Madrid
Al menos 420 trabajadores de Masorange -entre ellos 147 futuros prejubilados- han decidido apuntarse voluntariamente al ERE propuesto por la compañía de telecomunicaciones lo que supone el 65,23% de un total de 650 posibles salidas, con la previsión de que la cifra aumente a lo largo de la próxima semana. En ese empeño, el fusionado operador ha prorrogado hasta la medianoche del próximo 13 de noviembre el plazo para adherirse a la salida no forzosa. Desde CCOO denuncian las presuntas coacciones a los empleados, bajo amenaza de despido forzoso en los próximos días, con el objetivo de "maquillar" la cifra de aceptación voluntaria. A su vez, el sindicato UGT explica que el nuevo plazo pretende "evitar, o cuanto menos disminuir, la posibilidad de bajas forzosas y, ante la campaña de desinformación que se ha llevado a cabo, con la distribución de bulos de todo tipo", se ha decidido abrir el referido nuevo periodo de adscripción. En un entorno con los sindicatos a la gresca, la compañía reportó el pasado 24 de octubre el incremento de los ingresos hasta el pasado septiembre, con repuntes en la facturación por servicios del 1,2% y mejora su ebitda el 7,5%.
Hasta el pasado 4 de noviembre, apenas 215 trabajadores habían optado por la salida voluntaria, cifra que se ha duplicado en las últimas 48 horas hasta las 424 bajas no forzosas del pasado 6 de noviembre, según los datos de la Comisión de Seguimiento del ERE de MasOrange. En opinión de los representantes de los trabajadores, "las adversas condiciones del expediente de regulación de empleo, las dificultades del entorno socioeconómico y la incertidumbre para encontrar un puesto de trabajo en un sector abonado a los recortes laborales disuaden a muchos empleados", como lo refleja que apenas el 9% de la plantilla de las sociedades de Masorange afectadas por el ERE (4.695 empleados) ha decidido salir de la empresa sin esperar a los posibles acontecimientos, incluido el despido de manera forzosa y sin la correspondiente prima de voluntariedad.
Como pactaron empresa y sindicatos en el acuerdo del ERE del pasado 16 de octubre, los empleados que decidan salir por su propio pie recibirán un incentivo extraordinario de 3.000 euros para aquellos con antigüedades de hasta ocho años, de 8.000 euros para trabajadores con entre 9 y 12 años en la empresa y con 15.000 para antigüedades superiores a los años. Dichas compensaciones no beneficiarán a los prejubilados -desde los 56 años-, para los que se les ofrece el 80% del salario fijo y el 50% del variable.
Fuentes de CCOO explican que han denunciado ante la Inspección Laboral las presuntas coacciones a trabajadoras y trabajadores de MasOrange para que se apunten "voluntariamente" al ERE bajo la amenaza de una inscripción forzada". Según añaden, "estas coacciones se producen en todas las áreas de la empresa y en multitud de departamentos, con especial incidencia en Sistemas de Información, Finanzas y Operaciones, aunque son bastantes los casos en Ventas y Distribución, Customer & Product, distintos equipos de marketing así como el área de Personas."
El proceso de despido colectivo en Masorange coincide con el enfrentamiento entre las dos principales fuerzas sindicales de la compañía, UGT y CCOO. Entre otros puntos de fricción, desde UGT se reprocha al sindicato vecino, así como a USO, de que delegados de dichas centrales "se hayan apuntado al ERE, mientras de boquilla lo rechazaban y forzaban a que nadie se apuntara", según un comunicado de UGT. En concreto, han señalado que "casi todos los delegados y delegadas de CCOO de la mesa negociadora del ERE, más de la mitad (cuatro de cinco), se apuntaron en los primeros momentos, a pesar de que convencían cientos de compañeros y compañeras de no apuntarse porque el ERE es malo".