
Cristina Narbona, además de ser la presidenta del PSOE y la número 1 de la lista para el Senado por Madrid de la formación, es la 'gurú' de los programas electorales de los socialistas tanto para los comicios generales del 28 de abril como para los europeos del 26 de mayo. Ya inmersa en plena campaña electoral y entre reunión y reunión, responde a las preguntas de 'elEconomista' en una entrevista en la que explica los planes de Ferraz para el futuro de España, expone su estrategia fiscal y económica y valora la situación de la derecha y la irrupción de Vox, entre otras cuestiones.
¿Plasma el programa electoral del PSOE el proyecto de Presupuestos del Gobierno?
Así es. Queremos dar encaje a una política económica acorde con los objetivos de reducir las desigualdades, lograr mayor justicia social y de hacer frente a la transición ecológica, de la que una parte tiene que ver con la energía y con sectores como la preservación de la biodiversidad o la economía circular, y a la transición digital del país, con una clara apuesta por la ciencia y por la innovación con propuestas que ya están reflejadas en las 110 medidas que ya hemos presentado: una estrategia de 'España Nación emprendedora', que dé más capacidad de desarrollo a las 'start ups' de base tecnológica con una ley específica. La tercera cuestión que queremos abordar es el progresivo saneamiento de nuestras cuentas públicas. Estamos saliendo del brazo corrector de las instituciones europeas y se ha venido produciendo una reducción del déficit público. Eurostat seguramente nos va a confirmar también la bajada de un punto de la deuda pública sobre PIB así que creemos que estamos en condiciones de seguir cumpliendo con los compromisos con la UE. Una de las cosas que se anunciábamos en las 110 medidas es que, de forma inmediata, si estamos de nuevo en el Gobierno, hay que retomar unos Presupuestos Generales para 2019 que serán muy parecidos a los que se quedaron sin aprobar, pero con la puesta al día del cuadro macroeconómico y de los compromisos que aquí estamos reflejando.
¿Saneamiento de las cuentas públicas implica recortes?
No, significa mayor eficiencia del gasto público y lucha contra el fraude fiscal. Hay un anteproyecto de ley ya preparado que nos debería ayudar a recuperar una parte sustantiva de esos 40.000 millones que dicen los expertos en la materia que perdemos cada año como recaudación. Y en segundo lugar, proponemos las figuras fiscales ya incluidas en el proyecto de presupuestos. Cambios fiscales que en absoluto afectan a las clases medias ni tampoco a la capacidad de emprendimiento en nuestra economía. Son impuestos o modificaciones de impuestos que afectan a pocas unidades individuales o empresariales pero que pueden generar ingresos. España es un país que se ha hecho mucho más injusto fiscalmente durante los últimos años. En 2007, por ejemplo, 23 de cada cien euros de la recaudación provenían del Impuesto de Sociedades. Después de la crisis, habiéndose recuperado claramente los beneficios de las empresas, el dato del año pasado fue solamente de 12 euros por cada cien. Eso significa que se está cargando de forma claramente injusta la recaudación a las clases medias a través tanto del IRPF como del IVA y esa situación hay que corregirla.
"España es un país que se ha hecho mucho más injusto fiscalmente en los últimos años"
Muchas voces consideran que la subida fiscal a las empresas, particularmente en Sociedades, no va a funcionar. Además, se argumenta que este coste se va a traspasar a los clientes, los ciudadanos. ¿Cómo van a solventar esto?
Las grandes empresas que en España han alcanzado un nivel muy alto de beneficios están en perfectas condiciones de seguir siendo competitivas no solo en España sino en el mercado internacional manteniendo precios adecuados aunque existan algunos gravámenes que lo único que van a hacer es converger hacia la situación de la eurozona. España tiene en estos momentos ocho puntos menos de PIB en ingresos fiscales que la media. Eso conlleva una dificultad para consolidar y ampliar nuestro Estado de Bienestar, que para nosotros no es solo un factor político y ético irrenunciable, sino que los estudios más recientes están demostrando que la desigualdad económica se acaba convirtiendo en un lastre para la economía. Y por supuesto acaba generando movimientos populistas, malestar ciudadano… Por tanto, reducir la desigualdad y establecer una fiscalidad más justa y progresiva es indudablemente un elemento de competitividad, que en una parte notable depende de salarios muy bajos y empleos muy precarios.
Por ejemplo, se está viendo que el incremento del salario mínimo interprofesional (SMI), que fue tan cuestionado, es un estímulo a la demanda interna. Hoy nuestra economía se está desempeñando de una manera mucho mejor que las de nuestro entorno a pesar de que los vientos de cola externos van disminuyendo gracias a un mejor dinamismo de la demanda interna. Que haya habido un incremento hasta 900 euros del SMI, no solo es de justicia frente a los jóvenes que entran en el mercado de trabajo con buena cualificación con unos sueldos que les impiden tener una vida autónoma, sino que además inyecta fuerza a la demanda interna.
Si le parece, vamos a ponerle cifra al alza del SMI por la que apuesta el PSOE. Podemos propone unos 1.200 euros para final de legislatura. ¿Y ustedes?
Nosotros queremos situarnos en ese 60% de salario medio que forma parte de nuestros compromisos en la Carta Social Europea. En la medida que el salario medio evoluciona, entendemos que también tiene que hacerlo el SMI. Llegar a final de legislatura en una cantidad próxima a la que sugiere Podemos es perfectamente plausible si, efectivamente, los salarios medios se mueven en esta dirección.
He estado siguiendo muy de cerca el debate sobre el SMI en varios países y tenemos una experiencia relativamente reciente en Canadá. En la provincia de Ontario se hizo una subida del SMI del 20%, parecida a la que hemos hecho, que no ha tenido ningún efecto negativo sobre la creación de empleo. De hecho, según los últimos datos que tenemos, se ha seguido creando empleo, ha aumentado el porcentaje de empleo indefinido y algunos sectores productivos que parecía que pudieran estar más expuestos a esas subidas del SMI no han registrado retrocesos. Por tanto, creemos que la capacidad de generar demanda adicional por las mismas compensan el impacto eventual a la hora de mantener un contrato. Además, hay que tener en cuenta la desigualdad de la que venimos y el nivel tan bajo de salarios en España. Estamos en la cabeza de la UE en cuanto al ratio de trabajadores propios, es decir, personas que a pesar de tener un empleo y un trabajo no tienen suficientes ingresos para llegar a final de mes.
Ha mencionado un impacto eventual. ¿Han echado cuentas de cuánto?
De lo que yo he ido siguiendo, la subida del SMI no ha provocado daños en el mercado laboral. Basta ver la evolución en el ámbito de la agricultura y los trabajos domésticos o en comunidades autónomas como Andalucía, donde no se ha visto una evidencia en la línea catastrofista que algunas entidades públicas y privadas habían indicado.
"Llegar a final de legislatura con el SMI en una cantidad próxima a la que sugiere Podemos es perfectamente plausible"
Se ha advertido de la conveniencia de poner en marcha las tasas Tobin y Google tras las elecciones, sobre todo dado que ya no va a haber convergencia europea al respecto.
Una tasa del 3%, como es la Google, realmente tiene una incidencia mínima sobre empresas con elevadísimos beneficios. Si Google es capaz de digerir una multa de 1.500 millones de euros como la que le ha puesto la Comisión Europea por abuso de poder, está más que capacitada para tener un impuesto de un orden tan poco significativo, seamos serios. Esto abre también una discusión que nos parece muy relevante: trabajar en el ámbito de la UE para que acabemos con los vetos que impiden una armonización fiscal de todos los países de la eurozona eliminando las decisiones por unanimidad. Y esto está tanto en nuestro programa para el parlamento europeo como para el de las generales.

Entonces las votaciones se ganarían por mayoría simple.
Claro. De esta manera, la discusión que se celebró el otro día la hubiera ganado la mayoría que quería la tasa Google a escala europea.
"Si Google es capaz de digerir una multa de 1.500 millones de euros como la que le ha puesto la Comisión Europea por abuso de poder, está más que capacitada para tener un impuesto de un orden tan poco significativo"
En su momento, los ingresos propuestos en el proyecto de Presupuestos generaron muchas dudas.
En nuestro programa no tenemos una memoria económica porque, efectivamente, en el caso de gobernar ajustaríamos al máximo el Presupuesto en función de la evolución del marco macroeconómico y de los datos que estamos teniendo en este primer trimestre, que por otra parte están confirmando una evolución favorable tanto de los ingresos públicos como de la reducción del déficit y de la deuda pública. Pero la responsabilidad de ajustar al máximo tanto gastos como ingresos forma parte de nuestro compromiso. Queremos ofrecer a los inversores, tanto a los españoles como a los extranjeros, un panorama de estabilidad desde el punto de vista regulatorio. Intentar evitar algunas de las circunstancias lamentables que se han producido en nuestro país que han ahuyentado inversión extranjera. Me refiero específicamente a lo que pasó con el sector de las energías renovables, que dejó también un tremendo lastre para las cuentas públicas. Muchos fondos de inversión que habían entrado en nuestro país para invertir en renovables han llevado al Reino de España a los tribunales internacionales de arbitraje. Desde 2011 perdimos nada menos que 80.000 puestos de trabajo en ese sector y se arruinaron 60.000 familias. Ese es uno de los sectores que es un nicho de creación de empleo notable y de atracción de la inversión extranjera, una vez que el Gobierno por fin tiene un horizonte de medio y largo plazo de transición energética y un anteproyecto de ley que ya se ha sometido a consulta pública.
Hasta cierto punto, el alza de impuestos sanciona al sector privado. ¿Qué medidas propone el PSOE para atraer a las empresas a España?
Se tiene que hacer una revisión, que ya está encargada a la AIReF, sobre la eficacia y la eficiencia de las diferentes figuras de subvención fiscal que existen en nuestro país. Llama la atención que a pesar de que hemos tenido deducciones fiscales importantes nominalmente orientadas a incrementar la investigación y el desarrollo por parte de las empresas, somos uno de los países de la UE donde más bajo es el ratio de I+D+i tanto en el sector privado como en el público. Tenemos que afinar mucho más cómo se premia a las empresas que más invierten en tecnología. Un ejemplo concreto de ello son las ventajas fiscales que se pueden establecer para las 'start ups' de base tecnológica. Se trata de ver si es preferible mantener una determinada deducción fiscal o apostar por un mayor desarrollo del partenariado público-privado entre instituciones públicas y empresas para desarrollar la innovación en nuestro país. Esta es una asignatura fundamental para ganar el futuro. En España tenemos centros de investigación en muchos campos de gran prestigio, y hemos de conseguir que el conocimiento científico se convierta en innovación en el tejido productivo. Ahí es donde queremos afinar al máximo para atraer talento de vuelta, a quienes se fueron porque aquí no había el clima necesario para desarrollar una carrera relacionada con la innovación tecnológica o la ciencia, e inversión extranjera.
¿Qué van a hacer para que las empresas no dejen España por la tentación de reducir costes en otros países, sobre todo de un sector tan importante para el país como el de la automoción?
Ya se ha abierto una mesa de trabajo por parte de la ministra de industria con este sector en particular, que no solo en España sino en todo el mundo se enfrenta a un cambio profundo desde el punto de vista de la tecnología. Hay muchas grandes multinacionales que están fabricando coches eléctricos en China. Lo que queremos es que se fabriquen aquí, porque tenemos la capacidad desde el punto de vista tecnológico. Lo que tiene que haber es un impulso claro desde el punto de vista del marco regulatorio.
"Tenemos que contrastar si es preferible mantener una determinada deducción fiscal o apostar por un mayor desarrollo del partenariado público-privado"
Para ello es necesario que se apruebe una hoja de ruta, como está ya propuesta y ha sido remitida a la Comisión Europea, para que España de una vez por todas siga el ejemplo de lo que se está haciendo en otros países de nuestro entorno en cuanto a avanzar en un tipo de vehículo que contamine cada vez menos y que además se asocie a la utilización de energías renovables. Eso forma parte de ese diálogo que ya ha comenzado con las empresas de este sector, igual que con otro sector fundamental de nuestro país y en el que hemos visto procesos de deslocalización, en algunos caso a pesar de haber recibido importantísimas ayudas para su instalación en España, el de las industrias electrointensivas.
Han sido ya objeto de apoyo por parte del Gobierno. Fue una de las primeras medidas del paquete que llamamos de transición energética de forma que a las empresas de este sector, que son unas 250 y suponen un número muy alto de puestos de trabajo, se les está compensando por el pago de derechos de emisión y se está incentivando el que esas empresas puedan tener un coste de la electricidad menor a partir de contratos bilaterales de larga duración con las empresas eléctricas. Ese respaldo, en forma de estatuto, ha sido ya sometido a consulta y va poniendo las herramientas necesarias mientras se lleva a cabo lo que en el medio plazo es fundamental para bajar el precio de la electricidad: una verdadera reforma del mercado eléctrico que permita que el precio refleje la bajada notabilísima del coste de las energías de las tecnologías renovables. Estamos en un proceso de transición en el que hay que combatir la pobreza energética de los hogares.
¿Qué medidas concretas manejan para abordar y reducir el déficit y la deuda pública?
La propuesta del PSOE es hacerlo siempre de acuerdo con las instituciones europeas. Creemos que eso lo podemos hacer aumentando al mismo tiempo el gasto social, si somos capaces de seguir avanzando en la necesaria eficiencia del gasto público y en la necesaria lucha contra el fraude fiscal. Nuestra idea es proseguir con el saneamiento de nuestras cuentas públicas. Tenemos el ejemplo muy próximo de Portugal, que está consiguiendo, con un gobierno socialista apoyado por el bloque de izquierdas, reducir su déficit y su deuda y al mismo tiempo mejorar la situación social de los portugueses y convertir el país en un cono atractivo de inversión. Esto significa que hay una alternativa a la política económica que ha dominado a gobiernos tanto conservadores como socialdemócratas durante los años de la crisis. Y la alternativa tiene mucho que ver con replantear la fiscalidad con un enfoque muy distinto al que el propio PSOE años atrás llegó a tener. Los ingresos fiscales son muy necesarios.
"Queremos que en España se fabriquen coches eléctricos"
Parte del secreto de Portugal es que se ha convertido en un 'semi' paraíso fiscal para extranjeros. ¿Se plantea el PSOE adoptar medidas en esta dirección?
En lo que se refiere a esa revisión de los apoyos fiscales a través de partenariados para inyectar el máximo de avance en la agenda digital , queremos ser un país atractivo sin ningún género de dudas. Y queremos facilitar la llegada de profesionales altamente cualificados. Y eso previsiblemente tendrá un componente fiscal.
¿Qué hará el PSOE con los impuestos de Sucesiones y Donaciones, Patrimonio y Actos Jurídicos Documentados?
Sobre Sucesiones y Donaciones no hay nada en el programa electoral. Sí puedo decir que en el Ministerio de Hacienda y en el Gobierno existe preocupación por la necesidad de tener una mayor coordinación y armonización de muchas figuras fiscales. Hay un campo que conozco especialmente que es el de la fiscalidad ambiental que es un auténtico caos en nuestro país. Recaudamos poco y además no es lo mismo llevar basura a un vertedero en una comunidad autónoma que en otra o en un ayuntamiento que en otro. Hace falta un esfuerzo de mayor homogeneidad en el tratamiento fiscal.
Entre las medidas que se proponían desde el Ministerio de Economía hay una que a mí me gusta especialmente: crear una conferencia sectorial de economía. Conferencias sectoriales las hay en muchas competencias que están transferidas a las autonomías, como la sanidad, el medio ambiente, etcétera. En cambio, algo que no es como el Consejo de Política Fiscal y Financiera, que no tiene que ver con las Cuentas Públicas sino con la economía, no lo hay. Ahí veríamos si tenemos un mercado fragmentado por cuestiones de carácter impositivo o por normas administrativas. Es muy oportuno que nuestro país se plantee cómo superar esa fragmentación, que es negativa desde el punto de vista empresarial.
¿Se equiparará fiscalmente el diésel con la gasolina?
Hay que revisar la fiscalidad ambiental y hay que avanzar hacia una fiscalidad que incentive las tecnologías más limpias en todos los sectores. La medida estaba en los Presupuestos, pero en el programa no se encuentra de forma expresa porque, en materia de fiscalidad ambiental, hay que hacer un esfuerzo de racionalización y, desde luego, en todo lo que tiene que ver con la transición ecológica debe haber una transición justa. Es decir, que no provoquemos situaciones delicadas ni en empleo ni en precios de productos básicos a lo largo de la senda que tenemos que recorrer. Por supuesto, habrá una imposición creciente sobre los carburantes más contaminantes, pero eso no aparece como una cuestión expresa dentro de nuestro programa electoral.
Da la impresión de que han dado pasos atrás en lo que se refiere a su política del diésel, en cualquier caso.
El horizonte que hemos llevado a Bruselas, para la progresiva eliminación de los vehículos con diésel, es análoga a la de otros países, con un horizonte en 2040 y 2050. Este Gobierno ha escuchado y trabajado mucho con muchos sectores. A diferencia de lo que no llegó a hacerse en la última legislatura de Rajoy, cuando el ministro de Energía tuvo la habilidad de enfrentarse con todos los sectores de su negociado. Tenemos una ministra de Transición Ecológica que ha hecho un esfuerzo de ponderación y de realismo que a mí me parece muy deseable en una cuestión en la que nos jugamos tanto.
"Hay que analizar si hay que complementar con impuestos, como se hace ya en varios países de nuestro entorno, el sistema público de pensiones"
¿Qué propuestas maneja el PSOE para las pensiones? ¿Se plantean cambiar el equilibrio de las cotizaciones?
La primera cuestión es que retomemos lo que fue un gran avance: el Pacto de Toledo. Que reúna a los agentes sociales, trabajadores y empresarios, con las fuerzas políticas. Lo que no podemos, o no queremos volver a hacer, es una reforma unilateral sin consenso social ni político. Ha habido una serie de recomendaciones a lo largo de los últimos meses que han formado parte de ese diálogo, pero como ya sabe ese diálogo se interrumpió. Lo que el presidente del Gobierno ha planteado ya como compromiso es blindar las pensiones, incluso con una reforma puntual de la Constitución, de forma que las pensiones públicas se actualicen de acuerdo con el IPC y no se pierda poder adquisitivo, al margen de que las pensiones más bajas, las no contributivas, las mínimas y las de viudedad, sigan aumentando de forma más que proporcional respecto al incremento de coste de la vida. Y hay que analizar las propuestas que estaban sobre la mesa, levantados los partidos políticos del Pacto de Toledo, para ver si hay que modificar en algo el sistema de cotizaciones y, sobre todo, si hay que complementar con impuestos, como se hace ya en varios países de nuestro entorno, el sistema público de pensiones. Eso estaba previsto para que podamos cumplir uno de nuestros compromisos: una senda de reducción del déficit de la Seguridad Social. Y no olvidemos nunca que, al final, si no hay salarios dignos no habrá pensiones dignas. Con salarios como los actuales con cotizaciones bajísimas es muy difícil tener pensiones dignas. Las reformas en el sistema de trabajo y en el sistema de pensiones van fuertemente asociadas.

En 'elEconomista' entrevistamos recientemente a Nacho Álvarez, de Unidas Podemos, y es imposible no observar numerosas coincidencias entre sus propuestas y las suyas.
Bueno, hicimos un acuerdo con Podemos relativamente reciente y que en gran medida, no en todo, se ha cumplido. Y como ha señalado el presidente del Gobierno, nosotros estamos abiertos a llegar a acuerdos con fuerzas políticas que coincidan con nuestros objetivos prioritarios. Y esos acuerdos, en algún caso, pueden ser con el Partido Popular o con Ciudadanos, y en otros casos con Podemos. Creemos que hay una capacidad efectiva de que este país progrese y que ese progreso se construya sobre un gobierno estable, que no significa pactos de gobernabilidad pero sí acuerdos puntuales o incluso bastante amplios.
"Nuestro empeño es no tener que gobernar con ningún partido"
¿Descartan entonces incluir en un futuro gobierno a otro partido?
Nuestro empeño es no tener que gobernar con ningún partido. Sé que esto puede sonar a esfuerzo dialéctico, pero creemos que tenemos que un proyecto para España que tiene la suficiente potencia para gozar de un apoyo mayoritario por parte de los ciudadanos, y de muchos ciudadanos que dejaron de votarnos. Recordemos que el año 2011, cuando todavía no existían ni Podemos ni Ciudadanos, caímos cuatro millones y medio de votos. Eso está también en el origen de toda una reflexión sobre la necesidad de renovar la oferta social-demócrata que ha acompañado en su momento la candidatura de Pedro Sánchez en su segundo mandato como secretario general.
¿Encaja Ciudadanos, si cambia su idea de establecer un cordón sanitario alrededor del PSOE, en esta serie de pactos puntuales que quieren establecer?
Me resulta difícil hablar de lo que opina Ciudadanos. Ya sabe que en su momento le dirigí una carta a Albert Rivera, lamentando que su actitud hacia el PSOE fuera tan injustificable, desde el punto de vista del cuestionamiento de nuestra defensa de la Constitución. Estos días hemos oído, también en el caso del PP, expresiones que solo se entienden en base a la desesperación. Decir que el Partido Socialista tiene que las manos manchadas de sangre cuando para aprobar los Presupuestos en Vitoria el PP no tuvo el menor problema para aceptar el voto de Bildu, son cuestiones que suponen una sobreactuación. Cuando las urnas hablen y los ciudadanos hayan demostrado qué es lo que quieren será cuando podamos hablar con todos los partidos y ver si efectivamente hay un espacio de encuentro. Pero nuestro máximo interés es consolidar un proyecto de país donde quepa la posibilidad de grandes acuerdos puntuales para los grandes temas. Es que... Si uno repasa el corto periodo de gobierno de Pedro Sánchez, hemos tenido desencuentros que rompen con los consensos básicos que en España hemos construido a lo largo de los años: en materia de política exterior, sobre Venezuela, sobre Gibraltar... Realmente, han perdido lo que en su momento fue un apoyo amplio del Parlamento, no digamos ya el tratamiento del terrorismo. En fin, cuestiones que deberían quedar fuera de discrepancias ideológicas. También queremos avanzar en el pacto por la ciencia, por la industria, por la educación... Hay muchas cuestiones que requieren una aproximación entre grupos parlamentarios distintos, porque el horizonte en el que nos situamos es el de 2020/2030, de más allá de esta legislatura.
Nuestro proyecto arranca de medidas que ya hemos tomado y que vamos a tomar. No está construido de la nada, sino de un ejercicio de responsabilidad para cambiar una situación en España, que es dramática para algunos ciudadanos.
"Vox puede llevar a problemas de convivencia y es un fenómeno que ya tenemos prácticamente gobernando en Andalucía"
¿Es cauto poner como base del programa electoral un proyecto de presupuestos que en su momento fue enmendado a la totalidad por el Congreso? Ni siquiera llegó a votarse.
Ni siquiera llegó a votarse pero para eso están las elecciones. Es evidente que hay que dejar hablar a los ciudadanos y que así sepamos si la mayoría, como nos han dicho todas las encuestas, considera que esos presupuestos mejoraban su calidad de vida y sus expectativas de manera notable. Dejemos que los ciudadanos se pronuncien.
El incremento el voto al PSOE que pronostican las encuestas coincide con la irrupción de Vox. ¿Le ha venido bien a los socialistas su aparición?
La irrupción de Vox es una pésima noticia para España, igual que lo es la existencia de partidos similares en otros países europeos y en Estados Unidos o Brasil. Posiciones que tienen mucho de retroceso en derechos y libertades como son las que defiende Vox no son positivas para nadie. Porque además, como ya ha dicho José Félix Tezanos, presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), es posible que exista un voto oculto y que las encuestas no den todavía la verdadera dimensión del fenómeno Vox. Por eso estamos llamando a una movilización masiva, porque creemos que la mayoría de la ciudadanía española no se puede identificar con una opción de regreso al pasado y de eliminación de cuestiones básicas para la democracia.
Hay voces que indican que el fenómeno Vox, precisamente, está lanzando al PSOE bajo el paraguas del voto útil dentro de la izquierda.
Preferiría que este fenómeno no adquiera esta dimensión. Olvidémonos de estamos en elecciones. Puede llevar a problemas de convivencia y es un fenómeno que ya tenemos prácticamente gobernando en Andalucía. Me parece que es más que suficiente esa experiencia, donde aunque Ciudadanos se ponga de perfil los Presupuestos Generales de la Junta, si quieren aprobarlos, van a requerir del apoyo de Vox, que ya está poniendo condiciones muy importantes. La última condición que he escuchado del líder de Vox es esta idea de penalizar a quienes atiendan a inmigrantes en condición irregular. Todo esto me suena mucho a Salvini, a Orbán, a lo peor que tenemos en el escenario internacional.
"A veces uno podría pensar que le hemos hecho un contrato a Casado para que nos ayude en la campaña"
¿Casado les está haciendo un favor con algunas de sus declaraciones más polémicas, como cuando hace unos días anunció que 'subiría' el salario mínimo a 850 euros?
Desde luego, a veces uno podría pensar que le hemos hecho un contrato a Casado para que nos ayude en la campaña. Fíjese, me produce una sensación amarga que ahora mismo en España no tengamos un partido conservador ni un partido liberal que estén a la altura de sus pares en otros países de la UE. Este esfuerzo por ponerle el cordón sanitario al PSOE y en cambio tener condescendencia hacia Vox es algo inédito en la escena europea, donde partidos conservadores y de centro liberal se unen incluso con partidos social-demócratas o partidos verdes para evitar verse condicionados en un gobierno por un partido de ultraderecha. Esto me resulta lamentable y además, ya hablarán los españoles. No creo que esto le dé réditos al PP. Ahí están las encuestas, aunque no me las creo, son solo aproximaciones que a veces nos dan una tendencia. Aunque esta vez parece ser un retroceso respecto a sus posiciones casi hegemónicas de la anterior legislatura. Por algo será. Es verdad que parte de su voto se ve mejor reflejado en Vox, pero el liderazgo de Pablo Casado no parece ser eficiente en cuanto a ese dominio de la escena de la derecha.