
La rosácea es una enfermedad crónica de la piel que causa enrojecimiento, inflamación y otros síntomas en la cara. Es una de las enfermedades cutáneas más comunes, que afecta a millones de personas en todo el mundo. La rosácea suele afectar a personas de piel clara entre los 30 y los 50 años, pero puede presentarse a cualquier edad.
Síntomas de la rosácea
Los síntomas de la rosácea varían de una persona a otra, pero los más comunes pueden incluir:
- Enrojecimiento facial: el enrojecimiento puede ser temporal o permanente, y puede afectar a toda la cara o solo a ciertas áreas, como las mejillas, la nariz o la frente.
- Vasos sanguíneos visibles: los vasos sanguíneos pequeños pueden volverse visibles en la superficie de la piel, lo que se conoce como telangiectasias.
- Brillos: la piel puede verse grasosa y brillante, incluso si está seca.
- Granitos: pueden aparecer pequeñas protuberancias rojas o pústulas en la cara, similares al acné.
- Ojos irritados: la rosácea también puede afectar los ojos, causando irritación, sequedad y enrojecimiento.
- Sensibilidad cutánea: la piel puede ser sensible al tacto, a los productos cosméticos y a otros factores ambientales.
Tipos de rosácea
Existen cuatro tipos principales de rosácea:
- Rosácea eritematotelangiectásica: es el tipo más común y se caracteriza por enrojecimiento, vasos sanguíneos visibles y sensibilidad cutánea.
- Rosácea papulopustulosa: se caracteriza por la aparición de granos y pústulas.
- Rosácea fimatosa: es una forma menos común que causa engrosamiento de la piel, especialmente en la nariz.
- Rosácea ocular: afecta los ojos, causando irritación, sequedad y enrojecimiento.
Causas de la rosácea
Aunque se desconoce la causa exacta de la rosácea, se cree que es una combinación de factores genéticos y ambientales. Los desencadenantes más comunes de los brotes de rosácea son:
- Luz solar: la exposición al sol puede empeorar los síntomas de la rosácea.
- Calor: el calor extremo puede desencadenar un brote.
- Alimentos picantes o calientes: algunos alimentos picantes o calientes pueden desencadenar un brote.
- Alcohol: el alcohol puede empeorar los síntomas de la rosácea.
- Ejercicio: el ejercicio intenso puede desencadenar un brote.
- Estrés: el estrés emocional puede empeorar los síntomas de la rosácea.
Tratamiento de la rosácea

No existe una cura para la rosácea, pero hay tratamientos disponibles que pueden ayudar a controlar los síntomas y prevenir los brotes. El tratamiento suele depender del tipo de rosácea y de la gravedad de los síntomas:
- Medicamentos tópicos: se aplican directamente sobre la piel y pueden ayudar a reducir el enrojecimiento, la inflamación y los granos.
- Antibióticos orales: se pueden recetar para tratar la rosácea papulopustulosa o fimatosa.
- Isotretinoína: es un medicamento oral fuerte que se usa para tratar casos graves de rosácea.
- Terapia con láser: se puede usar para tratar los vasos sanguíneos visibles.
- Cirugía: en casos raros, se puede realizar una cirugía para eliminar el exceso de piel de la nariz.
Además del tratamiento médico, hay una serie de cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a controlar los síntomas de la rosácea y prevenir los brotes:
- Evitar los desencadenantes: es importante identificar y evitar los desencadenantes que empeoran los síntomas, como la luz solar, el calor, los alimentos picantes o calientes, el alcohol y el estrés.
- Usar protector solar: es importante usar un protector solar de amplio espectro con un SPF de 30 o más todos los días, incluso en días nublados.
- Cuidar la piel con suavidad: se debe usar un limpiador facial suave y productos cosméticos no irritantes.
- Seguir una dieta sana: una dieta saludable puede ayudar a mejorar la salud general de la piel.
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