
Emilio Díaz, presidente de Spain DC, representa los intereses de una veintena de grandes operadores de centros de datos españoles, un sector estratégico para el futuro de la industria y el desarrollo de la digitalización. Desde hace años, el ecosistema que lidera afronta momentos trascendentales, dado su colosal impacto en la actividad de las personas, empresas y administraciones. Se mire por donde se mire, el presente y futuro del mundo digital depende directamente de estas instalaciones. En ellas habita la nube (cloud computing), pero también campa la inteligencia artificial y cualquier otro ingrediente relacionado con la gestión y alojamiento de los datos. "Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos por la noche, los data center participan directamente en la actividad diaria de los ciudadanos, desde leer el portal de elEconomista.es hasta operar con la banca digital, utilizar los mapas online, consultar el correo electrónico, utilizar las herramientas de Microsoft 360 o ver la televisión en streaming… absolutamente todo pasa por los centros de datos", ha explicado el también presidente de Nabiax en una entrevista concedida a este periódico.
El negocio de los centros de datos disfruta posiblemente del mejor momento de su historia, con inversiones multimillonarias de los gigantes online que privilegian últimamente a España frente a otros países. ¿Qué ritmo de crecimiento espera para el sector?
Esperamos crecer a ritmo de doble dígito alto en los próximos años. Ahora mismo la capacidad instalada que disponemos -más o menos al finales de este 2024- se aproximará a los 200 megavatios de potencia. Estimamos que, en los próximos tres años, pueda multiplicarse esa potencia por tres -más o menos-, hasta los 600 megavatios, lo que supone un ritmo de crecimiento muy alto.
¿La disponibilidad energética de los centros de datos podría limitar esas previsiones?
Creo que España es una fantasía de país gracias a su energía barata, renovable, así como por la capacidad de generación, que excede el consumo que tenemos. El problema consiste en transportar la energía a los sitios donde se debe consumir. Y esto último no es un capricho, ya que la elección del lugar dónde se ubican los data center es algo que nos corresponde a nosotros, que somos los que hacemos las inversiones, pero también les implica a nuestros clientes.
¿Por ese motivo se concentra la mayor parte de los data center en las comunidades de Madrid, Cataluña y Aragón?
Nuestros clientes quieren ubicarse alrededor de urbes grandes en España, no sólo en Madrid, Barcelona y Aragón. También está el País Vasco, además de en territorios donde existe una menor dificultad para el transporte de la energía. Esto resulta algo complejo, porque requiere situarse donde se encuentra la energía requiere de inversiones fuertes, tiempo y permisos. Al final, existen dos maneras de acceso a la energía: a través de la distribución normal, donde hasta un consumo de 50 megavatios se puede lograr a través de cualquier distribuidor; o por medio de acceso directo a la alta tensión, de la mano del operador de la red. Los trámites de estos requisitos son largos, requieren aprobaciones especiales y que acarrean un tiempo que probablemente a los clientes les cuesta esperar.
¿De qué plazos hablamos?
Al final, un cliente está dispuesto a esperar entre 18 y 24 meses hasta alcanzar un acuerdo con el centro de datos que corresponda. Pienso que es un plazo razonable. Sin embargo, el acuerdo de provisión energética, para obtener una conexión eléctrica, requiere tres, cuatro o cinco años.
¿Existe riesgo de burbuja en el sector español del data center?
Depende de lo que consideremos burbuja, pero yo creo que no. Si acaso puede haber sobredimensionamiento de las expectativas futuras. Es decir, existe demanda suficiente para no considerar el riesgo de burbujas. España atesora una posición ideal desde todos los puntos de vista: conectividad, energía, incentivos, suelo, permisos... El nuestro es un país atractivo, estratégicamente ubicado. Todo es perfecto.
¿A qué expectativas "exageradas" se refiere?
Mire, las eléctricas aluden a peticiones de 16 GW, pero sólo cinco de ellos corresponden a centros de datos. Siempre manejamos entre 3 y 5 GW en los tres próximos años. Pero si estimamos 15 años, no lo sé. Creemos que tenemos capacidad para crecer más que nuestros países comparables, porque venimos de un escenario de partida menor. Pero a esas cantidades no ha llegado Dublín, ni Francfort ni París, tampoco Londres ni Milán. Son ciudades europeas que llevan un desarrollo de varios años por delante del de España, y ninguna de esas ciudades está en el gigavatio. España está lejos todavía de eso, por lo que pensar que el país puede pasar a 5 GW en los próximos cinco años me parece un exceso de expectativa, pero no una burbuja.El boom de la inteligencia artificial generativa es viento de cola para el sector.
¿Cómo piensa capitalizar este fenómeno?
Los grandes actores especializados en Inteligencia Artificial se encuentran en Estados Unidos, pero también países del sudeste asiático. Y no hay mucho más. Pero lo importante es que todos ellos manejan grandes planes para el desarrollo de esta tecnología en España. Esto es muy bueno, es fantástico para el país y para todos.
"Los acuerdos de provisión de energía pueden demorarse tres, cuatro o cinco años"
Entonces podemos esperar inversiones frescas procedentes del lejano oriente...
El despliegue de compañías hiperescalares asiáticas en Latinoamérica es brutal. Ya representan una competencia directa e importante con Amazon, Microsoft y Google en actividades en cloud en Latinoamérica. Este salto por ahora resulta limitado o bloqueado en Europa debido a las restricciones que tenemos, ya sean escritas o no escritas. Pero sí, esperamos que jugadores como Alibaba y Tencent -que ya tienen presencia en algún país de Europa- acaben con presencia en España. Eso será otro tirón importante para la industria.
¿En qué plazo podemos esperar que ese tirón se aprecie aquí?
Pensamos que en el plazo de tres o cinco años se harán notar en España. Suiza, por ejemplo, acoge un despliegue hiperescalar asiático importante y desde allí darán el salto a Irlanda, con perspectivas de inversiones considerables. Poco a poco, las empresas asiáticas irán permeando hacia el resto de Europa.
¿Las bajas latencias que demandarán las smart cities, imprescindibles para el coche autónomo, exigirán acercar los centros de datos a los grandes núcleos urbanos?
Es así. Ahí entra en juego el denominado edge computing, la computación en el borde. Para controlar los semáforos y los coches autónomos, por ejemplo, requiere que el tratamiento de los datos sea muy próximo a los vehículos, por lo que los data centers situados a 20 kilómetros de distancia pueden estar demasiado lejos. Ese problema se resuelve ubicando el edge computing yá donde se produce el dato, con emplazamientos, por ejemplo, en el ático de una vivienda, en farolas o semáforos, valioso para la toma de decisiones de actividades del rabioso online. Por ejemplo, si se necesita cortar al tráfico el carril de una carretera para que transite una ambulancia a toda velocidad no puedo esperar recibir una orden desde un data center situado a decenas o cientos de kilómetros de distancia.Últimamente se aprecia cierta especulación en el suelo destinado a las empresas de fotovoltaica.
¿Existe un riesgo parecido en los data centers?
Ha subido mucho el precio de los suelos cualificados o calificados, que pueden tener acceso a energía disponible. Por ese motivo, intentamos que sean terrenos en propiedad, para así evitar el sobrecoste de los alquileres de largo plazo. Pero es cierto, se ha incrementado bastante. Hay que tener en cuenta que la vida media de un centro de datos alcanza los 30 años.
Minireactores nucleares
Emilio Díaz, presidente de Spain DC, aborda el uso de energía nuclear en los centros de datos para apuntar que la tendencia se hace realidad en los Estados Unidos, donde comienzan a utilizarse tecnología de minireactores nucleares para abastecer un campus de centros de datos de un gigavatio. En el caso de Europa, Díaz prefiere esperar para conocer qué tratamiento regulatorio se aplica en el Viejo Continente. En cualquier caso, no percibo riesgo de suministro energético en España. "Existe stock para los próximos cuatro años", asegura el presidente de Spain DC, tras recalcar que la seguridad del suministro es completa, con duplicidad absoluta en la llegada de energía a centros de datos de algunas comunidades y con una estabilidad de red envidiable. "El año pasado hemos tenido un corte de 15 minutos en un data center, mientras que en Brasil, en época de lluvia, la luz se corta todos los días", explicó.
Por otra parte, el presidente de Spain DC tiene claro que los centros de datos "pueden ser un estabilizador razonable en consumo para la red", dada la previsibilidad que ofrece el negocio. En su opinión, el colectivo que representa es "muy previsible en la demanda y bastante estable". Además, añade Díaz, "tenemos nuestra propia redundancia, es decir que en un momento dado que nos tengan que desconectar por alguna razón imperiosa del funcionamiento de la red, tenemos capacidad de estar funcionando durante muchas semanas y meses sin necesidad de estar conectados a la red".
"Veremos la llegada de hiperescalares asiáticos en España en un plazo de entre tres y cinco años
En la entrevista a elEconomista.es, Díaz recalcó que "en el caso de una hipotética desconexión eléctrica, los centros de datos no somos los más damnificados dada la disponibilidad de grupos electrógenos que apenas usamos durante el año salvo para probarlos y confirmar que funcionan".
1% del consumo
Emilio Díaz tuerce el gesto cuando responde a las críticas que recibe su sector respecto al consumo masivo de energía que realizan los centros de datos. Ese aparente dispendio, según ciertas corrientes de opinión, impediría descarbonizar la economía y retraería recursos para industrias que generan más riqueza y empleo. Por lo tanto, el presidente de Spain DC muestra su desacuerdo ante estos reproches. "De verdad, no sabemos de dónde viene ese discurso, pienso que son argumentos interesados. No sabemos contra quién nos tenemos que comparar. De hecho, el consumo de energía eléctrica es muy pequeño, con un porcentaje por debajo del 1% del total de la energía, por lo que no consideramos que este sector sea el que disturbe la planificación de red de este país".Respecto a la generación de empleo de su ecosistema, Díaz prefiere recalcar que los centros de datos crean miles de empleos.
En un data center normal, podemos hablar de 100 o 150 personas trabajando a diario de manera estable. En la construcción, se ocupan a 500 o 600 personas. Por ejemplo, en el mantenimiento de una planta fotovoltaica apenas hay nadie . No sé contra quién me tengo que comparar para saber si generamos mucho o poco empleo.El presidente de Spain DC también apunta que se "obvia que el ecosistema de data center es estupendo, con desarrollo de integradores alrededor de startups, de formaciones específicas para los centros de datos con carreras nuevas que estamos trabajando con universidades de prestigio privadas y públicas. Creemos que los data centers generan un empleo de calidad, ingenieril, STEM, en el que desde el minuto uno se está protegiendo el tema de la igualdad"
"Esperamos crecer a ritmo de doble dígito alto en los próximos años en capacidad instalada"
El presidente de Spain DC estima que los futuros usos de la Inteligencia Artificial (IA) multiplicará por cinco las necesidades actuales de los centros de datos en el plazo de cinco años. "La Inteligencia Artificial está ahí, pero requerirá un tiempo de adopción por parte de la cadena de valor, que debe ponerse en línea con nosotros para, de esa forma, acometer las inversiones y las transformaciones. del sector. No obstante, Díaz anticipa unas cifras mucho más agresivas que las mencionadas. "Hablamos de crecimiento de 50 veces los actuales, pero yo me siento confortable un crecimiento de cinco veces".
Los nuevos requisitos regulatorios de la Unión Europea, que exigen que los datos se gestionen o almacenen en el territorio continental. también favorece al sector. "Por temas de seguridad, de defensa y de soberanía estratégica, los datos se tienen que quedar dentro de las fronteras europeas. Eso tiene un lado bueno y otro malo. Que la soberanía de datos resida en Europa nos hace benefactores, pero también resultamos perjudicados cuando el dato vuele hacia otros países de la comunidad europea. En ese sentido, es importante realizar una configuración geoestratégica de la gestión del dato. explica el presidentre de Spain CD"Por ejemplo, sería un desastre confiar la soberanía de los datos a un país que mañana puede estar en guerra o sufrir algún tipo de dificultad. No es lo mismo proteger infraestructuras críticas, como centrales eléctricas o infraestructuras de defensa, que servicios de streaming o de juegos. De hecho, si estás alojando datos importantes sobre los ciudadanos o sobre su historial clínico, creo que merece la pena protegerlos con todas las fuerzas", señala.