El barómetro electoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) relativo a septiembre, publicado este miércoles y que da al PSOE 10 puntos de ventaja sobre PP y Ciudadanos, ha alimentado unas críticas desde la oposición que ya se empezaron a gestar cuando el Gobierno nombró presidente del centro al veterano socialista José Félix Tezanos, miembro en ese momento de la Ejecutiva socialista, órgano que dejó poco más adelante.
Más allá de las polémicas que han azotado al Gobierno en los últimos días, de las cuales sólo el inicio del 'caso Montón' pudo colarse en el estudio -elaborado entre el 1 y el 11 de septiembre-, entre algunos expertos ha sorprendido, en primer lugar, que el PSOE haya mejorado en más de medio punto su estimación de voto respecto al barómetro de julio (del 29,9% al 30,5%) cuando en otras variables el partido acusa desgaste.
La primera de ellas es la fidelidad de sus propios votantes. Mientras que en el barómetro de julio -elaborado ya bajo la lupa de Tezanos, pero con la metodología anterior- un 77,3% de votantes socialistas en las generales de 2016 repetirían por el partido, en septiembre ese porcentaje desciende a 68,6%. Una tendencia que se contrapone a la de los otros partidos. Por ejemplo, el PP, ya con Pablo Casado en el liderazgo, pasa del 50,7% al 57,5%; Ciudadanos del 67,9% al 68,7% y Unidos Podemos del 56,5% al 58%.
La segunda variable en la que el PSOE muestra desgaste es en el apartado de los indecisos. Mientras que en julio eran un 10,8% de los teóricos votantes de 2016 los que aún no sabían qué votarían, en septiembre suponen un 16,3%. Este aumento deja a los socialistas en línea con el resto de los partidos, que muestran en todos los casos más de un 15% en este particular.
La tercera 'factura' la paga el PSOE en las fugas de voto. Aunque el trasvase de votos desde Unidos Podemos pasa de un 12 a un 15,3% entre julio y septiembre, los apoyos recabados por los socialistas de votantes de Ciudadanos en 2016 pasan de un 7,5% a un 4,5% y de un 3,1% a un 1,4% con respecto al PP. A la inversa, en julio Ciudadanos le robaba al PSOE un 3,8% y ahora un 4,9%.
La explicación que ha dado el CIS al respecto, a través de un comunicado, es el peso que tiene en el estudio la simpatía de los encuestados hacia un partido u otro: "Como cualquiera puede comprobar directamente, se recoge el voto directo y se imputa como posible voto añadido lo que los propios encuestados declaran sobre el partido con el que más simpatizan". "Lógicamente, esto da lugar a que los partidos que tienen más intención de voto y más simpatías aparezcan por encima de aquellos que tienen menos intención directa de voto y menos simpatías".
Además de las dudas surgidas cotejando estas variables, también ha generado ciertas suspicacias la intención del CIS de sacar una encuesta electoral cada mes y no cada tres meses , como venía ocurriendo ininterrumpidamente desde 1996, cuando gobernaba Felipe González. Desde la oposición, PP y Ciudadanos han cargado contra esta nueva periodicidad, asegurando que confirma la intención del Ejecutivo socialista de estar en "una campaña permanente".
Tanto PP como Ciudadanos han cifrado el coste de cada encuesta en 250.000 euros, ascendiendo el montante anual a 3.000.000 de euros. Una cantidad que, aseveran ambos partidos, pagan los ciudadanos y va directa a mantener la "fiesta" del PSOE en unos sondeos que ven más que inflados y parciales.
Otro aspecto técnico de la encuesta que no ha pasado desapercibido es la ausencia de la valoración a los ministros. Esta variable, que había permanecido inalterable hasta ahora y apareció ya con los ministros de Sánchez en el barómetro de julio, se esfuma ahora, justo cuando el foco mediático señala a varios miembros del gabinete por diferentes polémicas. A la izquierda del PSOE también se ha criticado que este cambio de jefatura en el CIS no haya implicado la inclusión de una pregunta sobre la monarquía.
Tezanos se defiende
El propio Tezanos ha querido salir al paso de estas acusaciones asegurando este jueves que no tiene problema en comparecer en el Congreso -como ha exigido Ciudadanos- y explicar su metodología. De la misma manera, ha invitado a cualquier dirigente político a pasarse por el CIS y ver cómo trabajan.
El socialista también ha dicho que estas críticas responden a "la cultura de matar al mensajero" y ha justificado que la intención de hacer la encuesta electoral todos los meses tiene como objetivo la "transparencia" y "ofrecer un buen servicio público". También ha calificado como "mentira" el argumento de que hacer una encuesta todos los meses suponga un sobrecoste: "Añadir alguna pregunta a los barómetros mensuales (que siempre se han hecho) supone coste cero".
"A la exactitud se le llama cocina", se ha quejado Tezanos antes las habituales sospechas de la opinión pública en torno a una institución cuyo director lo decide el Ejecutivo. Por otro lado, respecto a las quejas por no incluir preguntas por la forma de Estado, ha zanjado que el debate de la Jefatura del Estado "no está en la agenda de los españoles".
Por último, el presidente del CIS ha puesto en valor que la muestra se haya ampliado bajo su gestión, pasando de 2.500 a casi 3.000 entrevistados de 292 municipios. Igualmente, se ha jactado de que el barómetro haya salido a las dos semanas de hacerse y no se haya esperado al comienzo del mes siguiente, como tradicionalmente ocurría: "Así se evita su envejecimiento".