el pueblo medieval más bonito cerca de Madrid. Si se sabe buscar bien cerca del río Lozoya se puede encontrar esta villa de Buitrago de nombre. El asentamiento de estilo medieval está rodeada por una muralla que, a un módico precio de 4 euros, puede visitarse. En caso de niños menores de diez años esta entrada es totalmente gratuita.

Este es sin duda uno de los pueblos medievales mejor conservados de la capital. De hecho, hay varios cañones y enseres de la época puestos de muestra en el museo de su muralla. Sin embargo, este no es una de las localidades que vive de su legado histórico, ya que tiene una agenda cultural repleta de actividades. Siempre hay algo que hacer, ya sea una carrera solidaria como visitar el castillo o su emblemático casco histórico o salir de ruta por las proximidades. Los amantes de la gastronomía de esta parte del país estáis de suerte porque la variedad que tienen en Buitrago es mucha. Ya quieras deleitarte con un típico chuletón de la sierra, de los llamados judiones elaborados con chorizo, morcilla y hortalizas o de otros platos típicos como el cochinillo al horno y las carnes de caza.

Chinchón

A la hora de hablar de pueblos con personalidad no se debe olvidar mencionar a Chinchón. Tan solo a 59 minutos en coche por la A-3, la localidad ha llamado desde siempre la atención por su icónica plaza de un fuerte estilo medieval. Si has decidido visitar Chinchón disfruta de un aperitivo en la plaza y disponte a pasear por las calles empedradas más cercanas para ver alguno de los lugares más famosos como la Torre del Reloj, el Teatro Lope de Vega, la Casa de las Cadenas, el Parador de Turismo que ocupa el antiguo edificio del monasterio de los Agustinos o el Castillo de los Condes de Chinchón.

Puede que este pueblo no sea uno de los más grandes, pero la cantidad de bares y restaurantes que tiene para ofrecer es digna de mención. En ellos se puede disfrutar de la típica carne de caza así como de una gran variedad de platos de cuchara.

Patones de Arriba

A casi 75 kilómetros se encuentra este pueblo tan especial que esconde un secreto muy especial para muchos. Exactamente se tarda 1 hora y 7 minutos, un poquito más de lo que se había prometido, pero merece totalmente la pena. Es un pueblo escondido a una ladera del barranco el Cerro de Oliva, como se lo conoce por la zona.

La historia de esta localidad brilla por su riqueza, ya que los vestigios que conserva de la época prerromana despiertan el interés de todos aquellos amantes de las antigüedades y las civilizaciones que nos precedieron. Un legado histórico que se completa con su belleza natural con un paseo por la presa del Pontón de la Oliva, las ruinas de la Ermita de Nuestra Señora de la Oliva o el Canal de Cabarrús.

San Martín de Valdeiglesias

Lo cierto es que puede que muchos hayan oído hablar de este lugar por sus diversas actividades, pero su legado histórico es menos conocido. Por su puesto, uno de los mayores atractivos son sus rutas, sus bonitos paisajes medievales, su zona de escalada o incluso su zona de baño en el pantano de San Juan (pero siempre con muchísimo cuidado).

Entre los lugares que hay que visitar sí o sí destaca su famoso castillo de la Coracera, uno de los mejor conservados de toda España, tiene algunas ermitas muy característica que le confieren aún más personalidad, pero lo que más llama del lugar es su bosque encantado. Un remanso de paz en el que se puede disfrutar de la naturaleza y refugiarse del calor de esta época

Aranjuez

El lado bueno de ir a la Real Villa de Aranjuez es que no es obligatorio ir en coche, ya que hay cercanías hasta esta población. Si se decide hacer con vehículo propio el trayecto llega hasta los 54 minutos por la A-4. Una vez en el lugar se destacan sus pintorescos jardines y monumentos, el vivo reflejo de todo lo que ha dejado la realeza en el lugar a lo largo de la historia.

Hay que tener en cuenta que la población es bastante extensa, por lo que si tu plan era alejarte del gentío prueba otra vez. Sin embargo, son muchas las joyas que hay en el lugar, como la Iglesia de Alpajes, el Jardín del Príncipe, el Palacio Real, el Jardín de la Isla, la Plaza de Parejas o la Iglesia de San Antonio de Padua.