Juan Rubio Martín
- 03/07/2015, 08:20
03/07/2015, 08:20
Fri, 03 Jul 2015 08:20:25 +0200
La diferencia entre la visión de un economista y un político ante un problema económico importante es que el segundo se centra en el corto plazo, mientras el primero intenta resolver realmente el problema. También suele ocurrir que el economista, cuando ejerce de político, se ve maniatado por objetivos cortoplacistas de su partido. Por ejemplo, junio suele ser buen mes por contratos de temporada, por lo que se puede anunciar que "baja el paro" (-94.727). Sin embargo, extrayendo el componente estacional, ha subido ligeramente. Similar análisis en cuanto al stock de afiliados a la Seguridad Social (crecen un 0,15% en junio pero se desacelera la tasa interanual. Otro ejemplo: cuando el boom del ladrillo, el economista sabía (o debería) que la bajada del paro no fue estructural, sino cíclica y coyuntural. Obviamente, como en casi todo, hay honrosas excepciones.