
Después de que su continuidad penda de un hilo desde hace más de un año, la supervivencia del fabricante textil Marie Claire por fin se despeja tras un concurso de acreedores y un proceso de venta de su unidad productiva que ha apurado los plazos al máximo.
El juzgado mercantil de Castellón ha autorizado finalmente la venta de la unidad productiva de Marie Claire a la oferta presentada por las empresas For Men y Koltex, según han confirmado fuentes sindicales de UGT y de la Conselleria de Innovación de la Generalitat Valenciana.
El propio juzgado había emitido un auto hace mes y medio en que no autorizaba la venta a esta oferta, la única que se consideraba viable, después de que el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) ejerciera su derecho a veto al acuerdo como acreedor con condiciones especiales. Un rechazo que se basaba en que consideraba que no se garantizaba su deuda y que el comprador no asumía instalaciones con hipotecas a cargo del Fogasa que se consideraban imprescindibles para garantizar la actividad.
La postura del organismo público provocó un choque con la Generalitat Valenciana, el mayor acreedor de la empresa a través del IVF después de financiar con cerca de 24 millones de euros a la firma de Castellón y a su fallido rescate. En su caso había aceptado perder la mayoría de la deuda para facilitar este nuevo intento de continuidad.
Finalmente, los recursos de todas las partes y el acercamiento entre los compradores, la empresa For Men en alianza con la polaca Koltex, y el Fogasa, por el que se han mejorado las garantías para que el organismo que asume las indemnizaciones a los trabajadores finalmente haya levantado su veto, han permitido a la jueza emitir el nuevo auto.
La oferta contempla mantener a los trabajadores que llevan en ERTE desde hace cerca de un año, algo más de 70, después de que la empresa despidiese a más de un centenar antes de entrar en el concurso de acreedores. Para ello contempla mantener la actividad de la planta de Villafranca del Cid, en el interior del Castellón, una zona limítrofe con Teruel y en la que el histórico fabricante de medias ha sido hasta ahora el mayor motor económico.
Larga crisis
La empresa llegó a emplear a más de 600 personas antes de su larga crisis, que arrancó cuando perdió uno de sus principales contratos de suministro a una multinacional. A ello se sumaron desde las inclemencias meteorológicas, con una nevada que destrozó parte de su tejado, a la pandemia del Covid, que con el cierre del comercio supuso la puntilla a su delicada situación económica.
En 2021 la firma A2D Business Retail, propiedad de David Lasheras y Álvaro Bordils, vinculados al grupo B2Tex que recientemente ha sido adquirido, cerraron un acuerdo para rescatar la empresa con el apoyo de la financiación pública de la Generalitat Valenciana. Sin embargo, apenas dos años después tiraron la toalla y ahora serán los nuevos dueños los que traten de reflotar una empresa que desde hace más de un siglo es esencia en el interior de Castellón.
Tras conocerse el auto del juzgado, la consellera de Innovación, Nuria Montes ha señalado que espera que el Consell pueda reunirse con los nuevos gestores, los sindicatos y las autoridades municipales "a la mayor brevedad posible para planificar la operativa de la nueva fábrica".
Para el Consell, "cualquier iniciativa que lleve a retomar el proceso productivo con esta fábrica tan importante para Villafranca y toda la zona y toda la comarca es un hecho muy positivo".