Tecnología

Elon Musk se prepara para un litigio 'difícil' contra Twitter, pero no 'imposible'

  • Los títulos de la red social caían a media sesión de este lunes el 9% y los de Tesla cedían el 6,5%
  • Los accionistas de Twitter presentarán en las próximas horas una demanda contra el magnate sudafricano
Elon Musk ha compartido en Twitter un 'meme' denunciando que "ahora quieren obligarme a comprar Twitter en los tribunales"

Elon Musk se ha ganado la fama de imprevisible, por decirlo suave. Cualquier día, por ejemplo, podría levantarse generoso e invitar a desayunar, comer, merendar y cenar a los 7.700 millones de habitantes del mundo. Sus 200.000 millones de euros darían para eso (26 euros por persona) y para mucho más. Hace justo tres meses, el hombre más rico del planeta se encaprichó de su red social favorita, la misma en que suma casi tantos seguidores como Cristiano Ronaldo (102 millones). Se despertó magnánimo y ofreció por Twitter 44.000 millones de dólares. Días después, sus asesores debieron estimar que el precio resultaba excesivo, incluso para el líder del ránking de fortunasde Forbes, predestinado a convertirse en el primer billonario de la humidad.

Por lo pronto, rebuscaron en los acuerdos de la operación y encontraron en el porcentaje de cuentas falsas reconocidas por la empresa un posible clavo ardiendo al que agarrarse para rebajar la compra. Ese tira y afloja ha tenido en vilo el valor de la red social: desde los 51 dólares a los que se disparó tras la muestra de interés de Musk hasta los 33,5 dólares de media sesión de este lunes, tras la espantada realizada el pasado viernes. Asimismo, el desplome de la red social ha contagiado a Tesla, con caídas de la automovilística del 38% en tres meses.

En términos deportivos, y desde la perspectiva de los accionistas de Twitter, la pelea contra Musk podría arrojar tres posibles resultados - victoria, derrota o empate- en relación con la demanda que presentará Twitter ante la jurisdicción de Delaware en las próximas horas.

Para el primero de los supuestos, los actuales dueños de Twitter han confiado la defensa de sus intereses al bufete Wachtell, Lipton, Rosen & katz LLP, especializado en fusiones, según informa Bloomberg. El planteamiento inicial consiste en obligar al magnate a cumplir su palabra al pie de la letra. Para ello, el despacho estadounidense pondrá el valor sus privilegiadas conexiones en el pequeño estado del Atlántico Medio, como el hecho de que algunos de sus mejores efectivos ya ejercieron en calidad de cancilleres en la Corte de la Cancillería de Delaware. Para despejar cualquier duda, el presidente de Twitter, Bret Taylor, dejó claro el pasado viernes su compromiso de hacer valer el cierre de la transacción al precio y con los términos acordados.

Por su parte, Elon Musk confía su victoria al despacho Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan, quien ya salvó al fundador de Tesla de una antigua demanda por difamación. El argumento de los letrados de Musk se resume en tres letras: MAE, siglas de Material Adverse Effect (Efecto Material Adverso). Se trata de un recurso capaz de tumbar cualquier acuerdo debido a un suceso "inesperado, fundamental y permanente", explican desde Bloomberg. El contrato susceptible de MAE podría convertirse en papel mojado en el supuesto de que el juez así lo considere. Ya existe jurisprudencia en Delaware sobre ese asunto, en referencia a una compra entre farmacéuticas (Fresenius por parte de su rival Akorn), que finalmente quedó en suspenso por el empleo de información de dudosa validez. Y eso precisamente es lo que esgrimió Musk sobre el porcentaje de usuarios de Twitter gestionados por máquinas (bots), que presuntamente se corresponde con el 5% del total de las cuentas de la plataforma. Musk cuestionó ese dato y la red social tampoco ayudó al responderle con el histórico de todos los tuits compartidos desde el principio de los tiempos. Quizá un ordenador cuántico podría despejar tan enrevesado cálculo y aportar luz en semejantes tinieblas. En el supuesto de que el tribunal de Delaware diera la razón a Musk, este podría retirar la oferta sin más coste que un pago de mil millones de dólares previsto en el documento de 73 páginas de la oferta pública de adquisición.

Al margen de la victoria o la derrota, existe espacio para el empate. En ese término medio nadie ganaría ni perdería si finalmente el contencioso se dirime por la vía extrajudicial. Abogados de las dos partes se enseñarían los dientes para poner justiprecio a una compra, en términos muy diferentes a los 54,20 euros los acordados el pasado 25 de abril, con una sustancial rebaja una vez que el precio actual de la acción es un 38% más barato que la de hace un trimestre.

Las incertidumbres en torno a Twitter también socavan el ánimo de la plantilla. Sus altamente cualificados empleados, siempre en posición de privilegio para elegir nuevo destino laboral a su gusto, andan contrariados ante la opinión expresa de Musk sobre el teletrabajo en sus organizaciones. El admirador de Chuk Norris solo acepta este modelo laboral cuando los empleados hayan cumplido íntegramente su jornada laboral de forma presencial. Precisamente una imagen del actor de cine de acción, con un sólo peón contra todas las piezas rivales de ajedrez, dio ayer que comentar en las redes sociales con todo tipo de interpretaciones.

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