Salud Bienestar

Los mejores alimentos probióticos que ayudan a cuidar tu microbiota intestinal y otros beneficios que puedes obtener

Foto: iStock

Los probióticos son una serie de bacterias beneficiosas para la salud las cuales se encuentran en el intestino y contribuyen a la salud general de todo el organismo, facilitando las digestiones, ayudando a la absorción de nutrientes, así como al fortalecimiento del sistema inmunológico. El desequilibrio de estas bacterias puede darse debido a múltiples factores, como el consumo de antibióticos o una mala alimentación.

Los alimentos ricos en fibra son especialmente beneficiosos para el sistema digestivo, al igual que los alimentos probióticos, que aportan más diversidad y refuerzan la microbiota. Por ejemplo, los expertos aconsejan incluir alimentos fermentados a la dieta en el día a día, tantos como sea posible. El alimento probiótico más popular es el yogur, aunque existen otros también muy beneficiosos y no tan conocidos.

La leche debe incluir dos especies de bacterias que la convierten en yogur: Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus y Streptococcus thermophilus. El contenido de probióticos en el yogur oscila entre los 90 mil millones y los 500 mil millones de unidades formadoras de colonias (UFC) por porción. Este alimento puede consumirse tanto al natural como para la elaboración de algunas salsas.

Hortalizas fermentadas

Otro de estos alimentos ricos en probióticos es el chucrut, un repollo fermentado con bacterias lácticas y que es considerado una comida tradicional en muchos países de Europa central y del este, consumido como guarnición. Más allá de las bacterias ideales para la salud, es una buena fuente de fibra, hierro, potasio y vitaminas C y K. El chucrut reduce la inflamación, mejora la inmunidad e, incluso, puede ayudar a prevenir el cáncer de colon.

Por su parte, el kimchi es también una preparación similar al chucrut. En este caso se elabora a pase de repollo o rábano, cebolletas, ajo, jengibre, marisco o pescado y chile en polvo. Algunos estudios vinculan el consumo recurrente de este con una presión arterial más baja y unos niveles de glucosa más bajos.

Una bebida

El miso, en cambio, es condimento muy popular de la cocina japonesa, elaborado a partir de habas de soja fermentadas. El miso se prepara como una sopa a la que se le añaden otros ingredientes y, además de contribuir a una buena digestión, reduce los gases, la inflamación y promueve una mejor asimilación de los nutrientes.

El alimento fermentado por excelencia probablemente sea la kombucha, una bebida a partir de la fermentación del té negro o verde. En los últimos años se está popularizando esta bebida como sustituto de refrescos y otras bebidas azucaradas. Aunque es segura, los expertos desaconsejan su consumo en personas con enfermedad hepática, renal o a diabéticos, por sus posibles efectos secundarios.

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