Salud Bienestar

El ejercicio que deben hacer todas las personas mayores de 65 años para evitar problemas en las piernas

Fuente: iStock

El envejecimiento provoca en la mayoría de los casos un mayor deterioro físico y cognitivo, de ahí que actividades que hace un tiempo se hacían con total normalidad ahora resulten más complicadas. Una de las partes donde más se notan estas dolencias es en las piernas, de ahí que los expertos recomienden la práctica de ejercicio para prevenir este tipo de afecciones.

Si bien en los últimos meses se ha popularizado enormemente el yoga o el pilates, la natación podría tener aún más cantidad de beneficios para la salud. Concretamente, porque trabaja todo el tren inferior, ayuda a mejorar la circulación y a relajar todo el cuerpo, todo ello sin dañar tanto las articulaciones como otras actividades. Además, se trata de una actividad especialmente refrescante, ideal ante la llegada de los meses de más calor.

El ejercicio dentro del agua reduce el peso corporal, lo que hace que haya menor presión en las rodillas, tobillos y caderas, donde cada movimiento activa los músculos evitando el desgaste propio de los entrenamientos "en seco". La Fundación Española del Corazón también advierte de que se trata de una de las actividades físicas más recomendadas para las personas mayores, ya que también baja la frecuencia cardíaca y reduce el esfuerzo que tiene que hacer el corazón.

Cómo empezar con 65 años

Para empezar con la natación a partir de los 65 años y prevenir los posibles dolores en las piernas, en primer lugar, lo más recomendable es consultar con un experto o bien participar en clases adaptadas a personas de esta edad. Los expertos recomiendan empezar con intervalos de 15 a 20 minutos unas dos veces por semana y, a medida que se observen resultados, se puede aumentar la frecuencia o la intensidad.

En términos generales, numerosas investigaciones demuestran que la natación es probablemente uno de los mejores deportes que existen, puesto que además de no tener efectos perjudiciales en las articulaciones, mejora la circulación y la eficacia cardiovascular, además de disminuir el riesgo de sufrir un infarto o ictus.

Otros beneficios

En los casos en los que se busquen perder peso, algunos estudios han demostrado que la repetición y los movimientos que se hacen al nadar logran aumentar el metabolismo y quemar gran cantidad de calorías. Según este, una persona de 70 kilos puede llegar a quemar más de 280 calorías por hora nadando a un ritmo moderado, aunque puede llegar a quemar hasta 700 calorías si lo hace a un ritmo más intenso.

Por último, permanecer en el agua fría ayuda también a aumentar el flujo sanguíneo y provoca la liberación de hormonas como la serotonina y la dopamina, lo que mejora de forma significativa el estado de ánimo. La práctica de este deporte puede reducir los síntomas de la ansiedad y la depresión, así como contribuir a un mejor descanso por la noche.

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