
Pepsico sorprendió ayer al mercado con una mejora de previsiones y con un volumen de ventas más que resistente a la inflación. La compañía ha repercutido con naturalidad a sus clientes el incremento de costes de transporte y de materias primas y anuncia más subidas de precios para el próximo año. "Somos como un regalo fácil en tiempos difíciles", dice su director financiero.
La postpandemia está dejando comportamientos extraños en la economía y de difícil explicación. Cualquier manual explica que uno de los principales efectos negativos de la inflación elevada es la contracción del consumo. Los agentes económicos ante la escalada de precios prefiere retrasar los gastos, a la espera de mejores precios. Y si en el horizonte hay una recesión, el ahorro precautorio entra en escena. Con este panorama, las compañías más expuestas al consumo deberían sufrir rápidamente las consecuencias. Si se trata de empresas dedicadas al consumo superfluo todavía más, como puede ser belleza, ocio o alimentos que no son básicos en la cesta de la compra.
Pepsico ha roto los esquemas con los resultados del segundo trimestre del año. Había expectación para rascar alguna valoración de como se estaba comportando los consumidores a pie de calle. Los números de la compañía y los directivos sorprendieron con sus declaraciones. La inflación y la oscura perspectiva para la economía no ha afectado negativamente a la demanda de sus productos.
El director financiero del grupo, Hugh Johnston, señaló, en una entrevista a Reuters, que la compañía no había visto ninguna desaceleración en la demanda, pese a trasladar a los clientes un aumento de precios. Las ventas en el segundo trimestre aumentaron un 5,2% hasta los 20.230 millones de dólares, superando las estimaciones de consenso que giraban sobre los 19.500 millones de dólares. Sin efecto divisas, los ingresos se dispararon un 20%. "En un mundo en el que estamos viendo cosas como el aceite vegetal, los granos y los precios de los envases aumentando drásticamente, me sorprendería si no hubiera más aumentos de precios en el transcurso del próximo año", comenta el cerebro financiero de la compañía.
Las ventas crecieron un 5% tras aumentar precios un 12%
Muchas minoristas han optado por soportar en sus márgenes el aumento de costes provocados por la espiral inflacionista. Los resultados del primer trimestre de compañías como Walmart o Target, publicados hace pocas semanas, desataron cierto pánico ante las oscuras previsiones y los apuntes a una retracción del consumo. Las compañías textiles también han sufrido un estrechamiento de los márgenes. Hasta el balance de Amazon está siendo castigado por la inflación.
La pandemia provocó interrupciones en la cadena suministro global, el sector de la distribución se enfrentó a una situación sin precedentes. Para Pepsico ha supuesto pagar más que nunca por el envasado y embotellado de sus productos. Todo el sector respondió a la incertidumbre con aumentar los stocks al máximo, ante la incertidumbre de nuevos atascos. Para los supermercados ha supuesto un tiro en un pie. Si quieren sacar toda la mercancía almacenada, no pueden incrementar los precios al ritmo de los costes.
Pepsico se está beneficiando de esta circunstancia y de la propia naturaleza de sus productos. "A diferencia de automóviles, vivienda u otros bienes duraderos como las lavadoras, somos una especie de regalo asequible, incluso cuando los tiempos son más difíciles", apuntaba Johnston, en declaraciones a The Wall Street Journal. La compañía no solo distribuye bebidas gaseosas, también snacks y aperitivos. Un tipo de artículo que le ha permitido incrementar el precio sobre el 12% y de esta manera compensar el aumento de costes en el envasado y en el transporte.
Lo más sorprendente es que no es una situación estanca para la compañía. Espera que se siga produciendo al tener más margen para seguir aumentando los precios. Pepsico ha mejorado sus previsiones al aumentar sus ingresos previstos un 10%, frente al 8% anterior, por encima de 80.400 millones de dólares para 2022.
Mejora previsiones
Las ventas de la compañía han resistido incluso en restaurantes y establecimientos a pie de calle. Estos canales deberían ser los primeros en notar el abrazo de la inflación. El consejero delegado de la compañía, el español Ramón Laguarta, ha reconocido ante analistas que la inflación preocupa como a todo el sector, pero especialmente preocupa el efecto que está teniendo en rentas bajas "Ahí es donde todos estamos mirando con más cuidado y estamos tomando decisiones sobre el punto de entrada en las categorías", ha explicado. La compañía mantiene productos con ofertas para estos canales.
El beneficio neto atribuido trimestral de la compañía fue de 1.429 millones de dólares (1.415 millones de euros), lo que equivale a un retroceso del 39,4% en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior. La cifra incluye un impacto adverso de 1.406 millones de dólares (1.392 millones de euros) relacionado con el deterioro del valor de activos y amortizaciones de PepsiCo en Rusia. La gran pregunta es si la fórmula contra la inflación es exclusiva de Pepsico o la compartirá Coca-Cola. La respuesta será resulta el próximo 26 de julio.