Tecnología

Palm, el diminuto smartphone que va a contracorriente del mercado: así es el móvil pensado para desconectar

  • Con una pantalla de 3,3 pulgadas, busca funcionar como móvil secundario

La tendencia del mercado es tener smartphones con pantallas cada vez más grandes. Estar siempre conectados, inmersos en el contenido y compartir conversación online a través de redes sociales. Sin embargo, Palm se mueve en contra del mercado y plantea lo contrario: que la conexión sea circunstancial y no nos ocupe la mayor parte del tiempo.

El nuevo Palm, resucitado por el gigante chino TCL, ha optado por una diminuta pantalla de 3,3 pulgadas. Un tamaño que no invita a interactuar continuamente con el smartphone, pero en el cual tendremos un Android completamente funcional y con el que realizar cualquier función con soltura -siempre que seamos capaces de adaptarnos al tamaño-. Pese a que el panel es de tamaño reducido, se ve con claridad. Monta un cristal LCD a una alta resolución de 445 píxeles por pulgada.

El nuevo Palm es pequeño, muy pequeño, tanto que entra en el bolsillo para las monedas del pantalón. Cuenta con unas dimensiones de 96,6 mm de alto, por 50,6 mm de ancho, y 7,4 mm de grosor y pesa 62,5 gramos. Por poner en contexto, el iPhone 11 Pro Max tiene unas dimensiones de 158 x 77,8 x 8,1 mm y pesa 226 gramos; o el OnePlus 7 Pro llega a los 162,6 x 75,9 x 8,8 mm y pesa 206 gramos.

Pese a su reducido tamaño dispone de dos cámaras. Una frontal de 8 megapíxeles y otra trasera de 12 megapíxeles. No se encuentran entre las mejores del mercado, pero cumplen con nota y sirven para poder llevar siempre encima una cámara e inmortalizar momentos que en otras condiciones no.

El renacido Palm monta en su interior un procesador Qualcomm Snapdragon 435, 3 GB de RAM, 32 GB de almacenamiento, una batería de 800 mAh que da autonomía para todo el día con un uso normal. Aunque no encontramos el último procesador del mercado, rinde con soltura y seremos capaces de hacer funcionar en él la aplicación de la Play Store que se nos ocurra, desde Twitter a WhatsApp pasando por juegos, aunque el principal inconveniente para pasar horas pegados a él es su pantalla. Un límite físico para que desconectemos de tecnología.

Pensado como móvil complementario, pensado para desconectar

Su pantalla de reducidas dimensiones está pensada para que nos olvidemos del teléfono. Palm está concebido como móvil secundario u orientado hacia aquellos que no les gusta llevar un teléfono encima pero que, irremediablemente, necesitan hacerlo.

El uso ideal para la Palm es tener como un teléfono secundario, duplicando la tarjeta SIM de nuestro teléfono principal. Así, dejaremos en casa la herramienta de trabajo y con la que estamos conectados todo el día, y podremos usarlo pensando en pasar tiempo de calidad con familia o amigos, movernos con comodidad o ser el móvil que llevar al gimnasio junto a unos auriculares inalámbricos, Palm logra combinar las necesidades de una conexión digital diaria, pero con la restricción de tamaño y funciones que invitan a no usarlo de forma intensa.

Para ello, además de las limitaciones físicas, cuenta con la función Life Mode. El usuario puede elegir eliges no ser molestado con llamadas ni mensajes mientras la pantalla se mantenga apagada. Sin embargo, si se desea volver a conectar bastará con reactivar la pantalla y entrarán las notificaciones y avisos anteriormente bloqueados.

El principal escollo para tener el Palm como teléfono secundario es su precio. Llega al mercado por 399 euros, un montante por el cual podremos tener teléfonos de gama media con altas prestaciones como el Pixel 3a.

Tamaño compacto, pero ágil pese a todo

Pese a su tamaño, usar el Palm se hace de manera ágil. Cuenta con un menú Android en forma de ruleta que funciona con gran fluidez y su sistema de gestos permite eliminar la barra inferior pasar de una aplicación a otra o volver al menú rápidamente.

Aunque su diseño compacto no permite incorporar un lector de huellas, el Palm incorpora reconocimiento facial para desbloquear el teléfono, de este modo no será necesario introducir el código cada vez que queramos desbloquear el terminal, un escollo que podría hacer complicado su uso mientras vamos andando.

En suma, TCL ha conseguido llamar la atención del mercado con un smartphone pensado en los que quieren desconectar, pero que se va de precio para el gran público.

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