Una experta en descanso advierte de los efectos perjudiciales de posponer el despertador: "Puede interrumpir etapas vitales del sueño"

Cuando suena el despertador cada mañana, es habitual que muchas personas opten por darle al botón de "posponer", con el fin de dormir unos minutos más. Aunque probablemente parece un acto inocente que hace la mayoría de las personas, la realidad es que puede tener efectos negativos en la salud, según recoge CNN.

Rebecca Robbins, científica del sueño en la División de Trastornos del Sueño y Circadianos del Hospital Brigham, sugiere que la alarma con repetición podría incluso llegar a costarnos sueño: "Esa primera alarma puede interrumpir etapas vitales del sueño, y cualquier cosa que puedas conseguir después de presionar la alarma probablemente será un sueño de baja calidad y fragmentado".

Poco probable que se regrese a la fase REM

Según un estudio liderado por esta, las personas que posponen la alarma duermen un promedio de 11 minutos más, lo que equivale a una noche de sueño al mes durmiendo. Sin embargo, "cuando se presiona el botón de repetición, especialmente durante unos minutos, es poco probable que se regrese a la fase REM".

Mientras dormimos, el cerebro pasa por diferentes etapas de la actividad neurológica y es aproximadamente en la segunda mitad de la noche cuando se produce la fase REM, en la que se da la mayor parte de los sueños. Esta fase es imprescindible para la función cognitiva y la consolidación de la memoria.

Sin consenso sobre si es más perjudicial o no

Sin embargo, no hay consenso sobre si este sueño más ligero, logrado durante una sesión de repetición, es realmente más perjudicial que beneficioso. Por una parte, perder un sueño de calidad en lugar de simplemente despertarse más tarde puede aumentar el riesgo de deterioro cognitivo y bajar el estado de ánimo. Por otro lado, las personas noctámbulas podrían beneficiarse de este hábito, ya que les ayuda a pasar de etapas de sueño más profundas a la vigilia.

"En un mundo ideal, no dependeríamos del despertador en absoluto", afirma Robbins. Por este motivo, uno de los hábitos más ideales es programar la alarma para que coincida con el amanecer y permitir que la luz natural entre por las ventanas por la mañana, para indicarle a tu cuerpo que se despierte.