
La entrada de la compañía de telecomunicaciones saudí STC en el accionariado de Telefónica pilló por sorpresa a propios y extraños. Ni su CEO José María Álvarez Pallete, ni el Gobierno ni el resto de accionistas sabían de los movimientos que estaban haciendo en los mercados desde Arabia Saudí con Morgan Stanley como director de orquesta.
Pero lo cierto es que, más allá del no aviso, España mantiene un acuerdo de promoción y protección de inversiones con el país árabe que está vigente hasta 2026 y que incluye, entre otras cosas, la compra de "acciones y otro tipo de derechos e intereses en sociedades".
Este acuerdo, que se firmó inicialmente en el año 2006 en Riad por parte de José Montilla, entonces ministro de Industria, Turismo y Comercio, tenía una vigencia de diez años, que fue prorrogada en 2016 por idéntico periodo por el entonces Gobierno de Mariano Rajoy.
En el texto del mismo se muestra el deseo intensificar la cooperación económica entre ambos países, proponiéndose "crear condiciones favorables para los inversores de cada país en el territorio del otro", reconociendo que "la promoción y protección recíproca de esas inversiones estimularán las iniciativas del sector privado y redundarán en una mayor prosperidad para ambas naciones".
Tanto España como Arabia se comprometieron a promover en su territorio, en la medida de lo posible, "las inversiones de inversores de la otra parte contratante", dejando claro que éstas se admitirán y protegerán "de conformidad con sus leyes y reglamentos".
Más allá de este convenio, la relación entre Arabia Saudí y España también ha cosechado otros hitos relevantes en los últimos años. En octubre de 2014 se celebró la primera Comisión Mixta que supuso un gran salto adelante en las relaciones bilaterales. En la visita real de enero de 2017 se acordó celebrar la segunda de estas reuniones, que finalmente tuvo lugar el 5 de febrero de 2018 en Riad.
Áreas de cooperación
Ese mismo año Mohammed bin Salmán realizó una visita oficial a España, por invitación del Gobierno, para mejorar las relaciones entre los dos países y desarrollar áreas de cooperación. La visita contribuyó decisivamente a la constitución de la empresa conjunta entre Navantia y Saudi Arabian Military Authorities (SAMI) para la construcción de cinco corbetas para la armada saudí por 1.800 millones de euros. Ya en octubre de 2022 tuvo lugar la tercera Comisión Mixta a raíz de la cual se reactivó el Consejo Empresarial Hispano Saudí.
El año pasado también, la exministra de Industria Reyes Maroto encabezó una delegación compuesta por 44 empresas españolas en un viaje a Arabia Saudí. Entre ellas se encontraban Acciona; Amadeus; Almar Water, FCC; Idom Consulting; Ineco; Minsait (Indra); Renfe; Grupo Barcelo; Hesperia; Balearia; Grupo Starlite; Arquimea; Siemens España o Urbaser Gestión Medioambiental, pero no estaba Telefónica. El objetivo de este viaje era dar a conocer a las autoridades saudíes algunos de sus proyectos más emblemáticos.
De hecho, los negocios entre España y Arabia van más allá y también pasan por grandes obras, como el AVE a La Meca y el aeropuerto Damman King Fahd, además de importantes proyectos de agua. No en vano, en la ficha del país que elabora el Icex se califican las relaciones económicas y comerciales con Arabia como "excelentes".