
A.B FOODS
10:41:02
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El modelo de negocio de Primark está contra las cuerdas. Aún recuperando el aire que le robó una pandemia que casi le ahoga, la cadena low cost lucha ahora por sobrevivir a la inestabilidad actual en la que está sumida principalmente por los precios de la energía.
Associated British Foods (ABF), grupo dueño de Primark, ha advertido que las ganancias caerán en el próximo año fiscal debido al encarecimiento de los costes de producción y al fortalecimiento del dólar, moneda en la que compra la mayor parte de su ropa. Todo esto con la libra, moneda en la que presenta sus resultados, en su nivel más bajo desde 1985.
Las noticias no son buenas y el mercado lo sabe. Las acciones de ABF han llegado a caer un 8,6% este jueves en Londres y se acercan a su nivel más bajo en una década. Si a Primark, que genera la mayor parte de las ganancias del conglomerado, le va mal, a la matriz le va mal.
La "volatilidad sin precedentes" que está experimentando el minorista -así describe la situación en declaraciones a Bloomberg John Bason, el director de finanzas saliente de ABF- hará caer su margen operativo el próximo año, una situación que no ha salvado las recientes subidas de precios que ha aplicado a algunos de sus productos. Otros, los básicos para la vuelta al cole, los ha congelado.
La perspectiva es que el consumo se reduzca ante unos presupuestos de los hogares cada vez más ajustados. Por eso Primark ha decidido no encarecer más sus productos e intentar reducir sus costes.
Avances en la estrategia digital
En un intento por renovar su estrategia digital, la compañía probará a final de año el servicio de click and collet en productos para niños. El piloto solo se planteará en Reino Unido y no se acerca de momento al modelo de venta online; su web solo permite que los clientes verifiquen la disponibilidad de existencias, pero no transacciones en línea.
Precisamente la ausencia del modelo online hizo que la crisis sanitaria desatada por el covid-19 fuera especialmente violenta para Primark. Los confinamientos y las restricciones obligaron a echar la verja de las tiendas físicas y, sin opción de vender a través de internet, las cuentas de Primark quedaron destrozadas y derivaron en cientos de despidos. La subida de precios que anunció en abril aún no compensa la interrupción de la cadena de suministro y el azote de la inflación.
Las ventas se están recuperando tras la reapertura de las tiendas en Reino Unido, aunque se espera que el último trimestre del año en curso aún se queden un 9% por debajo que antes del covid. El escenario se complica aún más en el resto de Europa, donde se prevé que aún sean un 18% menores, aunque el modelo de 'gangas' previsiblemente las harán seguir subiendo.