Transportes y Turismo

Stellantis, el Corredor Mediteráneo, Renfe... Crece la tensión España-Francia

  • El establecimiento de la producción del Peugeot e-208 en la Península Ibérica es cuestión de costes
  • Renfe ha tenido que retrasar su llegada con la alta velocidad a París hasta, al menos, 2024
  • El Corredor Mediterráneo no está técnicamente adaptado para la alta velocidad española
Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa, con el presidente de España, Pedro Sánchez. Bloomberg

Las tensiones entre el Gobierno español y el francés han aumentado después de la lucha por la producción del Peugeot 208 eléctrico, la falta de reciprocidad entre Ouigo y Renfe para circular en las rutas más codiciadas del territorio rival y el tapón generado por parte de los galos que impide el desarrollo del Corredor Mediterráneo.

El Ejecutivo francés ha presionado a Stellantis no solo para conseguir implantar la producción del Peugeot 208 eléctrico en Francia, sino para instalar la plataforma pequeña STLA en el país. Esta línea productiva será la encargada de fabricar todos los vehículos eléctricos pequeños del grupo automovilístico a partir de 2025.

El ministro de Economía, Bruno Le Maire, pidió "patriotismo" para traer el Peugeot e-208 al territorio galo, y recordó las ayudas públicas que ha recibido el fabricante del Estado francés, propietario del 6% del capital del consorcio automovilístico. No obstante, el CEO del grupo, Carlos Tavares, se ha defendido con dureza ante los ataques recibidos por parte del Gobierno galo.

Por un lado, el empresario ha reconocido que el establecimiento de la producción del Peugeot e-208 en la Península Ibérica es cuestión de costes, no de intereses ocultos. En este sentido, la planta de Zaragoza ha conseguido unos resultados de "calidad, eficiencia energética, productividad y clima social que la convierten en la candidata más competitiva2, sostuvo el ministro de Industria, Héctor Gómez.

Por otro lado, Tavares comentó en una entrevista en el Salón Internacional de la Aeronáutica de París que "tenemos que estar en el mismo campo de juego". Este dardo lanzado por el directivo hace referencia a las ventajosas condiciones que se le ha ofrecido a Elon Musk con el objetivo de conseguir albergar la nueva gigafactoría de Tesla en territorio francés. Cierto es que hay miles de millones de euros y miles de puestos de trabajo en juego, sin embargo, "esto no debe suponer una discriminación hacia los fabricantes más antiguos" señala Tavares.

Renfe en Francia

Otro obstáculo entre la relación de España con Francia ha sido la desigualdad de trato recibido respecto a las empresas ferroviarias. Mientras España abrió las puertas a su homólogo francés SNCF a través de Ouigo, que ha tenido el tiempo suficiente para hacerse con más del 20% de la cuota de mercado en los principales corredores, Renfe sufrió grandes dificultades para conseguir operar en territorio francés. La compañía española ha tenido que retrasar su llegada con la alta velocidad a París hasta, al menos, 2024 debido a la lentitud burocrática francesa. Su actividad se ha limitado momentáneamente a las conexiones con Lyon y Marsella, mientras espera también a la entrada en líneas regionales.

Otro frente en el que chocan España y Francia es el relativo al Corredor Mediterráneo. Perpiñán y Montpellier son ciudades clave para que el corredor permita la conexión con Europa. Sin embargo, el tramo no está técnicamente adaptado para la alta velocidad española y difícilmente podría permitir el paso de mercancías. Un informe de la Oficina del Comisionado del Gobierno para el Corredor Mediterráneo alerta de que los planes galos señalan que no realizarán ninguna descongestión de la zona hasta 2044.

Empresas francesas en España

A pesar de estas tensiones, la historia de las relaciones empresariales entre España y Francia son longevas y positivas. Según indica Sara Bieger, directora general de la cámara Franco-española, España no es solo el país que alberga mayor número de empresas francesas, sino también con mayor número de empleados. Entre las que más destacan se encuentran Carrrefour que tiene 52.000 empleados en España, Alcampo, Decathlon, Leroy Merlin... 

Por otro lado, la directiva señala como muchas compañías francesas después de la pandemia volvieron a centrarse en mercados de proximidad, entre ellos España. "Creo que muchas empresas francesas vienen a España por las ayudas que se les presa desde las instituciones, tanto el Ayuntamiento como la Comunidad de Madrid ofrecen muchas ventajas" afirmó Bieger.

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