Valencia
La cadena de supermercados Mercadona aprobó a finales del año pasado conceder un préstamo por valor de 250 millones de euros a uno de sus accionistas, Fernando Roig, hermano del presidente de la empresa y dueño de alrededor del 9% de la cadena de distribución.
Según desvelan las cuentas anuales de Mercadona, la operación de financiación a precio de mercado y por un plazo de 5 años se concedió a Portovan, sociedad de Fernando Roig, y se incluyó como garantía parte de las acciones de la propia compañía que posee el empresario. En concreto, 4.025 títulos que representan el 3,23% del capital de la sociedad.
El hermano de Juan Roig es el dueño del mayor fabricante de azulejos de España y de Europa, el Grupo Pamesa, una industria que se ha visto duramente golpeada por la subida de los precios del gas el año pasado y que llevó al empresario incluso al cierre de una de las filiales del grupo y a parar durante meses la actividad en sus plantas de cogeneración eléctrica.
Según el Grupo Pamesa, la financiación obtenida por Portovan se está destinando a inversiones, en parte en el campo de las energías renovables y en concreto en plantas de generación de combustible basados en el hidrógeno, una alternativa con la que el fabricante castellonense busca sustituir al gas natural en los hornos de sus fábricas.
De hecho, Pamesa entró el año pasado en la empresa norteamericana eCombustible, que desarrolla este sistema y estimó en 500 millones de dólares el contrato para abastecer al grupo azulejero durante 10 años. Además, la empresa de Roig anunció su intención de crear una planta piloto en Onda.
Los intereses
La memoria de las cuentas de Mercadona explica que "en el citado contrato se establece que esta garantía disminuirá proporcionalmente conforme a la amortización del préstamo". Además, señala que los intereses devengados durante el presente ejercicio han ascendido a 1,6 millones de euros, que están pendientes de cobro en su totalidad.
Fernando Roig ya ha recurrido en anteriores ocasiones a operaciones con sus títulos de Mercadona para financiar tanto a Pamesa como al Villarreal Club de Fútbol. Así en 2012 se desprendió de un 2,4% que traspasó a la propia empresa de distribución para hacer frente a las pérdidas del equipo de fútbol tras su descenso de categoría.
