
El anuncio de Íñigo Errejón durante el quinto aniversario de Podemos ha sido como si se regala a un niño por su cumpleaños un par de calcetines grises: una faena. La noticia de que el miembro fundador de la formación morada será el candidato de la plataforma Más Madrid, de Manuela Carmena, para la Comunidad de Madrid amenaza con provocar una explosión de insospechadas consecuencias dentro de la izquierda madrileña.
Y es que todo apunta a que la onda expansiva de la crisis entre Errejón y Podemos afectará también al PSOE. La existencia de Más Madrid no solo puede restar apoyos a la formación liderada por Pablo Iglesias en la Comunidad sino también a los socialistas liderados por Ángel Gabilondo, que se mueve en un vector ideológico muy similar al que todo apunta que acogerá a Errejón: el progresismo moderado.
De hecho, sobre todo tras la pelea con Iglesias en Vistalegre II, la moderación de su discurso así como su apuesta por la protección de la identidad nacional de España - mientras el secretario general de Podemos pedía un referéndum de autodeterminación para Cataluña, por ejemplo - han sido algunas de las señas de identidad de Errejón, cuya figura poco a poco ha ido ganando valor para el votante socialista madrileño que, con todo, no se había decidido cambiar el signo de su voto por culpa de la 'marca' Podemos.
Más Madrid amenaza con 'arañarle' votos al PSOE de Ángel Gabilondo... aunque también se puede convertir en su mejor aliado
Con la marcha de Errejón a Más Madrid - aunque esto todavía no está claro: él sigue afirmando que es el candidato de Podemos a la Comunidad y la directiva del partido no se atreve a expulsarle por temor a que se repita el escándalo de hace unos meses con los concejales 'díscolos' de Ahora Madrid- esta situación cambia. Ahora es libre para hacer y decir lo que quiera, y sus potenciales votantes ya no tienen por qué sentirse cohibidos, lo cual puede arañar una cantidad insospechada de apoyos del PSOE. Todo ello con el auspicio de Carmena, un valor en alza, si me apuran, a escala nacional y a quien la jugada no le ha podido salir mejor puesto que gana un aliado y debilita a un Iglesias al que cada vez le tiene menos estima.
En cualquier caso, cabe no desechar la idea de que Errejón y Carmena sean potenciales aliados de los socialistas de cara al 26 de mayo -la buena relación que hay entre Gabilondo y Errejón pude ser clave en esto-, desbancando de esta función al Podemos de Ramón Espinar. Por cierto, el secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid todavía no ha dicho ni pío sobre este asunto, a pesar de que le afecta de lleno.
Queda conocer el impacto que tendrá el cisma 'errejoniano' en la estructura nacional de Podemos. Los problemas entre la dirección nacional y los representantes autonómicos no han hecho sino recrudecerse en los últimos meses, y esta puede ser la gota que colme el vaso. No en vano, la marcha de Errejón de la formación morada a otro partido -o plataforma- es equivalente a si Alfonso Guerra hubiera hecho lo mismo dejando el PSOE en los 90. En definitiva: una faena.