Telecomunicaciones

La ofensiva de STC alienta a Bruselas para favorecer la fusión entre Orange-MásMóvil

  • Parte de la Comisión relaciona el movimiento saudí con un nuevo enfoque regulatorio
Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea

La ofensiva de Saudi Telecom Company (STC) en el capital de Telefónica ha abierto los ojos a la Comisión Europea para acelerar un nuevo enfoque regulatorio en el sector. Según informan a elEconomista.es fuentes conocedoras de la situación, el ala de Bruselas partidaria de aprobar sin remedios el proyecto de fusión de Orange y MásMóvil se ha "cargado de argumentos" para aplicar criterios poco restrictivos. De esa forma, el análisis en profundidad que estos días aborda la Comisión de Competencia incorpora unas variables que hasta la semana pasada no estaban sobre la mesa.

De hecho, pocos podían sospechar que STC proyectaba expandirse en otro gran operador europeo sin participación estatal, como es el caso de Telefónica, siguiendo la estela de incursión de la también saudita Etisalat en el grupo británico Vodafone.

Por todo lo anterior, parte de la Comisión Europea aboga por encontrar un nuevo equilibrio que favorezca a los futuros campeones nacionales, pero sin perjudicar a los consumidores en su diversidad de elección. De esa forma, comienza a ganar relevancia la necesidad de fortalecer a la industria europea frente a incursiones externas, según explican las mismas fuentes.

A grandes rasgos, la imposición de remedios severos por parte de Bruselas para aprobar la fusión de Orange y MásMóvil no solo debilitaría al grupo resultante sino también al resto de los grandes operadores españoles. Históricamente, según explican fuentes del sector, este tipo de procesos ha reforzado de forma artificial a nuevos operadores, en detrimento de los ya establecidos y en menoscabo de la inversión en infraestructuras. En el caso de España, operadores alternativos como Digi, Finetwork o Avatel tienen a su alcance una oportunidad para crecer de forma extraordinaria gracias a la mediación de los reguladores de competencia.

"Es una prueba de fuego para la Comisión, una gran oportunidad para demostrar con hechos su recomendación de fortalecer a los grandes grupos europeos"

Analistas del sector consultados ayer por este periódico consideran que la entrada de STC en Telefónica y el proceso de autorización de la fusión de Orange-MásMóvil son vasos comunicantes que no pueden obviarse. "Es una prueba de fuego para la Comisión, una gran oportunidad para demostrar con hechos su recomendación de fortalecer a los grandes grupos europeos", indican. En la misma tormenta perfecta regulatoria también incide la salida de la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, quien la semana pasada inició una una excedencia en sus cargos comunitarios para pugnar por la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

Entre otros detalles, es conocido el afán de Vestager por compensar cada consolidación en el sector con la irrupción de nuevos operadores. Sin este elemento en la ecuación, un nuevo enfoque regulatorio más permisivo se nutre de argumentos a pasos agigantados.

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