
Conciliar el sueño en verano no es tarea fácil, debido principalmente a las altas temperaturas. A pesar de que un poco de calor contribuye a conciliar el sueño, la realidad es que cuando es demasiado elevado y durante muchas horas puede tener un efecto contrario.
La temperatura ideal para dormir se encuentra entre los 17 y los 18 grados, aunque esto no siempre es posible. Un mal descanso puede llegar a condicionar en gran medida el correcto desarrollo del día a día, puesto que empeora el rendimiento cognitivo, general una mayor sensación de ansiedad, irritabilidad y baja autoestima, produce más fatiga y disminuye la creatividad.
Es recomendable, en la medida de lo posible, mantener un entorno fresco y aireado. Para ello, pueden llevarse a cabo algunas medidas preventivas como cerrar ventanas, puertas y persianas durante las horas de más calor y abrirlas durante la noche o la primera hora del día. Si se reside en una vivienda con varias plantas, las plantas inferiores son más frescas, por lo que es aconsejable descansar en estas en lugar de en las más altas.
Qué hacer para dormir rápidamente
Más allá de estas pautas básicas, existen otras muy recomendables que puede contribuir a conciliar el sueño a pesar de las altas temperaturas:
- Mantener una rutina de sueño. Es importante intentar irse a dormir y despertarse siempre a las mismas horas, puesto que así el cuerpo se acostumbre a mantener siempre los mismos ritmos.
- Atenuar la luz. Las horas previas a irse a dormir, hay que permanecer en espacios con la luz baja. En cualquier caso, siempre son preferibles las luces cálidas a las más blancas en las últimas horas del día.
- Practicar actividad física. El ejercicio más intenso es mejor a primeras horas del día, dejando los paseos o deportes de baja intensidad a últimas horas de la tarde.
- Cenas ligeras. La última comida del día ha de ser poco abundante, ingiriendo los últimos alimentos del día al menos dos horas y media antes de irse a dormir. Como resulta lógico, los alimentos o bebidas muy azucaradas o con grandes cantidades de cafeína no son nada recomendables.
El método egipcio
Otros trucos muy comunes se basan en colocar hielo o agua fría delante de tu ventilador, de forma que el aire que emita sea más frío. En los últimos años también se ha popularizado en gran medida el llamado "método egipcio", que consiste en humedecer una toalla o sábana con agua bien fría y utilizarla como manta, lo que ayuda a bajar la temperatura corporal durante la noche.
También existen algunos complementos alimenticios como el magnesio, así como alimentos determinados que contribuyen a conciliar el sueño más rápidamente. En cuanto a estos últimos, destacan especialmente aquellos ricos en triptófano como los lácteos, el huevo o las carnes blancas, entre otros.
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