Retail - Consumo

El campo marroquí conquista España con su 'fruta del desierto' mientras que la huerta española se convierte en una máquina exportadora

  • Ha disparado de 800 millones a 1.000 millones las ventas en España desde 2021
  • Ya suponen un cuarto de todas las importaciones de fruta y verdura
  • Pero la huerta española alcanza una facturación récord de 20.000 millones 
Plantación en el desierto (Getty)

Una tendencia está pasando bajo el radar en España. Los supermercados españoles se están llenando a marchas forzadas de frutas y verduras marroquíes. Los menores precios han empujado a que el país magrebí crezca de forma exponencial en la península ibérica ganando cada vez más terreno y quitando cuota de mercado a las firmas españolas, que están buscando crecimiento fuera de nuestras fronteras. Según la Federación de Productores Exportadores de Frutas Hortalizas, Flores y plantas vivas, Marruecos ha aumentado sus envíos a España un 23% solo en el primer trimestre del año. Según la cámara de comercio, esto forma parte de una 'machada' en la que este país ha pasado en 2021 de enviar solo 805 millones de euros a superar la barrera de los 1.071 millones. Pese a todo, el campo español vive una época dorada con exportaciones crecientes y mostrando cierta progresión en una economía dominada por los servicios.

Fuentes del sector agrícola comentan que el motivo detrás de este auge del 33% tiene su origen (en parte) en las mismas compañías del viejo continente e incluso españolas que acuden a este país por las ventajas que ofrece su plan 'Terre verte', una iniciativa de la Unión Europea por la que se busca potenciar la producción de Marruecos, como socio cercano. Con una inversión de 115 millones de euros se busca "crear una gran cadena de valor agrícola". La idea detrás del proyecto es potenciar la producción de países cercanos para que, en caso de problemas en los precios, siempre está garantizado el suministro alimentario a buenos precios.

Según explicaba la propia Comisión Europea hace dos años "la guerra de Ucrania amenaza con exacerbar tensiones en los mercados alimentarios" y apoyando a Marruecos "pretendemos apoyar el desarrollo de prácticas agrícolas sostenibles". Al margen de esta inversión de la UE, Marruecos lleva inmerso durante años en un ambicioso plan para convertirse en una gran potencia agrícola de primer orden, con Europa como su principal mercado. Al margen de estas ayudas, fuentes del sector explicaban que "cada vez Marruecos nos vende más y eso penaliza a los productores nacionales".

Pero no es solo lo que hace la UE, desde el mismo Marruecos se está realizando una gran inversión para convertir el Sahara en un pulmón alimentario de Europa y una fuente de crecimiento económico. El Plan Marruecos Verde dentro del propio país lleva en marcha desde 2008, pero 2020 se dio un impulso totalmente nuevo al mismo con una revisión para toda la década. Todo esto se ha fundamentado en un potente desarrollo del riego y gestión del agua, programas de mejoras de salarios en el campo y una mega expansión de invernaderos en Souss (Agadir) al borde del desierto del Sahara. Los resultados han emergido rápidamente con unas exportaciones que ya han crecido un 63% en valor desde 2019.

España se ha convertido en uno de los destinos clave para toda esta nueva oferta. Según datos de la Cámara de Comercio las frutas y hortalizas del país bereber ya suponen un 24,5% de todas las que importa España cuando en 2021 apenas llegaba al 17%. El ejemplo paradigmático de este fenómeno es el tomate. Desde FEPEX muestran su preocupación por este fenómeno como punta de lanza de una expansión mucho mayor. "La importación española de frutas y hortalizas frescas procedentes de Marruecos en el primer cuatrimestre del año experimentó un crecimiento interanual del 28%, totalizando 672 millones de euros, siendo el país que más creció, reforzándose como primer proveedor del mercado de importación español que se situó en 2.006 millones de euros".

Según la patronal, las hortalizas ya suponen cerca del 33% de las importaciones españolas. "En volumen, la importación procedente de Marruecos también creció fuertemente, un 26% respecto al primer cuatrimestre de 2024, totalizando 254.385 toneladas. En los últimos cinco años, las compras de frutas y hortalizas frescas al país magrebí aumentaron un 13%".

Según los expertos de la institución esta llegada de productos se está viendo incentivada por "la aplicación ineficaz del acuerdo de asociación con 2012, que en teoría debería imponer precios de entrada para proteger la producción comunitaria y no se está defendiendo". Desde FEPEX añaden que en Marruecos "está habiendo un crecimiento de las explotaciones de invernaderos en el Sahara occidental, algo que agudizará el desplazamiento del mercado comunitario que ya sufren los productores".

Huerto en Souss-Massa-Draa (Reuters)
Huerto en Souss-Massa-Draa (Reuters)

Andrés Góngora, secretario provincial de COAG Almería, asegura en declaraciones a elEconomista.es que la mayor parte de las frutas y hortalizas que se consumen en España se producen dentro del país, "otra cosa es que el producto de Marruecos pase por España y tenga como destino algún país comunitario y extracomunitario, sí ocurre que algunas empresas traen productos de Marruecos, lo envasan y acaban exportándolo. Ese dato puede aparecer como un producto marroquí comprado por España, pero no necesariamente quiere decir que se haya consumido por los españoles. En cualquier caso no es positivo, por eso denunciamos la competencia desleal de Marruecos. Uno de los productos más representativo como es el tomate, aunque pase por España, la mayor parte va directamente a Francia", sentencia este experto.

"No es que exportemos porque se venda mejor fuera de España que dentro, hay que tener en cuenta que la mayor parte de los supermercados o cadenas que compran este producto tienen sedes fuera, por lo que se puede decir que son de un país concreto", asegura el experto de COAG. Sin embargo, al igual que ocurre con Países Bajos (la mayor potencia exportadora de Europa de productos agroalimentarios) es complicado descifrar qué parte de las exportaciones españolas son productores marroquíes envasados en España (algo que también genera valor añadido) o qué parte son realmente productos españoles desde la semilla al fruto y que terminan en el resto de Europa. Sea como fuere, España se ha convertido en una auténtica máquina exportadora de productos agroalimentarios.

En definitiva, el campo español está perdiendo terreno en su propio territorio y el peso de países fuera de la UE sobre el consumo ya supera el 40%. Todo esto no es solo gracias a Marruecos, otros países como Costa Rica, Perú, Brasil o Sudáfrica crecen con gran potencia en el mercado ibérico. Todo ello gracias, en buena medida, a unos precios más competitivos por sus costes laborales y, según los diversos representantes del campo español, un incumplimiento de los criterios que los locales si tienen que cumplir de prácticas agrícolas, sostenibilidad y seguridad alimentaria.

Esto supone una amenaza para un sector que es totalmente capital para la economía española. La producción nacional de frutas, verduras y hortalizas no solo es la segunda más grande de toda Europa, sino que representa el 2,3% del PIB. Sin embargo, a pesar de que los productores de fuera de la UE puedan poner en riesgo este segmento la realidad es que, de momento, el sector vive un momento dulce en que este es solo un elemento de preocupación mientras todo lo demás parece funcionar.

El campo español vive un gran momento

Marruecos crece en España, pero España crece en Europa. Los analistas de CaixaBank Research apuntan en una nota que "las exportaciones del sector agroalimentario español se están comportando satisfactoriamente en el complejo entorno de los últimos años, marcado por condiciones meteorológicas adversas, tensiones comerciales y aumento de costes. El crecimiento del volumen registrado en 2024 ha truncado dos años de descensos. Esto se debe, en gran medida, al dinamismo de las ventas de frutas, legumbres y hortalizas, que han compensado el deterioro de las exportaciones de carne, que no han logrado recuperar los excepcionales niveles registrados previamente, a pesar de que China ha superado el impacto de la peste porcina africana", aseguran en un informe sobre el sector agroalimentario español.

"De esta forma, el sector se consolida como el principal motor de las exportaciones españolas de bienes y mantiene la posición del país entre las principales potencias exportadoras de productos agrícolas a nivel mundial. Entre los factores que explican esta fortaleza, además de la probada competitividad del sector, también se encuentra la alta diversificación de sus destinos de exportación, lo que lo hace muy resistente a posibles impactos", aseguran desde el banco catalán.

"A nivel mundial, España ocupó el octavo puesto en el ranking de países exportadores de productos agrícolas, con una cuota del 3,2%"

España es la octava potencia mundial en exportaciones agroalimentarias, una posición que supera con creces al duodécimo puesto que ocupa la economía española en el ranking global de PIB (gracias a que en 2024 ha adelantado tres posiciones). "A nivel mundial, España ocupó el octavo puesto (en términos de valor, según los últimos datos disponibles de la OMC) en el ranking de países exportadores de productos agrícolas, con una cuota del 3,2%. Esta cifra supera con creces el 1,7% de las exportaciones totales de todos los productos españoles. A pesar de una ligera caída (0,1 pp) con respecto al período 2014-2019, España ha mantenido su posición en el ranking: entre los 10 primeros del mundo, solo Canadá, Indonesia y Brasil han aumentado su cuota de exportación, mientras que entre los países europeos, España ha evolucionado mejor que Alemania, Francia y los Países Bajos, que son los países con mayor cuota de exportación del continente", aseguran desde CaixaBank. Todo hace indicar que esta situación está mejorando..

Esto se ve en el PIB agroalimentario creció un 3,9% el pasado año hasta alcanzar los 125.160 millones de euros, según datos de Cajamar. Esto es el sector primario en general pero, ya centrando el tiro en las frutas y hortalizas, el último informe de AECOC muestra un una facturación el interanual (hasta marzo) trimestre de 2025 de 15.200 millones de euros, un crecimiento del 8% respecto al año anterior y con las frutas siendo las protagonistas con un crecimiento del 10% en valor.

La clave, según la asociación, fueron las exportaciones, pues España se convirtió ya en 2024 en el mayor vendedor al exterior de toda la UE con 12,3 millones de toneladas. Para la mitad de las empresas las exportaciones representan un 50% o más de su facturación. Las cifras de DBK coinciden alegando que se está dando un máximo histórico con 17.521 millones de facturación en el exterior en 2024. Según sus datos un 70% del valor que generó las hortalizas y la fruta se dio gracias a las ventas al exterior.

"Las importaciones citrícolas de países terceros con destino a la UE ascendieron en 2024 a 1.748 millones, un 23% más que hace cinco años"

Una mayor demanda interna y un poderoso boom en las exportaciones al resto de Europa son lo que explica el éxito que está teniendo el sector español. Desde Asaja comentan que la competencia con terceros países fuera de la UE está lastrando mucho en cualquier caso tanto sus ventas locales como su impulso internacional. "No estamos pudiendo exportar más por las importaciones de terceros países que nos quitan cuota de mercado al no cumplir con estándares sanitarios, medioambientales y laborales que entran en Europa a un menor coste".

Para Asaja el ejemplo paradigmático de la extraña situación del campo español, con cada vez más presencia de terceros países pero con una gran facturación, es un producto tan insigne como la naranja valenciana. "Los cítricos son un ejemplo paradigmático. Las exportaciones citrícolas ascendieron a 2.341 millones en valor, la segunda mayor campaña". La asociación explica que "Europa (UE+Reino Unido) acaparó el 97% de las exportaciones pero los envíos cítricos nacionales cayeron un 11% respecto a la media histórica de los últimos cinco ejercicios":

Por su parte Asaja explica que "también según datos oficiales del Ministerio, las importaciones citrícolas de países terceros con destino a la UE ascendieron en 2024 a 1.748 millones, un 23% más que hace cinco años (1.410 millones en 2019)". Además, lamentan que "pese a ser líderes en exportación, los beneficios no se reparten de una forma equilibrada Los agentes que están entre el productor y el consumidor abusan con sus ganancias, dejando poco margen a agricultores y ganaderos".

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