
El Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, conocido por sus siglas como Fasee y popularmente por ser el instrumento de rescate para las grandes compañías españolas golpeadas por la crisis del coronavirus, tiene fijado en su calendario de cobros recuperar el 11% de la financiación prestada en los dos próximos años. A esto habría que sumar el dinero amortizado por las compañías de manera anticipada, que elevará el total del dinero recuperado en aproximadamente el 28,6% hasta 2025. Así se desprende de las últimas cuentas depositadas por el instrumento del holding empresarial del Ministerio de Hacienda, que por primera vez desglosa el cronograma de pagos de las 30 compañías rescatadas con 2.680 millones de dinero público entre préstamos ordinarios y participativos.
Para los dos próximos años, los gestores del fondo de rescate se habían marcado recuperar aproximadamente 150 millones de euros por ejercicio, principalmente por dos motivos. Primero, que el plazo para conceder ayudas terminó cerrándose más tarde de lo previsto (30 de junio de 2022 frente a 31 de diciembre de 2021) tras pedir un periodo de gracia a Bruselas que permitiese desatascar todas las peticiones de ayudas realizadas.
El segundo factor fueron los términos y condiciones firmados con las compañías, con varios años de carencia que obligan únicamente a las empresas afectadas a devolver los intereses generados sobre el crédito principal. La razón es que muchas de estas compañías todavía se han visto condicionadas por los coletazos de la pandemia una vez recibida la ayuda, como prueba que todas ellas a niveles de 2021 aún sumaban pérdidas por más de 1.000 millones de euros.
Primeros grandes pagos
Hasta entonces, durante 2024 y 2025 pocas empresas se verán obligadas a realizar grandes desembolsos. Protagonizarán este episodio Duro Felguera, una de las primeras cinco compañías que recibió la ayuda tras la constitución del Fasee, que tiene marcados dos importantes vencimientos de 84 y 16 millones en 2024 y 2025, respectivamente, en el tramo de su préstamo participativo, es decir, habitualmente convertible en capital si se incurre en impago.
El fondo además aprobó la actualización del plan de viabilidad de la compañía, que viró para volverse más agresivo con la entrada de los dos accionistas mexicanos a través de una inyección de 90 millones de euros. La hoja de ruta implica dejar la deuda en 54 millones de euros, por lo que buena parte de esta inyección de capital deberá destinarse a sufragar los pagos.
Esta nueva hoja de ruta fue aprobada en abril tanto por el Consejo de Ministros como por la Sepi y posibilitará la devolución de la financiación concedida desde la generación de caja interna. Duro Felguera presentó a los mercados a mediados de marzo, cuando se comprometió a superar los 1.000 millones de contratación y ventas en cuatro años.
También figura en esta lista la filial española de Ferroglobe PLC, Ferroatlántica. La compañía metalúrgica, que desglosó los detalles de su acuerdo con el Gobierno ante el regulador bursátil de Estados Unidos, deberá desembolsar toda la ayuda recibida antes de 2026: los 17,6 millones de euros de préstamo participativo y los 16,9 de su tramo ordinario.
Todos los condicionantes mencionados han llevado al Fasee a planificar la recuperación del el grueso de las inversiones a partir de 2026. Ese año, 15 compañías, aproximadamente la mitad de las rescatadas, deben afrontar el pago de su devolución principal de su préstamo. Una de estas empresas será Técnicas Reunidas que deberá desembolsar todo su préstamo participativo (175 millones de euros).
El calendario de pagos se ha visto alterado durante estos últimos meses por varias amortizaciones anticipadas, principalmente en compañías del sector turístico que se han apoyado en la rápida recuperación del sector. Así lo hizo la hotelera Hotusa, propiedad del empresario gallego Amancio López, que anticipó el pago de 52 millones de euros; la agencia de viajes Ávoris, que desembolsó la totalidad de su ayuda (320 millones) una vez completó la compra de la participación restante que estaba en manos del grupo Globalia; o Global Exchange (Eurodivisas), con la amortización anticipada de 45 millones de euros.
Descontando estos episodios extraordinarios, la Sepi habría ingresado hasta el momento únicamente intereses derivados de los préstamos principales. Así, en 2023, según destaca en los hechos posteriores al cierre del ejercicio, ha percibido en torno a tres millones de euros de la suma de los importes de Tubos Reunidos, Eurodivisas, Hesperia, Duro Felguera, Hotusa, ABBA, Ferroatlática y Rugui Steel.
La Sepi también incluye en este apéndice un pago excepcional del Grupo Serhs de 13 miles de euros debido a la venta de un activo. El organismo público no quiso aportar más información al respecto tras ser contactado por elEconomista.es.
En su presupuesto, la Sepi advierte de una actualización a la baja respecto a las desviaciones producidas entre las ayudas previstas a entregar (10.000 millones de euros) y las concedidas (2.680 millones de euros), con motivo de que las solicitudes presentadas fueron inferiores a las esperadas y a que no todas ellas cumplían los requisitos. Hay que recordar que empresas como Room Mate, Siro o Naviera Armas exploraron sin éxito la posibilidad de acogerse a estas ayudas. Lo mismo sucedió con la hotelera Blue Sea, de Portobello, que terminó renunciando pese a recibir luz verde.
Estos motivos provocaron que en 2022 los ingresos ordinarios del fondo fuesen de 53,5 millones, frente a los 200 millones de euros previstos, algo que también sucedió con la reducción de la partida de gastos.
Deterioro de 37,5 millones
La compañía explica que todas las empresas que recibieron apoyo se encuentran al corriente de sus obligaciones y que únicamente ha tenido que realizar un deterioro de 37,47 millones (1,6% del dinero total prestado) por el principio de precaución ante la incertidumbre política "para cubrir posibles contingencias en los préstamos concedidos".
Entre los factores de incertidumbre cita la guerra entre Ucrania y Rusia. "Si bien, ni en 2021 ni en 2022, ningún beneficiario ha desatendido el pago de sus compromisos vencidos, el conflicto armado ha tenido consecuencias económicas inmediatas a nivel global, a través de un fuerte repunte de los precios de la energía debido a la escalada del precio del petróleo y del gas", añade la compañía, para complementar a continuación el fuerte escenario inflacionista que ha llevado a los bancos centrales a subir los tipos.