
El uso del aceite, sea del tipo que sea, es algo fundamental en cualquier cocina, ya sea en crudo o para fritos. En las frituras se emplea gran cantidad de aceite, el cual suele reutilizarse otras veces. No obstante, la reutilización de los aceites no puede hacerse de forma indefinida, puesto que, más allá de la pérdida de propiedades, puede llegar a tener consecuencias para la salud.
No obstante, es complicado determinar el momento en el que el aceite ha terminado su ciclo útil. Normalmente, el aceite que usamos para freír alcanza los 180 °C, temperatura a partir de la cual comienza a deteriorarse. Algunas señales de que se ha degradado en exceso son un olor o sabor rancio, si tiene gran cantidad de residuos de otros alimentos o si se forma gran cantidad de espuma.
En otros casos, aunque no existan indicativos de este tipo, pueden llegar a tener efectos negativos en la salud. "La mejor opción siempre sería no reutilizar el aceite; pero podría reutilizarse alguna vez o no dependiendo del tipo de aceite empleado, la temperatura alcanzada y el alimento que se haya cocinado", explica Lourdes Bosch Juan, doctora en Farmacia y profesora del Grado en Nutrición Humana y Dietética de la Universidad CEU Cardenal Herrera a la revista Cuidate Plus.
Los riesgos
Cuando se cocina con aceite usado más de tres veces, esto puede tener efectos en la salud, puesto que afecta a su composición nutricional, con la pérdida de ácidos grasos esenciales y vitaminas, así como a sus características de textura, aroma y color. Durante estos procesos, pueden generarse sustancias tóxicas, como los peróxidos y radicales libres.
Por otra parte, cuando se calienta a altas temperaturas se forman ácidos grasos trans, los cuales pueden derivar en enfermedades cardiovasculares, por lo que los expertos recomiendan no sobrecalentarlo más allá de los 220 °C. En cualquier caso, no es lo mismo el aceite de oliva que el de girasol, puesto que el de oliva, aunque es más beneficioso para la salud, tiende a deteriorarse más fácilmente.
Algunas recomendaciones a la hora de usar el aceite es procurar que no llegue a humear, ya que aumenta la generación de estas sustancias tóxicas. En el caso de que vaya a reutilizarse, debería filtrarse rápidamente para eliminar los restos de los alimentos que pudieran quedar. En cuanto al almacenamiento, debe guardarse en ambientes sin luz y alejados de cualquier fuente de calor.
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