¿Qué es la misokinesia? El trastorno psicológico poco conocido que afecta a una de cada tres personas

Mover la pierna constantemente, morder un lápiz o dar pequeños toques con los dedos sobre una mesa son algunas de las manías de muchas personas que causan una gran irritación en otras personas que están a su alrededor. Un estudio científico desarrollado por la Universidad de Columbia trató de estudiar las características de este trastorno, el cual se denomina misokinesia.

La misokinesia es un rasgo psicológico que se basa en el malestar o la incomodidad al ver y/o escuchar a alguien que no para de hacer ruidos o movimientos corporales repetitivos, algo que puede condicionar en gran medida las relaciones con las personas de nuestro entorno.

En la investigación liderada por el psicólogo Sumeet Jaswal y publicada en la revista Nature contó con la participación de más de 4.000 individuos y se descubrió que se trata de un fenómeno que afecta a más personas de las que se creía, evaluando su impacto y los posibles orígenes del fenómeno.

Misokinesia vs. misofonía

"Aproximadamente un tercio de las personas encuestadas informaron algún grado de sensibilidad a la misokinesia en su vida diaria", explicaron los autores del estudio. En ocasiones, la misokinesia suele asociarse con la misofonía, una reacción intensa y negativa a escuchar determinados sonidos que para la mayoría de las personas son casi imperceptibles, como la respiración fuerte o sorber con una pajita.

Una de las principales conclusiones de este estudio es que se trata de una afección que varía su grado dependiendo de la persona, pues mientras que para algunos es una simple molestia, en otros casos llegan a sentirse altamente afectados. "Algunos incluso evitan las actividades sociales debido a este trastorno", indicaron los expertos.

La causa

Una de las principales causas de esto podría ser una mayor sensibilidad visual, es decir, la dificultad para ignorar estímulos distractores en el campo visual periférico. Si bien, no se encontró una evidencia concreta de que los mecanismos automáticos de atención visual contribuyan significativamente a este problema, podría relacionarse con la dificultad de muchas personas de "desconectarse del estímulo visual".

Otra de las hipótesis que barajan es que también podrían estar involucradas las llamadas "neuronas espejo", las cuales se activan cuando nos movemos o cuando vemos a otras personas moverse. Un ejemplo de ello es cuando dos personas bostezan a la vez.