Economía

Álvarez, de Podemos: "No vamos a ir de la mano del Gobierno en ningún recorte, es nuestra línea roja"

  • "Nuestro objetivo es que el SMI esté en torno a los 1.200 euros"
  • "Volver a la austeridad, un error", señala el secretario de Economía de Podemos
  • "Queremos combatir la desaceleración económica con un 'New Deal' verde"
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La política económica que Podemos propone para España pasa por una reforma fiscal integral e incentivar medidas para mejorar los salarios, de manera que se atenúe la desaceleración del PIB, que ya se empieza a evidenciar en España, y se resuelva el déficit de la Seguridad Social. Así lo indica Nacho Álvarez, secretario de Economía de Podemos, quien en la entrevista que ha concedido a elEconomista advierte de que no habrá pacto de gobernabilidad con los socialistas tras las elecciones generales del 28 de abril si lo que plantea el futuro Ejecutivo de Pedro Sánchez son recortes o austeridad.

Álvarez desgrana algunas de las propuestas que contiene el programa electoral de la formación morada, entre ellas la más reciente de reducir la jornada laboral a 34 horas semanales y que el salario mínimo interprofesional esté en los 1.200 euros para el final de la próxima legislatura, una tasa especial para el sector bancario a través del Impuesto de Sociedades, un tributo de Grandes Fortunas que sustituya al de Patrimonio y facilitar la transición energética. Dentro de las políticas para este ámbito, admite que apuesta por ejecutar la equiparación fiscal del diésel con la gasolina, pero con deducciones y subvenciones para aquellos profesionales que dependan de vehículos de combustión. "No podemos dejar a nadie atrás en este proceso", indica.

¿En qué consiste el programa fiscal de Podemos?

Hemos hecho propuestas que pasan por un plan de inversión para transformar el crecimiento del país. Y para acometer ese plan de inversión, que es en dos grandes frentes, transición ecológica por un lado e 'infraestructuras moradas' por el otro, España necesita nuevos recursos y reducir la brecha de recaudación que tiene respecto a Europa. Tenemos una diferencia de ocho puntos de PIB. Para poder desarrollar esas infraestructuras necesitamos un reforma fiscal integral, y no se trata de varitas mágicas sino de tocar varios frentes a la vez.

En primer lugar, en materia del impuesto de Sociedades España tiene un problema, como los datos evidencian. Vemos que los beneficios se han recuperado a niveles precrisis, pero tenemos una recaudación 20.000 millones inferior. Por ello, vamos a establecer un tipo mínimo en sociedades del 15% para que el tipo efectivo no pueda estar por debajo de él.

Esta es la misma propuesta que también enarbola el PSOE y que se planteó en Presupuestos, ¿no?

Así lo acordamos en su momento. Así se evita que después del uso de deducciones y desgravaciones pueda quedar por debajo. Y al mismo tiempo vamos a reducir el tipo nominal de sociedades del 25 al 23% para aquellas pymes que facturen menos de un millón de euros.

Da la impresión de que el PSOE y ustedes van a coincidir en muchos aspectos. Esta es una nueva concordancia.

En su momento hubo diferencia sobre si el 15% se aplicaba en la base imponible o en el resultado contable. Nosotros planteamos que se tenía que aplicar sobre el resultado, hay una diferencia notable de recaudación. En algunas cosas vamos a estar de acuerdo, pero en otras no. Pensamos que hay que acabar con algunos privilegios fiscales que tiene el Impuesto de Sociedades, donde sin embargo el Partido Socialista no era partidario de avanzar. Tuvimos que empujar a Pedro Sánchez en algunas cosas.

"Nosotros planeamos que el impuesto a Grandes Fortunas sustituya al de Patrimonio"

Una de esas cosas que pensamos que tiene que realizarse, y en las que él no era partidario de avanzar, es un plazo de finalización en el uso de las bases imponibles negativas. No ha de extenderse a más de cuatro años la posibilidad de utilizarlas. Ahora mismo, las grandes empresas del país tienen créditos fiscales por valor de más de 100.000 millones de euros, y esto permite diferir el pago del Impuesto sobre Sociedades de forma continua.

Va a haber acuerdos y desacuerdos. También hemos propuesto un nuevo impuesto sobre las grandes fortunas del país. Es básicamente un impuesto al patrimonio de las personas que tengan más de un millón de euros de patrimonio neto, una vez se descuenten los 400.000 euros exentos de primera vivienda. Será gravado con una horquilla que vaya del 2 al 3,5 %. Este es un impuesto parecido al que se está planteando en Europa y al que están proponiendo algunos senadores en Estados Unidos.

En el proyecto de Presupuestos creo que se planteó un impuesto parecido, pero la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) advirtió de que los ingresos adicionales sería mínimos, de entre 0 y 10 millones porque está bonificado por las CCAA.

Nosotros lo que planteamos es sustituir el impuesto de patrimonio actualmente existente, que está bonificado por las autonomías y que no es operativo. El acuerdo en Andalucía, por ejemplo, con el marchamo de la extrema derecha, elimina sucesiones para familias que generen herencias de más de un millón de euros. Bien, nosotros pensamos que hay que caminar en la dirección contraria, eliminando el impuesto de Patrimonios y creando este nuevo impuesto a las grandes fortunas que debe estar centrado en los 95.000 ciudadanos que declaran más de un millón de euros, pero sobre todo en los 1.000 grandes patrimonios del país.

¿Será un impuesto estatal?

Sí, será un impuesto estatal no bonificable por las comunidades autónomas, aunque el dinero irá a parar a ellas.

En particular, también plantean un impuesto especial para la banca.

Lo que planteamos es un recargo de diez puntos en el impuesto sobre Sociedades para la banca y un tipo mínimo del 15% para todas las empresas, que sería del 20% para el sector bancario. ¿Por qué? Después de toda una década en la que la sociedad española ha ayudado al sistema financiero con rescates que han sido muy onerosos ha llegado el momento de que este sector vaya contribuyendo a devolver el rescate. Esto no se devuelve de un día para otro, sino de un plan de medio plazo. En algunos países europeos esto ya ha pasado y los bancos han devuelto hasta el último céntimo que se les prestó.

"Queremos que el mínimo de Sociedades que pague la banca sea del 20%"

¿No es posible que las entidades lo acaben repercutiendo en el cliente?

El Gobierno tiene que estar muy atento para que esta repercusión no se produzca. En todo caso, si se produce es que claramente estamos ante un oligopolio. Es uno de los problemas de los que salimos de crisis y del rescate. Hoy la concentración del sector es mucho mayor y por eso nosotros consideramos que Bankia no debe privatizarse y debe actuar como una banca pública que impida la colusión y las actitudes monopolísticas.

¿Qué planean para Sucesiones y Donaciones y Actos Jurídicos Documentados?

No hay grandes cambios, que sí estamos planeando para Sociedades y con Grandes Fortunas. En Sucesiones lo que sí que hay que permitir es que se pongan en marcha mecanismos institucionales como los pagos fraccionados que permitan no haya que enajenar un bien que ha sido heredado si no hay liquidez para pagar el impuesto.

¿Además de en Sociedades, hay algún tributo más en el que Podemos quiera eliminar deducciones?

En general, parte del problema que tiene el sistema fiscal español es que hace irrelevante el debate sobre los tipos nominales, no es lo importante, porque los tipos efectivos distan mucho de los nominales como consecuencia de las importantes deducciones, exenciones y desgravaciones, los importantes agujeros fiscales que tiene nuestro sistema que en general favorecen a grupos económicos de renta y patrimonios más altos. A nosotros lo que nos parece es que hay que hacer una revisión profunda de las diferentes figuras tributarias para evitar que estas desgravaciones se sigan acumulando y sigan siendo tan regresivas como lo son en este momento.

El caso más específico es Sociedades, con el uso que hacen las grandes empresas de las bases imponibles negativas que no tienen un plazo de cumplimiento y pueden ser utilizadas 'sine die'.

También plantean una nueva alza del salario mínimo interprofesional. ¿De cuánto?

Pensamos que la subida a los 900 euros es el primer paso que nuestro país y nuestra economía necesitaban para empezar a reducir uno de los problemas con los que salimos de la crisis: una enorme precariedad instalada en el conjunto del tejido productivo del país. No se justifica que la recuperación se esté produciendo de mano de esta enorme precariedad. La subida del SMI debe avanzar, proseguir, a lo largo de la próxima legislatura. El objetivo es el de alcanzar el 60 por del salario medio al final, que es lo que plantea la carta social europea. Esto quiere decir en torno a los 1.200 euros.

"Nuestro objetivo cuando acabe la legislatura es que el SMI esté en torno a los 1.200 euros"

Vamos hacia una desaceleración económica. ¿Qué medidas plantea Podemos para abordar sus efectos, que ya se están empezando a notar, y paliarlos?

España es una economía que cada vez que crece lo hace más que el entorno europeo. Esto ha sucedido así desde hace 50 años. Esto se debe al tipo de estructura productiva que tenemos y que crea más empleo en general que Europa, pasa en todas las fases de expansión. Por eso también está aguantando un poquito mejor la desaceleración, cuando Italia y Alemania están prácticamente paradas.

Pero nos preocupa, en efecto. Necesitamos medidas para apuntalar el crecimiento económico. ¿Cuáles? Nosotros hemos propuesto un 'New Deal' verde y morado, que desarrolle un amplio programa de inversiones que pasan fundamentalmente por la transición ecológica y por las nuevas ininfraestructuras sociales que necesitamos para garantizar la igualdad entre mujeres y hombres en el mercado de trabajo. Esto incluye estrategias de desarrollo avanzado y rápido hacia las energías renovables, de rehabilitación inmobiliaria- con 500.000 viviendas rehabilitadas al año - , y de implantación antes de 2040 de la movilidad eléctrica, lo que supondrá el final de los coches con motor de combustión. Un modelo cien por cien renovable.

Y por otro lado, la inversión morada de la que hablaba, que fundamentalmente tiene que ser el desarrollo de un sistema educativo de cero a tres años universal y gratuito y un verdadero sistema de dependencia. Estas son las inversiones que nuestro país necesita y pensamos que esto puede ayudar a sostener y apuntalar el crecimiento económico y contener la desaceleración. El debate en Estados Unidos es muy claro: los economistas discuten sobre si es más rentable emitir deuda pública o no para impulsar un programa de inversiones que frene la desaceleración. Y en España vemos claramente posible este impulso. De esta manera se garantiza mantener la creación de empleo y que esta se desplace a sectores con mayor sostenibilidad social y medioambiental.

"Si avanzamos en una consolidación fiscal drástica lo que vamos a hacer es que los recortes aceleren la desaceleración"

¿Proponen medidas para reducir la deuda pública y el déficit?

Como nos preocupa la deuda pública y Mariano Rajoy nos la ha dejado cerca del cien por cien del PIB, con el detalle de la emisión de 400 millones de euros de deuda pública durante su legislatura, también nos preocupa cómo se ha afrontado este problema. Varios organismos financieros nacionales e internacionales plantearon en su día que lo que hacía falta era consolidación fiscal. Pero a nosotros nos parece un error esto. Si avanzamos en una consolidación fiscal drástica lo que vamos a hacer es que los recortes aceleren la desaceleración.

La deuda pública ha de reducirse garantizando el crecimiento económico. Y ello exige un plan de inversiones como el que he descrito que facilite este crecimiento. Si hacemos un giro como el que hicimos en 2012, impulsando nuevos recortes en educación y en el gasto vamos a conseguir todo lo contrario: elevar el ratio de deuda pública sobre el PIB y a hacer colapsar el crecimiento económico.

Como nos preocupa esto, pensamos que aquellos ingresos que se obtengan de una reforma fiscal no han de destinarse a una reducción drástica del déficit público, que ya está por debajo del 3% y por tanto ya no estamos en zona de peligro, sino que han de destinarse a impulsar un plan de inversiones verdes y moradas.

¿Pero no acabaría provocando que España abandonara la racha de reducción de déficit? El Gobierno ha admitido que va a tener que hacer ajustes en el gasto para poder amarrar el déficit en el 2% en prórroga presupuestaria, cuando en realidad el país se está yendo al 2,3% .

Lógicamente, el déficit hay que ir reduciéndolo progresivamente, pero esta reducción tiene que ser compatible con otras prioridades económicas. A nosotros nos importa más que la temperatura del planeta se eleve dos grados que que el déficit termine medio punto por arriba o por abajo, porque es mucho más importante y mucho más prioritario. Una vez estamos por debajo del 3%, la reducción del déficit se tiene que seguir produciendo pero tiene que ser funcional con otros objetivos que son más importantes: que se mantenga la creación de empleo, que afrontemos las inversiones que necesitamos para garantizar la reducción de emisiones y que no se produzca una desaceleración. Las economías europeas han convivido con déficits por debajo del 3% durante más de 50 años. El Gobierno no nos va a encontrar de su lado si lo que piensa es impulsar nuevos recortes.

Ha hablado antes de un plan de inversiones verde. ¿Podría concretar de qué se trata?

En primer lugar, necesitamos reducir drásticamente las emisiones, desplazando la generación del mix energético a un mix cien por cien renovable. Para 2040 deberíamos tener una generación de energía totalmente renovable. Necesitamos rehabilitar 500.000 viviendas al año para mejorar sus suficiencia energética. También necesitamos repensar la movilidad, e ir hacia una de emisiones cero en la que los motores de combustión se dejen de vender y desaparezcan de nuestras carreteras para 2040 y que sean el coche eléctrico o el de hidrógeno los que faciliten la movilidad.

En todo caso, esto debe hacerse de forma bien pensada y ordenada. No puede ser que los coches que circulen por España sean todos importados. Nos preocupa que el coche que circule durante las próximas décadas en nuestro país esté producido aquí. Tenemos una industria automotriz líder mundial, y por tanto consideramos que la transición se tiene que hacer de la mano de este sector para garantizar que estos coches se sigan produciendo en España.

Para ello, hemos propuesto la creación de un Banco de Inversión para garantizar la transición energética y tecnológica. Vendría del reagrupamiento de varias administraciones con las que España ya cuenta: ICO, Enisa, CDTI... Estas instituciones deberían alumbrar un banco de inversión similar al Banco de Crédito para la Reconstrucción alemán, que durante 70 años ha permitido un trabajo muy importante para que las pymes de este país ganen talla y mejoren su productividad y su I+D.

"Si una persona utiliza una furgoneta para hacer su reparto, debe recibir las subvenciones y ayudas necesarias para poder avanzar hacia un vehículo de emisiones cero"

¿Dentro de esta estrategia estará también el alza fiscal del diésel?

Nosotros proponemos, en términos generales, una reforma fiscal integral. No creemos en medidas mágicas. Dentro de ella hay una parte que tiene que ver con la fiscalidad verde. Pero esto no es novedoso. Bruselas insiste en ello pero nosotros insistimos en que debe producirse con justicia social para garantizar que los recursos vayan a aquellas familias y a aquellos sectores que necesiten más ayudas para afrontar el proceso de transición energética. Si una persona utiliza una furgoneta para hacer su reparto, debe recibir las subvenciones y ayudas necesarias para poder avanzar hacia un vehículo de emisiones cero. No podemos dejar atrás a nadie en el proceso de transición energética.

El Partido Popular ha puesto sobre la mesa medidas para mejorar la rentabilidad de los productos financieros y de ahorro y hacerlos atractivos para la inversión, entre ellos los planes de pensiones privados. ¿Plantean ustedes algo en esta línea?

No somos partidarios de que se siga incentivando con dinero público los planes privados de pensiones. Quien quiera tener un plan privado de pensiones que se lo abra, que lo utilice … Pero que el Estado se esté gastando todos los años 3.000 millones en planes de pensiones privados es una medida chocante en un momento como el actual, que tenemos los retos que tenemos en el sistema de pensiones públicas. Y además es profundamente regresivo. Básicamente los planes de pensiones privados solo se los puede pagar una parte de la población.

Nacho Alvarez
Nacho Álvarez, secretario de Economía de Podemos. (Foto: Alberto Martín)

¿Y medidas para mejorar la apuesta por el ahorro de las familias? Las cifras al respecto en España son históricamente bajas.

A día de hoy está en cero, y esto fundamentalmente tiene que ver con la precariedad laboral. Salimos de la crisis con una situación en la que la precariedad laboral se ha extendido y se ha generalizado. La reforma de 2012 se hace entre otros motivos para acabar con la dualidad del mercado de trabajo. Y estamos en 2019 y la tasa de temporalidad sigue siendo la misma que era antes de la crisis, un 30 por ciento. La temporalidad se ha extendido a los contratos indefinidos, que ya de facto son temporales porque el 40% de los que se han firmado en el último año no han llegado al año de duración.

La devaluación salarial ha llegado para quedarse si no se adoptan medidas en la dirección contraria. Con los salarios que tenemos hoy, es imposible que las familias ahorren. Y por eso tenemos la tasa de ahorro en mínimos históricos. Y ello a pesar de que el Gobierno de Rajoy tomó medidas fiscales para incentivar el ahorro, que en la última década ha caído 10 puntos. Hay que replantear el conjunto de los incentivos que hay al ahorro en España, sin duda, pero lo primero que hay que plantear es que el aumento de la productividad se traduzca en una mejora de los salarios, que en la última década han estado desconectados.

Por eso nosotros hemos planteamos la subida del SMI y un plan de choque contra la precariedad y contra la temporalidad fraudulenta que se utiliza en nuestro país de forma generalizada.

"Hay que replantear el conjunto de los incentivos que hay al ahorro en España, sin duda"

¿No teme el efecto arrastre que puede generar la subida de las cotizaciones por el alza del SMI?

Lo que esperamos es que la subida del SMI ayude a mejorar el problema que tienen las cotizaciones. Hoy todavía no hemos recuperado el nivel de empleo de 2007. A nivel de empleo actual sería posible recaudar en la caja de la Seguridad Social todos los años 5.000 millones más si tuviéramos los salarios de antes de la crisis. Parte del problema de la Seguridad Social a día de hoy es que los salarios basura dan cotizaciones basura y, por tanto, es difícil que incluso alcanzando niveles mayores de empleo terminemos con el déficit de la Seguridad Social si no volvemos a hacer que los salarios crezcan en paralelo a la productividad.

No estoy hablando de aumentos que no pueda soportar la economía española. La crisis ha supuesto que el peso de las rentas salariales sobre PIB caiga tres puntos. Salimos de crisis con una caída de 30.000 millones para las rentas salariales. Esto es un cambio en el reparto muy importante y no tiene solo que ver con la desigualdad de la renta, sino también con la capacidad de sostener el consumo de las familias, la demanda interna y hacer nuestra economía más sostenible y menos volátil a futuras crisis.

¿Qué líneas rojas pone Podemos a un futuro pacto de gobernabilidad con el PSOE?

Nosotros estamos satisfechos del acuerdo que alcanzamos con el Partido Socialista en su momento, pero lo cierto es que las negociaciones fueron duras y hubo que empujar al Gobierno de Pedro Sánchez en una dirección en la que no se dejaba empujar fácilmente. Por eso nos sorprende también que utilicen los 'viernes sociales' con la alegría con la que los están utilizando, cuando tuvieron una posición mucho más cicatera en el pacto de presupuestos. Y además, lo hacen de una manera un tanto chapucera como ha ocurrido con el subsidio para parados mayores de 52 años, que al haberse planteado de una manera tan rápida y electoralista lo que han conseguido es que haya que pararlo por lagunas legislativas importantes.

Nosotros acudiremos a unas posibles negociaciones con un programa y unas propuestas, con voluntad de escuchar lo que tienen decir las contrapartes. Pero claramente hay una línea roja: si el Gobierno plantea, como ha indicado Nadia Calviño, hacer recortes en los próximos meses, que no cuente con nosotros. Nosotros no vamos a ir de la mano con el Gobierno en ningún recorte. Y nos parece contraproducente que se los plantee, de nuevo. Sería un error volver a la austeridad, que detendría el crecimiento económico, la creación de empleo y que incrementaría el ratio de la deuda sobe el PIB.

¿Entendemos que este rechazo también se daría en caso de medidas de consolidación fiscal?

Es que la consolidación fiscal se puede hacer por vías distintas. Nosotros pensamos que España necesita una reforma fiscal que garantice la sostenibilidad de las finanzas públicas y que garantice recursos para acometer inversiones. Pero si la consolidación fiscal pretende volver a hacer por recortes en la inversión y en el gasto, desde luego, sería un error.

"Sería un error volver a la austeridad"

La Seguridad Social tiene un déficit equivalente al 1,5% del PIB. ¿Qué medidas propone Podemos para solucionarlo?

Las reformas del PSOE de 2011 y del PP de 2013 garantizaron la sostenibilidad financiera del sistema pero a costa de destruir su sostenibilidad social. Nosotros consideramos que se tienen que garantizar ambas ramas. No se puede garantizar la sostenibilidad financiera a costa de decirle a los pensionistas que van a perder un 20 y hasta un 30 por ciento de su pensión en los próximos años. Pensamos que eso exige reconectar las pensiones con el IPC e incluir nuevos ingresos en la caja de las pensiones para es déficit. Esto quiere decir que debemos volver a tener los salarios de antes de la crisis para que, con ellos, sea posible pagar las pensiones. Hoy, si tuviéramos los salarios de antes de la crisis, estaríamos reduciendo el déficit de las pensiones en 5.000 millones. Con salarios basura solo tendremos cotizaciones basura.

Además, hace falta destopar la cotizaciones de los salarios más altos. El tope en las cotizaciones por encima de los 3.500 euros está mermando a la Seguridad Social de ingresos que podrían suponer del orden de entre 6.000 y 7.000 millones, y por tanto cerrar la práctica totalidad del déficit con el cambio en la pauta salarial. Además, en este momento, la Seguridad Social está cargando con el coste de unas bonificaciones sociales a las empresas para crear empleo que en realidad no ayudan a crear empleo. Los 3.000 millones que nos cuestan esas bonificaciones en la cuota empresarial no tienen sentido y por tanto deberían suprimirse.

¿Cree que reequilibrar cuánto se destina de las cotizaciones a desempleo y cuánto a pensiones podría solventar el problema de las arcas de la Seguridad Social?

Esto de pasar el agua de un vaso a otro no sé si es lo más apropiado. En el pico de la jubilación del 'baby boom' estaremos gastando,si actualizamos las pensiones con el IPC, unos tres puntos más del PIB en materia de pensiones. Esto es una cosa relativamente normal dentro de 30 años. Esto es lo que hoy ya están gastando Italia o Alemania y no se abre el suelo bajo sus pies. Es posible siempre y cuando seamos capaces de incorporar esos nuevos ingresos en el sistema.

"España no necesita una propuesta como la 'mochila austriaca' "

¿Cómo valoran otras fórmulas como la 'mochila austriaca' de pensiones, que el Gobierno socialista ha introducido en su agenda de reformas?

En este momento una propuesta como esta, que en su momento ya la hizo Ciudadanos, no es lo que necesita nuestro país. Se necesita una ofensiva contra la precariedad. Es menos importante la mochila austriaca que una regulación del mercado laboral en el que se generalice el contrato indefinido, y para ello será necesario retocar la negociación colectiva, que ha generado un contexto muy desequilibrado, acabando con la reforma laboral de 2012. Hay elementos de ella que han sido muy nocivos para los salarios de la mayoría social. La unilateralidad tan fuerte que tenemos en este momento por parte del empleador para fijar las condiciones salariales y las condiciones de trabajo dificultan que los crecimientos de la productividad se traduzcan en crecimientos salariales. Hay que replantear los elementos medulares.

¿No apostarán por ningún tipo de tributación especial que vaya directa para la financiación de las pensiones, como se llegó a plantear la Tobin?

En este momento, lo primero que ha de corregirse son las propias cotizaciones. Parte de las pensiones además ya se pagan con los Presupuestos Generales y, por tanto, con cargo a impuestos. Si es necesario seguir ampliando esto se hará, pero no creemos en arbitrar una figura tributaria específica para las pensiones.

¿Qué propone Podemos para abordar la infrafinanciación autonómica?

Este país necesita una reforma del sistema de financiación autonómica. Es algo que se ha venido retrasando durante los últimos meses y años. Sánchez se comprometió a empujar este asunto y no lo hizo. Nosotros somos partidarios de una reforma que garantice un suelo de derechos en la prestación de servicios públicos para todos los españoles y que garantice que la educación o la sanidad sean iguales para todos. Y esto exige a su vez un suelo que garantice ingresos. La infrafinanciación de en torno a 20.000 millones de euros ha impedido que la prestación de servicios sea igual en todo el territorio.

Este suelo de ingresos requiere que volvamos de nuevo a la reforma fiscal que he comentado antes y que debe acercarnos en materia fiscal a Europa y romper la brecha de 80.000 millones que nos separa, que recorte esta diferencia a la mitad en la próxima legislatura y que permita destinar estos recursos a la financiación del Estado del Bieneestar que descansa sobre las comunidades autónomas.

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