Empresas y finanzas

El Corredor Mediterráneo: 25 años de atasco, ocho ministros y nueva fecha clave

  • Transportes fija 2026 para la apertura de gran parte de las vías
Obras del Corredor Mediterráneo. EP

El Corredor Mediterráneo avanza, pero lo hace de forma "lenta". Esta es la percepción de los empresarios que sufren cada día por la falta de una infraestructura que consideran vital para la competitividad de España a nivel internacional. 25 años de atasco, seis gobiernos diferentes con ocho ministros de Fomento y una nueva fecha clave para la entrada en vigor de la mayor parte de esta línea, 2026. ¿En qué punto se encuentra el Corredor Mediterráneo? ¿Qué falta por ejecutar?

Quiero Corredor, una iniciativa que une a, entre otros, más de un millar de empresarios del arco mediterráneo que luchan por la finalización de esta infraestructura, lleva años pidiendo la construcción de una doble plataforma ferroviaria de ancho internacional que recorra el litoral mediterráneo español desde Algeciras hasta la frontera francesa, uniendo las ciudades mediterráneas entre sí y conectándolas con Europa. A nivel técnico, especifican la necesidad de crear una doble plataforma para separar trenes de pasajeros y de mercancías, aumentando su capacidad. De conseguir finalmente la finalización de esta vía, se conectará con la red transeuropea que recorre 3.500 kilómetros y concentra el 54% de los habitantes de Europa y supone el 66% del PIB de la UE.

El desarrollo de esta red ferroviaria circular en la península ayudaría a complementar el clásico diseño radial que existe actualmente, facilitando el transporte de viajeros y mercancías por todo el territorio nacional y hacia el resto de Europa. Durante el último año, según denuncian los empresarios unidos en este movimiento, las obras del Corredor Mediterráneo "no se han activado especialmente. Más bien todo lo contrario".

El nivel de ejecución de los tramos es muy diferente entre sí y algunos todavía están sobre el papel

Este organismo lleva a cabo dos veces al año una revisión completa del estado de las obras. Según este informe, el nivel de ejecución es muy diferente entre unos y otros tramos, tal y como se puede ver en el mapa, e incluso en algunos en los que el actual Ministerio de Transportes ha dado por finalizados los trabajos, como es el caso del que conecta la frontera francesa con Figueres, desde Quiero Corredor siguen exigiendo convertir la doble vía de Portbou a Figueres de ancho ibérico a ancho internacional, lo que permitiría evitar los transbordos en la frontera. Lo mismo ocurre con el tramo dos, que se extiende hasta Gerona.

En el caso del tercer tramo, que comunica esta ciudad con Barcelona, a la existencia de una vía de ancho ibérico se suma la congestión presente en La Sagrera y La Llagosta, pendiente de la construcción de la terminal intermodal. Además, y en unión con el cuarto tramo, que llega hasta Castellbisbal, zona industrial catalana, se suma el problema de los accesos al Puerto de Barcelona, que, según denuncian, "llevan tres convenios y siguen sin puesta de ejecución, limitando el acceso de mercancías". La última fecha marcada para finalizar estas actuaciones es el año 2024.

La unión con Tarragona, considerada el quinto tramo, tiene dos grandes compromisos en marcha por parte del Gobierno: el fin de los túneles de Castellbisbal, previsto para 2022, y la colocación del tercer carril, que se finalizará en 2023.

La comunicación con la Comunidad Valenciana, a través de Vandellós, tiene marcada como fecha clave el año 2024, si bien la conexión con Valencia depende de, entre otras cosas, la descongestión del túnel pasante de la ciudad que, según sus palabras, "está al borde del colapso". En los últimos días, esta obra ha salido a información pública, por lo que prevé comience su camino en breve.

A medida que se continúa hacia el sur, el nivel de ejecución es menor. Así, la conexión con Alicante y Murcia todavía tiene partes pendientes de licitar, como por ejemplo la conexión de AVE en Elche.

A partir de ahí, uno de los grandes problemas es el tramo trece, que conecta Murcia con Cartagena, que tras encontrar problemas de infraestructuras se retrasarán hasta 2026.

En cinco años, los que cumple el movimiento empresarial Quiero Corredor, las obras de esta infraestructura han continuado avanzando pero, según denunció Vicente Boluda, presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), lo han hecho "muy lentamente". En 2016, había siete tramos en proyecto y once en obras. Durante este segundo semestre de 2021, de acuerdo con el informe de seguimiento de las actuaciones, gran parte de aquellos que entonces estaban en proyecto han pasado a ejecutarse.

Desde julio, último chequeo, hasta noviembre, se ha avanzado en cuatro puntos: se ha sacado a información el túnel pasante y la nueva doble vía entre Valencia y Castellón, el canal de acceso de la capital valenciana, se han licitado las obras entre Lorca y Pulpí y las de la estación intermodal La Llagosta.

Todo ello para tratar de conseguir poner en marcha la vía entre Almería y la frontera francesa para la nueva fecha clave que confirmó la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, la semana pasada, 2026. A partir de este punto, están en el aire las conexiones con otras ciudades andaluzas, como Málaga, Granada y la llegada hasta el puerto de Algeciras, uno de los más relevantes de todo el país.

Retrasos

Pero esta no es la primera fecha clave que los últimos seis gobiernos y ocho ministros del ramo que han pasado por Nuevos Ministerios desde que se pusiera en marcha este proyecto han apuntado.

Con un repaso a la hemeroteca, se puede ver que no fue hasta el año 2011 cuando, durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y con José Blanco en el ministerio, se comenzó a hablar de la necesidad de darle un empujón al Corredor Mediterráneo. Hasta entonces, los focos estaban centrados en la red radial de AVE y su llegada a las ciudades más relevantes del país con un único origen, Madrid.

En 2011, apenas dos meses antes de que Blanco y Zapatero abandonasen el Gobierno, se puso sobre la mesa la fecha de 2020 para la entrada en operación de la totalidad del Corredor Mediterráneo, desde Algeciras y hasta Francia.

El proyecto ha tenido varias fechas de finalización, pero ninguna ha estado cerca de cumplirse

En 2013, fue José Manuel García Margallo, en aquel momento ministro de Exteriores, el que reivindicó la finalización del Corredor Mediterráneo e instaba al entonces Ministerio de Ana Pastor a finalizarlo para 2015 como "red vertebradora para Europa". La Unión Europea había criticado ya en varias ocasiones el modelo radial de la alta velocidad que se había impulsado años antes. Pero Pastor evitó poner una fecha y no fue hasta 2017 cuando Íñigo de la Serna reaccionó al movimiento impulsado por los empresarios un año antes pidiendo "realismo" con el nivel de ejecución de las obras y los retrasos en la puesta en marcha de los tramos. Con posterioridad, el propio De la Serna marcó 2023 como fecha clave para "hacer una realidad" la conexión entre Almería y Murcia, fecha que finalmente se retrasará hasta 2026.

Con el cambio de Gobierno y la llegada de José Luis Ábalos al Ministerio de Fomento en 2018, se marcó una nueva fecha, 2021, pero apenas un año después, esta fue retrasada hasta 2025. Este último hito se mantuvo con la asignación de los fondos europeos de rescate que llegarán a nuestro país y que servirán para ejecutar parte de las obras pendientes desde hace años. Ahora, unos meses después, la fecha se ha retrasado de nuevo hasta 2026, límite en el que las actuaciones financiadas por Bruselas deben estar terminadas, para la conexión entre Almería y Francia y dejando en el aire hasta 2030 el resto de la red hasta Algeciras.

Roig, Goirigolzarri y Boluda

El movimiento empresarial por la finalización del Corredor Mediterráneo cuenta con caras muy reconocidas entre las que se encuentran, entre otros, Juan Roig, presidente de Mercadona; José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank; Vicente Boluda, presidente de Boluda; o Clemente González Soler, presidente de Alibérico.

Más de 1.300 empresarios se reunieron la pasada semana en Madrid para pedir la finalización de estas obras. "El desarrollo de esta infraestructura tiene beneficios que no admiten discusión, tanto en el ámbito económico, como en el medioambiental, social y territorial", señaló Boluda. Esta idea también fue sostenida por Juan Roig, que señaló que "si queremos tener una España solidaria, con las mismas posibilidades para todos y una economía sana", es importante ir más allá del diseño radial de las infraestructuras. "Es muy importante la España circular y para ello el Corredor Mediterráneo".

"Esto es hablar de creación de riqueza, creación de empleo y bienestar social", señaló Goirigolzarri, haciendo hincapié en el potencial del corredor para conectar territorios, al complementar la red nacional con una red circular, y hacer más competitivas a las empresas españolas, actuando además contra el fenómeno de la España vacía.

Pero no solo ellos. En el acto estuvieron presentes empresarios de las 17 comunidades autónomas, lo que, a juicio de Boluda, presidente de AVE, "demuestra que lo que es bueno para el Mediterráneo español, es bueno para el conjunto de España" y que "los empresarios sabemos unirnos e ir todos a una en asuntos que trascienden a nuestras empresas".

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