La renta variable estadounidense no brilla en 2015. De hecho, los principales índices al otro lado del Atlántico no consiguen separarse con holgura de las cifras negativas. El S&P 500 se apunta alrededor de un punto porcentual en el ejercicio, mientras que el Dow Jones pierde en torno a un 0,3%, esto les ha llevado a marcar el peor primer semestre desde 2010.
"La bolsa americana viene de registrar varios años seguidos subiendo, por lo que la situación actual puede estar provocando vértigo a muchos inversores. El S&P 500 se ha multiplicado por tres desde marzo de 2009", señala Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank. "El principal reto al que se enfrenta Wall Street es a la inminente subida de tipos de la Fed, que llevará consigo un aumento de las rentabilidades de la renta fija. Este cambio de rumbo desincentiva la inversión en renta variable", añade el experto.