GSK continúa comprometida por la salud global e invertirá más de 1.100 millones durante los próximos diez años para acelerar la investigación y el desarrollo (I+D) dedicados a enfermedades infecciosas que afectan a los países de ingresos más bajos. Su centro de I+D de Tres Cantos tendrá una participación muy activa en el proyecto y colaborará con otros laboratorios de la compañía para conseguir el objetivo final que se han marcado para la siguiente década.
La investigación estará centrada en la búsqueda de nuevos medicamentos y vacunas enfocados en la prevención de la malaria, la tuberculosis, el VIH, las enfermedades tropicales desatendidas (ETD) y la resistencia a los antimicrobianos (AMR), que continúan causando estragos en las poblaciones más vulnerables y es responsable de más del 60% de la carga de morbilidad en los países de ingresos más bajos.
La británica renovará su compromiso de investigación en salud global. "Estoy encantado de renovar nuestro firme compromiso con la investigación en Salud Global para la próxima década, en consonancia con nuestro propósito de, juntos, unir ciencia, tecnología y talento para adelantarnos a la enfermedad y nuestra ambición de lograr un impacto positivo en la salud de las personas a gran escala", afirma Thomas Breuer, Chief Global Health Officer de GSK.
La gran inversión de la compañía aunará sus esfuerzos para desarrollar medicamentos de próxima generación para la tuberculosis y la malaria, ofreciendo opciones de tratamiento más cortas, sencillas y seguras para los pacientes. La erradicación del VIH es otro de los objetivos de GSK y buscarán nuevas opciones innovadoras de tratamiento y prevención para las personas que viven con la enfermedad.
Muchas infecciones, como la neumonía o la tuberculosis, son cada vez más difíciles de tratar debido a la capacidad de las mutaciones de bacterias como consecuencia del uso indiscriminado de antibióticos. La resistencia de las bacterias a los agentes antimicrobianos es actualmente una de las mayores amenazas para la salud y el desarrollo económico mundiales y se estima que en 2050 serán la principal causa de mortalidad en el mundo. Por esta razón, la farmacéutica británica dedicará parte de sus esfuerzos a la reducción de las resistencias a los antibióticos a través de su cartera de vacunas, entre las que se incluyen las de primera clase contra la salmonelosis invasiva no tifoidea y la shigelosis.
Para cumplir con dichos objetivos, la británica ha creado una Unidad de Salud Global para priorizar la prevención y el tratamiento de enfermedades infecciosas en países de bajos ingresos, donde la ciencia puede tener un papel protagonista en la mejora de la salud de millones de personas. Actualmente, sus centros enfocados en salud global colaboran para acelerar la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos y vacunas. Precisamente, en la actualidad tienen 31 compuestos en proceso de investigación y desarrollo dirigidos a trece enfermedades infecciosas con alta tasa de morbilidad y mortalidad.
Los esfuerzos de la empresa, que compró recientemente a la francesa Affinivax para reforzar su área de vacunas, han dado sus frutos con importantes hitos como la primera vacuna contra la malaria o su potencial vacuna candidata contra la tuberculosis. En definitiva, estas inversiones formarán parte de un proyecto ambicioso que buscará mejorar la vida de más de 2.500 millones de personas en la próxima década.
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