
Una vez conocido, el programa electoral del PSOE para las elecciones generales de este domingo deja más preguntas que respuestas. Apuesta por una fiscalidad verde y mayor progresividad tributaria, pero no concreta con qué medidas. Sin embargo, su programa 'oculto' recoge numerosas subidas de impuestos que, a pesar de lo que argumentan los portavoces socialistas, sí que afectarán las clases medias españolas.
Fuentes cercanas a Ferraz y a Moncloa confirman que se mantienen sus planes para alzar, en términos generales, la tributación de los combustibles, medida impopular que no aparece en su hoja de ruta electoral. La idea es acercar los impuestos que se pagan por el gasoil y la gasolina a los parámetros europeos, lo cual se aleja mucho de la intención de los socialistas de promover medidas que no afecten la ciudadanía y que van a tener un precio para sus bolsillos.
En cualquier caso, todavía no está delimitado de cuánto va a ser la subida. El año pasado, la idea era la de que el incremento se hiciera solo en el gasoil y que, por tanto, solo repercutiera en los vehículos diésel.
Esto hubiera permitido a las Administraciones Públicas una recaudación adicional de más de 600 millones, al aumentar el precio del gasóleo en 3,8 céntimos por litro para los consumidores particulares. Se preveía que el combustible profesional estaría exento del incremento, pero no se aclaró cómo se evitaría que repercutiera en autónomos que dependieran del uso de vehículos diésel para su actividad.
Por otro lado, como ya informó elEconomista, la idea de los socialistas, aunque tampoco aparezca así en el programa, es que el salario mínimo interprofesional esté en los 1.200 euros en 2021, una cantidad que supondría el 60% del sueldo medio en España para final de la próxima legislatura. Se trata de una cifra que también propone Unidas Podemos y que el PSOE considera factible si se mantienen las previsiones de crecimiento de los próximos años, incluso bajo el efecto de la desaceleración económica.
La auténtica herramienta con la que el PSOE quiere sustentar su reforma fiscal es el Impuesto de Sociedades
En el seno del PSOE permanecen las intenciones de aplicar el grueso de las medidas recogidas en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado. De esta manera, si los socialistas permanecen en Moncloa, se pondrá en marcha un incremento del IRPF de dos puntos para las rentas superiores a 130.000 euros y cuatro para los que ganen más de 300.000. Además, el tipo estatal de rentas del capital aumentaría del 23% al 27% en las que estén por encima de los 140.000 euros. A todo esto hay que sumar la creación de las tasas Tobin y Google, es decir, los impuestos a las transferencias financieras y a las operaciones digitales.
Sin embargo, la auténtica herramienta con la que el PSOE quiere sustentar su reforma fiscal es el Impuesto de Sociedades. Desde Ferraz recuerdan que este tributo no cumple el papel que hacía en el pasado: en 2007, 23 de cada 100 euros de recaudación provenían de este tributo. En cambio, el año pasado los ingresos que produjo eran de solo 12 de cada 100 euros. Para recuperar terreno, apuestan por generar un tipo mínimo para grandes empresas del 15%, del 18% en el caso de las compañías de hidrocarburos y del sector financiero. Este cambio tributario hará que España converja hacia las cifras de recaudación media de los países de la eurozona.
Además, en Ferraz, aunque no quieren llevar a cabo ninguna revolución respecto a los impuestos locales y autonómicos, sí que pretenden una armonización en este terreno. Su apuesta pasa por mayor coordinación y homogeneidad aunque no por la supresión de tributos regionales como Patrimonio o Sucesiones y Donaciones, una promesa que sí que han hecho las fuerzas de derechas.
El ejemplo portugués
Como ejemplo de cómo atraer empresas e inversiones a España, Sánchez y sus asesores tienen un ojo echado en Portugal. Consideran que el Gobierno luso, también socialista, ha logrado convertirse en un foco de inversión replanteando su fiscalidad con un enfoque muy distinto al que tuvo el propio PSOE, y la socialdemocracia en general, durante los años de crisis.
Siguiendo este ejemplo, se hará una revisión de la utilidad de los apoyos fiscales y de las deducciones que se emplean para incentivar la innovación empresarial en España y para evolucionar, en este terreno, en el campo de la colaboración público-privada.
Asimismo, los socialistas quieren facilitar la llegada de profesionales cualificados y de alto poder adquisitivo, y para ello se tomarán medidas de componente tributario como las que aplicó el Ejecutivo luso y que han llevado a que muchos economista tilden a Portugal como un semi-paraíso fiscal para extranjeros.