La menopausia masculina: síntomas y qué ocurre si aparece antes de tiempo

La menopausia es la interrupción definitiva de la menstruación en mujeres y suele ocurrir entre los 40 y los 50 años, y conlleva una serie de síntomas como los sofocos, alteraciones del sueño, disminución de la energía o cambios en el estado de ánimo. Aunque hace un tiempo era todo un tabú, hoy en día se habla abiertamente y se tiene bastante conocimiento al respecto. No obstante, aunque creas que es un mito, esto también se da en hombres.

Este fenómeno es el que se conoce como andropausia y un 82% de hombres la presentan a partir de los 50 años, cuando se produce un envejecimiento desde el punto de vista reproductivo y sexual. A pesar de que realmente no es tan similar a la menopausia, sí que presenta síntomas comunes como la disminución del deseo sexual y disfunción eréctil.

Otras de las patologías que pueden manifestarse es la depresión, irritabilidad, falta de concentración, pérdida de memoria, una menor energía, dificultades para conciliar el sueño y un deterioro tanto óseo como muscular, según explica Alimente.

Diferencias

Una de las principales diferencias entre la menopausia y la andropausia radica en los tiempos en los que se desarrolla. En el caso de la andropausia, la realidad es que esta se produce gradualmente desde los 35 años, aproximadamente: "En los hombres el descenso de testosterona ocurre de forma progresiva a partir de los 35 años y rara vez existe un déficit total", explica el urólogo Nelson Díez.

Por su parte, en el caso de la menopausia esta se produce en un periodo de tiempo "corto", dándose una ausencia casi total de estrógenos, donde la fertilidad de la mujer desaparece completamente. En el caso del hombre, se mantiene fértil durante toda su vida, aunque la cantidad y calidad del esperma es peor.

Cómo ralentizar su llegada

Si bien no es posible evitar que esto se dé en un momento dado en la vida de los hombres, se puede ralentizar la aparición de los síntomas más graves, mediante una adecuada alimentación, la realización de deporte varias veces a la semana y llevar un estilo de vida saludable en general.

Si aparece de forma temprana, existen tratamientos hormonales sustitutivos cuando aparece un déficit de testosterona en edades más tempranas. Este tipo de terapias introducen vía transdérmica e intramuscular la hormona, con el fin de restablecer a los valores normales.