Los restos de Francisco Franco no pueden enterrarse de nuevo en la cripta de La Almudena porque podría convertirse en un nuevo lugar de enaltecimiento del dictador, ha defendido este martes la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que dice contar con el apoyo de el Vaticano. Desde la Santa Sede se ha lanzado en respuesta un mensaje que matiza su postura en este asunto.
En declaraciones a los medios de comunicación en los pasillos del Congreso de los Diputados, Calvo ha dado cuenta de la entrevista que mantuvo el lunes con el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, con el que acordó que Gobierno e Iglesia intentarían "encontrar una salida" para inhumar los restos de Franco cuando sea exhumado del Valle de los Caídos, salida "que obviamente no puede ser La Almudena", opción con la que cuenta la familia.
Calvo ha recordado que el Estado tiene la obligación de vigilar que el dictador no sea enaltecido en ningún punto de España, por lo que sus restos deberán inhumarse "en un lugar en condiciones de dignidad, pero en ningún lugar en los que pueda ser objeto de ningún tipo de homenaje". La vicepresidenta ha destacado que la colaboración de la Iglesia en este tema está siendo "absoluta e incuestionable" y ha incidido en que el Gobierno tiene que aplicar la Ley de Memoria Histórica, que impide que el dictador acaba en un lugar donde pueda ser enaltecido. Concretamente, Moncloa se escuda en los artículos 15 y 16 de la citada norma, así como en el preámbulo del Real Decreto de 24 de agosto.
El Vaticano matiza que la decisión no depende de él, que solo apoyó al Gobierno en la necesidad de diálogo
El portavoz del Vaticano, Greg Burke, ha precisado este martes que durante la reunión entre el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, y la vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo, Parolin "en ningún momento se pronunció sobre el lugar de la inhumación", aunque vio "oportuna" la solución de explorar otras alternativas al entierro en La Almudena a través del diálogo con la familia. "A propósito de la reunión que mantuvieron ayer el Secretario de Estado de la Santa Sede y la Vicepresidenta del Gobierno de España quiero precisar lo siguiente: el cardenal Pietro Parolin no se opone a la exhumación de Francisco Franco, si así lo han decidido las autoridades competentes, pero en ningún momento se pronunció sobre el lugar de la inhumación", señala el comunicado de Burke publicado por la Santa Sede, este martes 30 de octubre.
Además, el Vaticano puntualiza que "es cierto que la señora Carmen Calvo expresó su preocupación por la posible sepultura en la catedral de la Almudena y su deseo de explorar otras alternativas, también a través del diálogo con la familia" y que al cardenal secretario de Estado "le pareció oportuna esta solución".
"Lo que acordamos fue estar de manera conjunta tanto el Gobierno como la Iglesia Católica para encontrar una salida que obviamente no puede ser La Almudena", afirmó la vicepresidenta, en referencia a la reunión de este lunes 29 de octubre en el Vaticano.
El Arzobispado de Madrid protagoniza un 'enganchón' con Calvo por la inhumación
El Arzobispado de Madrid, sin embargo, ha asegurado hoy que no se ha producido ningún contacto con el Gobierno en la relación a la inhumación de Franco y la voluntad de la familia de enterrarlo en la cripta de la Catedral de La Almudena si sus restos son exhumados del Valle de los Caídos.
Así lo han señalado este martes 30 de noviembre fuentes de estas diócesis, al tiempo que insisten en que la exhumación y el posterior entierro de los restos del dictador es una decisión que corresponde resolver al Gobierno y a la familia, no a la Iglesia.
Sin embargo, la propia Calvo ha replicado poco después al Arzobispado que el acuerdo que ha alcanzado el Ejecutivo es con un superior suyo, "su secretario de Estado", el jefe de la diplomacia vaticana, Pietro Parolin.
A su salida de una comparecencia parlamentaria en el Congreso de los Diputados, Calvo se ha reafirmado en el anuncio que hizo horas antes a los medios de comunicación con respecto a que este lunes acordó con Parolin "trabajar conjuntamente tanto la Iglesia católica como el Gobierno para encontrar una salida a que los restos de Franco no se inhumen en La Almudena".
Calvo ha señalado seguidamente que ella no entra a "cómo ellos" -el Arzobispado de Madrid y el Vaticano- puedan organizarse internamente para desarrollar este acuerdo entre el Gobierno y la Santa Sede, pero la vicepresidenta ha sido tajante a la hora de afirmar que su interlocutor en el Vaticano comprendió que el Ejecutivo español está obligado a impedir que la figura de Franco y la dictadura que representó puedan ser enaltecidos en ningún lugar, porque eso sería "ilegal" y "el Gobierno no va a consentirlo".