Evasión

Ni Pedraza ni Chinchón: este es el pueblo medieval más bonito cerca de Madrid que es Reserva de la Biosfera de la Unesco

La iglesia de La Hiruela en la Sierra de Madrid /Foto: Sierra Norte de Madrid

Comienza la cuenta atrás para el verano y con este llegan las altas temperaturas. Después de una primavera, puede que algo pasada por agua, llega con fuerza la época más calurosa. Han sido muchos los que han buscado un remanso de paz alejado del agobio que en ocasiones puede suponer vivir en Madrid. Y es que muy cerca de la capital hay un rincón que se ha conservado en todo su esplendor, llegando a ser considerado Reserva de la Biosfera de la Unesco (2005). Se trata de La Hiruela, un pueblo de la Comunidad de Madrid que no solo destaca por su marcada arquitectura, sino también con su estrecha conexión con la naturaleza.

Esta villa en el norte de la Sierra de Madrid no tiene el camino más sencillo, pero sus paisajes y rutas en plena naturaleza lo merecen. A poco más de una hora y media de Madrid se presenta como una joya oculta, un auténtico pueblo medieval que llama por su "aislamiento" y enamora por sus calles construidas a partir de piedra, adobo y madera de roble de las dehesas cercanas.

Cómo llegar a La Hiruela

A una hora y media en coche de Madrid, su ubicación ha hecho que el asentamiento se convierta en un remanso de paz en el que dejar fuera todas las aglomeraciones y ruidos de la gran ciudad. A la entrada del pueblo hay un aparcamiento para que los vehículos no perturben la tranquilidad que impera en el lugar, pero después del zigzagueante camino no querrás coger el coche en un rato. Situado en el límite noreste de la Sierra Norte de Madrid está escondido entre montes y bosques y por este valle pasan las aguas del río Jarama.

Qué hacer en la villa y en los alrededores

Una vez que se llega a la villa se puede apreciar cómo es uno de los pueblos mejor conservados de la capital. Sus edificaciones, de carácter tradicional, se complementan a la perfección con el entorno y, aunque algunos edificios han sido restaurados, se ha conservado a la perfección las construcciones propias del pueblo. Dentro de este término municipal se encuentran su museo etnológico y su molino harinero, lo que le otorga un carácter lúdico educativo para preservar las tradiciones del lugar.

Más allá de la villa se encuentran algunos de los lugares más mágicos para los amantes de la naturaleza. Y es que uno de los mayores encantos de La Hiruela son sus sendas y rutas en las que se puede disfrutar de las cristalinas aguas del río Jamara. Estas rutas son aptas para los montañistas más inexpertos y, cuando se hacen guiadas, no tienen una duración superior a dos horas. Por su parte, el valor de esta visita guiada por los parajes de la Sierra de Madrid tiene un valor simbólico de tres euros.

Historia del pueblo

La Hiruela cuenta con una gran historia y tradición. Sus habitantes tratan de fomentar el turismo mostrando el lado más bucólico de su historia. Una buena temporada para una escapada rápida sería en el primer fin de semana de agosto, cuando tienen lugar las fiestas patronales en honor a la Virgen del Rosario.

No hay pruebas firmes sobre el origen del asentamiento, pero según la página oficial de La Hiruela este se podría remontar a la Reconquista. Debido a que se encontraba bastante lejos del resto de poblaciones, adquiero una gran autonomía y tuvo el fuero de Villazgo. Además, su cañada consiguió el rango de Real gracias a la importancia de su ganadería.

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