Deoleo afianza su liderazgo en el mercado de aceite de oliva en plena escalada de los precios. La compañía propietaria de marcas como Carbonell o Koipe ha cedido en el último año ocho décimas de cuota, pero aún así mantiene una participación del 12,5%, lo que la sitúa muy por delante todavía del resto de sus competidores. De hecho, su participación se mantiene muy estable en los últimos años.
La segunda posición es para Acesur, el grupo andaluz dueño de marcas como Coosur o La Española, con el 9,5% de cuota, dos décimas más que hace un año y casi un punto y medio más que en 2021, y de Migasa con el 5,9%, una décima menos, de acuerdo con datos del mercado a los que ha tenido acceso este periódico. Muy por detrás ya queda Borges que, aunque ha incrementado su participación, únicamente tiene el 1,2% del mercado.
Después de una subida de los precios del 52% en el último año, se está produciendo asimismo un crecimiento de las marcas de la distribución, que incrementan su participación en casi un punto porcentual y alcanzan el 52,8% del total del mercado. Es, en cualquier caso, el mismo nivel que tenían prácticamente en 2021. Por marcas, la primera posición en aceite de oliva es de Carbonell, que tiene el 10,5% del mercado; seguida de Coosur, con el 5,4%; La Española, con el 3,4%, Hojiblanca, con el 2,1%, y Borges, con el 1,2%. Si se tienen en cuenta no solo las ventas de aceite de oliva sino también las del resto, como girasol u otras semillas, Deoleo también mantiene una posición de liderazgo con el 10,38% del mercado, seguida igualmente de Acesur, que concentra el 6,29% de participación.
Evolución de las ventas
De acuerdo con los datos de la consultora NQ, la antigua Nielsen, entre agosto de 2022 y agosto de 2023 el sector del aceite alcanzó unas ventas de 1.866 millones de euros en los supermercados, lo que supone un incremento del 15,3% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior debido precisamente a la subida de los precios. Si se tienen en cuenta solo las venta de aceite de oliva, la subida, sin embargo es algo mayor, del 20%. De hecho, las ventas de aceite de oliva virgen suben aún más, un 30,8%, hasta 153,3 millones de euros y las de virgen extra se incrementan un 20,9%, hasta 623,9 millones. Las ventas en volumen, sin embargo, están cayendo. En el último año móvil, entre agosto de 2022 y el mismo mes de este año, según NQ, el descenso es del 7%.

Lejos de frenarse, la caída del consumo va a más cada mes, según se van incrementando los precios. De hecho, según los datos de la Asociación Nacional de Industriales, Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac) publicados el pasado viernes, las ventas de aceite de oliva –incluyendo el virgen, virgen extra, suave e intenso– ascendieron a 170,6 millones de litros entre enero y agosto de este año, lo que supone un descenso del 17,3% respecto al mismo periodo del año anterior.
En un contexto marcado por una metereología adversa, la fuerte caída de la producción y la inflación, Deoleo destacó el pasado lunes en la presentación de sus resultados que ha logrado aumentar el valor de sus ventas en un 0,6%, hasta 400, 9 millones de euros.
Acopio de stock
En uno de los semestres más retadores de la historia reciente del sector tanto por la falta de lluvias como por los episodios de calor extremo y prolongado, la compañía explica que ha utilizado su fuerte capilaridad "para hacer acopio de mayores volúmenes de stocks", con lo que consigue "asegurar tanto la calidad como la disponibilidad de los productos".
Toda la industria aceitera, de hecho, está comprando aceite fuera de España después de que la producción se haya hundido en la última campaña, hasta 680.000 toneladas, la mitad que la media de los últimos años. Y la campaña actual no es mucho mejor y en el mejor de los casos solo se alcanzarán las 750.000 toneladas.
Las previsiones así de evolución de precios son malas. En una entrevista con elEconomista.es el pasado sábado el presidente de Asaja, Pedro Barato, advertía ya de que los precios no bajarán a corto plazo, teniendo en cuenta que los costes se han duplicado y Deoleo también lo ha dejado claro. Ante la falta de aceite en el mercado, la compañía explica que "tenemos por delante la segunda mitad del año en la que debemos seguir realizando subidas de precio a nuestros clientes, gestionando las promociones para mantener las cuotas y salvaguardando el margen unitario".

La difícil situación que se está viviendo en el sector ha provocado además que CVC, accionista mayoritario de Deoleo, haya dejado en stand by el proceso de búsqueda de un socio industrial. Ante la retirada de empresas competidoras como Acesur, Dcoop o Borges, todo apunta ahora a la entrada de un nuevo fondo.