
Queda menos de una semana para que Apple celebre en el auditorio Steve Jobs de Cupertino su próxima keynote. Un evento en el que pueden llegar diversas novedades sobre diferentes dispositivos aunque todas las miradas están puestas en un mismo objetivo: la renovación del iPhone.
La cita del próximo 10 de septiembre es uno de los eventos más esperados tanto por los fans de la marca como por los inversores, pues siempre marca un punto de inflexión sobre uno de los activos centrales de la empresa.
Es por ello que la renovación del iPhone 11 tiene que ser lo suficientemente atractiva no sólo como para conseguir seguir atrayendo a los actuales usuarios de iOS sino también competir con las alternativas cada vez mayores que se pueden encontrar en Android.
Todo apunta a que la semana que viene se lanzarán tres teléfonos que sustituirán a los actuales iPhone XR, iPhone XS y iPhone XS Max, sin embargo, la nomenclatura cambiará y pasarían a denominarse iPhone 11, iPhone Pro y iPhone 11 Pro Max, respectivamente.
Con respecto a su diseño los modelos Pro heredarán las líneas y dimensiones de los XS, mientras que el iPhone 11 se basará en el actual modelo del XR. Este año no está previsto un rompedor cambio de líneas, sino que para eso habrá que esperar a los teléfonos de 2020. De este modo, el iPhone 11 tendrá una pantalla LCD de 6,1 pulgadas, el 11 Pro una OLED de 5,8 pulgadas y el 11 Pro Max una OLED de 6,5 pulgadas.
La pantalla perderá en esta ocasión el 3D Touch, la tecnología que sentía la presión del usuario para realizar una serie de acciones, aunque sí tendrían Haptic Touch, presente en el actual iPhone XR. Eso sí, algunos rumores apuntan a que los modelos Pro podrían ser compatibles con el Apple Pencil. Habrá que esperar al martes próximo para confirmar o desmentir esta opción.
El gran motivo para dar el salto: la cámara
Aunque se espera que los iPhone 11 vengan con más potencia gracias a un procesador A13 y una RAM de mayor capacidad, el verdadero punto diferencial de los teléfonos será su potencial fotográfico.
En concreto se espera que Apple añada una lente trasera a cada uno de los modelos, con lo que el más básico pasará a tener doble lente trasera, y los dos Pro dispondrán de una triple cámara principal.
Los modelos superiores añadirían un gran angular a la actual combinación de cámara principal y zoom. Esto permitiría no sólo tener una mayor versatilidad de tomas, sino que se podrían combinar las tres lentes para disponer de mayor luminosidad así como permitiría tener de nuevas funciones de edición a través de software entre las que se rumorean el reencuadrado tras las toma.
También se espera que se mejore la cámara frontal, a la que podrían llegar mejoras en la grabación y un mayor detalle que permitiría al teléfono jugar con la realidad aumentada sobre el rostro de los usuarios.
Además de la potencia, se espera que Apple mejore la capacidad de la batería de los teléfonos. No lo hará sólo disponiendo de mayor autonomía sino que se especula con que podría traer un cargador de carga rápida así como permitiría la carga inalámbrica bidireccional a otros dispositivos, como los nuevos Airpods.