El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, han estado reunidos en Moncloa este lunes durante poco más de hora y media. Es el primer encuentro entre ambos desde que el pasado 2 de agosto de 2018 Sánchez recibiera al entonces recién elegido presidente del PP.
Tras el encuentro, Casado ha comparecido en rueda de prensa en Moncloa para enunciar los temas que ha abordado con Sánchez. El principal mensaje que ha querido transmitir el líder del PP es que su partido no colaborará en la investidura de Sánchez ni siquiera con una abstención en la segunda vuelta, pero que a la vez esperan que esta investidura se produzca sin el apoyo de los partidos independentistas. En resumen, Casado ha dejado la pelota de investir a Sánchez sin el apoyo soberanista en Ciudadanos.
En cuanto a posibles pactos, Casado ha señalado que, aunque se han abordado de manera superficial diversos temas de Estado, el PP prefiere esperar a ver si Sánchez consigue formar Gobierno de nuevo para empezar a trabajar en futuros acuerdos, como pueda ser el Pacto de Toledo. Solo se ha concretado la posición de España en la próxima cumbre europea en Rumanía.
Casado: "La subida de impuestos del Programa de Estabilidad no es la mejor receta"
Casado, haciendo gala de líder de la oposición, también ha reivindicado el bipartidismo y la "defensa de la institucionalidad" que hacen tanto PP como PSOE. En este sentido, ha destacado que él no ha tenido ataques personales contra Sánchez y que esto se ha notado en el encuentro, ya que no ha habido "reproches".
En materia fiscal, aunque no con tanta contundencia como se preveía, a tenor de sus declaraciones en rueda de prensa, Casado ha abogado ante Sánchez por bajadas de impuestos y le ha planteado que la subida de impuestos de 26.000 millones para la legislatura prevista en el Programa de Estabilidad "no es la mejor receta".
Respecto a Cataluña, Casado ha sido un tanto ambiguo, dentro de la "prudencia" con la que ha comparecido ante los medios, y simplemente ha subrayado las "discrepancias" que desde el pasado otoño ambos partidos tienen sobre el tema.
Moncloa asegura que la reunión entre Sánchez y Casado ha sido "cordial, afable y fluida"
Desde Moncloa se ha asegurado que "la reunión ha sido cordial, afable y fluida" y que su motivo era "una toma de contacto para normalizar las relaciones y se ha conseguido". Entre los temas abordados, añade el gabinete de Sánchez, han estado asuntos como el Pacto de Toledo y las pensiones, el impulso a la ciencia y la transición ecológica.
Además, el Gobierno afirma que "la situación territorial, y en especial Cataluña, han ocupado un espacio importante en este encuentro, una cuestión sobre la que se ha decidido mantener una comunicación permanente".
"También se ha abordado la situación económica y fiscal, un apartado en el que el presidente Sánchez ha reiterado al lider del PP los ejes de su política: luchar contra la desigualdad y favorecer la justicia social, modernizar la economía y consolidar las cuentas fiscales", ha trasladado igualmente Moncloa.
"No se ha hablado sobre acuerdos postelectorales, ni otras cuestiones, cuyo desarrollo compete a los grupos parlamentarios", remacha el Ejecutivo, que ha abierto la puerta a nuevos encuentros de manera regular entre ambos dirigentes, algo que no ha negado Casado.
Apretón de manos
Sánchez ha salido a recibir a Casado en la escalinata que da acceso al Palacio de la Moncloa, adonde ha llegado el presidente del PP a bordo de un vehículo de alta gama en el que viajaban también su jefe de gabinete, Javier Fernández- Lasquetty, y su directora de Comunicación, María Pelayo.
Tras darse un apretón de manos y posar sonrientes ante las cámaras, ambos -vestidos con traje azul- han entrado en el Salón Tapies donde se desarrollará su reunión. Se trata de la misma sala en la que habitualmente el jefe del Ejecutivo recibe a todas sus visitas, precisa EP.
Casado ya se reunió con Sánchez en Moncloa el 2 de agosto de 2018, pocos días después de haber sido elegido presidente del PP tras un congreso extraordinario del partido en el que se impuso a la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría. En aquel largo encuentro, de más de dos horas, ambos se ofrecieron mutuamente pactos de Estado que luego no se concretaron.
De hecho, estos últimos meses han estado marcados por una gélida relación entre el líder del PP y el jefe del Ejecutivo, que se ha plasmado en numerosas sesiones parlamentarias. Esa ruptura institucional alcanzó su punto álgido cuando Casado acusó a Sánchez de ser "partícipe y responsable del golpe de Estado que se está perpetrando en España".
Faltan Rivera e Iglesias
La reunión de Sánchez con Casado es la primera de la ronda de contactos que ha abierto el jefe del Ejecutivo en funciones tras lo comicios del pasado 28 de abril. Este martes se reunirá con el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, a las 11:00 horas y, por la tarde, a las 17: horas, recibirá al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.
Con estos encuentros, Sánchez busca dar una imagen de normalización en el diálogo entre los partidos políticos, en especial con las formaciones del espectro de la derecha tras una campaña marcada por las descalificaciones y graves acusaciones. Lejos de seguir azuzando la confrontación, el presidente quiere testar la disposición del resto de partidos a superar sus diferencias con estas primera toma de contacto, según fuentes de su entorno.
Al menos por parte del Gobierno hay una intención clara de superar la tensión de los últimos meses y ser corteses y elegantes. Dentro de esa cortesía, se enmarca el gesto que ha tenido Sánchez citando en primer lugar a Casado como principal líder de la oposición. A pesar de la escasa distancia que le separa de la tercera fuerza, Ciudadanos, Sánchez ha querido citar este lunes solo al presidente del PP para remarcar este trato singular.