
Además de maximizar la seguridad en los supermercados, Lidl ha emprendido iniciativas solidarias, como un acuerdo con Cruz Roja para suministrar alimentos básicos a personas mayores. Además, la compañía ha reforzado su apuesta por el sector lácteo español en un momento de grave adversidad económica.
El confinamiento establecido como consecuencia de la declaración del estado de alarma por la emergencia del Covid-19 ha recalcado la fundamental importancia de las pequeñas cosas; los ciudadanos de todo el mundo hemos redescubierto por qué los productos básicos son, precisamente, esenciales para el día. Y por qué su suministro es capital en una situación de crisis como la que atraviesa España.
Con más de 600 tiendas y más de 15.000 empleados en España, Lidl cumple un papel clave en este sentido. Por ello, ha ido adoptando diferentes medidas en las últimas semanas con el objetivo de garantizar el abastecimiento en sus supermercados y el máximo nivel de seguridad para trabajadores, proveedores y clientes.
La seguridad, prioridad número 1
Tras la declaración del estado de alarma, Lidl aplicó un paquete inicial de medidas para garantizar la seguridad de toda la plantilla. Así, en los almacenes se ha priorizado el mantenimiento de la distancia mínima y suministrado equipamiento protector a los empleados. En las tiendas, se ha incidido también en el mantenimiento de la distancia física, la reducción del aforo y la limitación de acceso a una persona por unidad familiar, así como en el acortamiento del horario. Al mismo tiempo, se distribuyó a los mandos de tienda una guía detallando el protocolo.
Estas primeras actuaciones se han complementado con otras nuevas, como la instalación de más de 3.500 mamparas de protección en todas sus tiendas de España; el uso de cajas alternas para atender a los clientes; la ampliación de la distancia de seguridad, y el refuerzo de la señalética en el suelo para ordenar las colas en las cajas.

Adicionalmente, Lidl está distribuyendo más de 29 millones de guantes y 150.000 litros de gel desinfectante para el uso de clientes y empleados, y en la entrada de los supermercados se están ubicando espráis para la desinfección y toallitas desechables. La compañía también ha repartido mascarillas a los empleados de todas sus tiendas.
Al mismo tiempo, se han reforzado los servicios de limpieza y desinfección en todos los establecimientos, en especial en las zonas más expuestas como son las cintas de las cajas o los mangos de cestas y carros, que se realizan a diario en todos los establecimientos.
La comunicación en tienda también se ha reforzado -con carteles y megafonía- para recordar a los clientes la conveniencia de pagar con tarjeta y evitar el dinero en efectivo, así como las pautas de higiene básicas para reducir al mínimo cualquier posibilidad de contagio a la hora de hacer la compra.
Ayuda a empleados
Además de una emergencia sanitaria de primer orden, la crisis del Covid-19 ha supuesto un golpe notable a la actividad económica. Por ello, Lidl ha puesto en marcha una línea de ayuda financiera para sus empleados de 14 millones de euros, a la que podrá acogerse el 86% de su plantilla en España.
De este modo, todos los trabajadores de tiendas, almacenes y oficinas de Lidl -a excepción de directivos y mandos intermedios- que tengan una antigüedad superior a seis meses podrán solicitar, con independencia de su jornada y sueldo, el adelanto de una cantidad equivalente a un mes de salario bruto. Dicho adelanto podrá devolverse en 18 meses sin intereses.
Lidl pagará a cada trabajador una media de 250 euros adicionales por una prima extra y variables
Esta medida se suma a una prima de 160 euros en abril para todos los empleados, que junto a otros variables se traducirán en un ingreso extra de 250 euros de media para cada trabajador. Ello ha supuesto una inversión para Lidl de 4,5 millones de euros. Al mismo tiempo, se ha reforzado el programa de salud y bienestar a empleados con nuevos servicios: una app para consultas a diferentes especialistas médicos y un servicio de atención psicológica disponible 24 horas para los trabajadores y sus familias.
Colaboración con Cruz Roja
Las medidas de aislamiento requeridas para frenar la pandemia afectan de un modo más acentuado a los colectivos vulnerables de la sociedad, que requieren una ayuda extra. En este sentido, Lidl ha adoptado algunas iniciativas para contribuir a que todos los hogares cuenten al menos con los alimentos que necesiten durante el confinamiento.
Las personas mayores que viven solas constituyen uno de esos grupos de riesgo. Por este motivo, la compañía ha suscrito un acuerdo con Cruz Roja para distribuir unos 100.000 kg de alimentos a más de 8.000 personas mayores en las dos zonas geográficas con más personas en esta situación, como son Madrid y Cataluña. El reparto a domicilio lo realizan los voluntarios de la institución.
Desde 2016, el 100% de la leche que Lidl vende en España es de origen nacional
Esta acción busca atender a personas mayores que viven solas, y viven en situación de necesidad al no tener familiares que puedan atenderlas o que por su estado de salud no puedan salir a comprar. Entre los productos que se entregarán se encuentran: conservas de pescado y de verdura, aceite, leche, caldo en brik, pasta y tomate frito.
En el marco de su estrategia de RSC, Lidl trabaja habitualmente con más de 40 entidades sociales y ONG. En el contexto actual, se han multiplicado las colaboraciones, también con otras entidades. Algunos ejemplos son la donación de 20.000 euros al Banco de Alimentos de Tenerife y de las Palmas; la entrega de 112 pulsioxímetros a centros hospitalarios y de más de 21.500 botellas de agua a bomberos y hospitales de todo el país; la donación de más de 5.000 unidades entre ropa de cama, almohadas y pijamas a hospitales de toda España, y la confección de más de 1.000 menús diarios para hospitales en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid y la Fundación Ángel Nieto.
Apoyo a los lácteos españoles
La actuación de Lidl en estas semanas también se ha centrado en los proveedores españoles, en un contexto de dificultad para la economía. Ante la creciente demanda actual de leche, Lidl ha decidido apostar más que nunca por el sector lácteo español. De hecho, el pasado mes de marzo aumentó un 23% las compras de leche de origen español respecto al mismo mes del año anterior, potenciando la línea ascendiente de 2019, cuando compró 135 millones de litros, un 8% más que en 2018. Además, durante el pasado año exportó 4 millones de litros a sus tiendas de Portugal, contribuyendo a la proyección exterior de los productos españoles.
Este compromiso con los productores locales no es flor de un día. Ya en 2016 Lidl decidió renunciar al mercado lácteo internacional y desde entonces el 100% de la leche que vende en España es de origen nacional. Con ello, está contribuyendo a mejorar la situación del sector, que, según datos Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ha perdido el 28% de las producciones lácteas, lo que equivale al negocio de más de 5.000 ganaderos.
El compromiso sostenible de Lidl
Además, Lidl trabaja de forma continuada con más de 1.000 granjas y pequeños ganaderos españoles, apostando por la producción sostenible y el bienestar animal. En 2018, Lidl se convierte en el primer supermercado en España en certificar su leche fresca de su marca propia Milbona en Pastoreo y Bienestar Animal, habiéndose registrado un crecimiento del 25% en el último año. Con ello, Lidl estableció una colaboración continuada con 140 granjas familiares gallegas.
En 2019 la cadena vuelve a ser pionera al certificar toda su leche, incluida la de UHT, con el sello Bienestar Animal de Aenor. La obtención de este sello, basado en los estándares europeos de Welfare Quality, supone un triple beneficio: mejora la vida de los animales, pone en valor la producción de las granjas y permite al cliente comprar un producto con un valor añadido, que Lidl asume y no repercute en el precio de venta.