Política

Podemos concluye que su debacle en Galicia y País vasco se debe a su "debilidad organizativa" y las "peleas internas"

  • La dirección 'morada' asegura que todavía "están a tiempo" de recuperarse
  • La cúpula traslada el mensaje de que el liderazgo de Iglesias no corre peligro
Pablo Iglesias. Foto: Efe

El Consejo de Coordinación Estatal de Podemos ha determinado, en su primer análisis de la "derrota sin paliativos" que sufrieron en las elecciones gallegas y vascas del domingo, que los malos resultados se deben a "la debilidad organizativa en los territorios debido a las peleas internas de la etapa anterior", según informan fuentes del partido morado.

En cuanto a las soluciones, la Ejecutiva considera que los cambios en el modelo organizativo que ya se aprobaron en la Tercera Asamblea Ciudadana Estatal de mayo -en la que Iglesias fue reelegido con amplia mayoría, pero con una de las participaciones más bajas de la historia de Podemos- son la clave para afrontar este problema. Asimismo, defienden que todavía "están a tiempo" de recuperarse.

El vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, decidió posponer hasta este viernes la habitual reunión de los lunes de su Ejecutiva, con el objetivo de no realizar análisis en caliente de la debacle, y esperar a tener una primera valoración de los territorios afectados.

Finalmente, los máximos dirigentes de Podemos se han reunido este viernes, cinco días después de la debacle, y junto a los candidatos del partido en Galicia y País Vasco, Antón Gómez-Reino y Miren Gorrotxategi, han determinado que las peleas internas que se han producido en eso territorios en los últimos años son la causa de su descalabro electoral, ya que les han impedido construir una organización fuerte.

El partido se encomienda al nuevo documento organizativo aprobado en la Asamblea Ciudadana de mayo 

Ante esta problemática, las fuentes consultadas señalan "la necesidad de poner en marcha cuanto antes lo aprobado en la Asamblea Ciudadana para poner el partido en dirección al próximo ciclo electoral". Estamos a tiempo de recuperarnos sobre los resultados actuales", añaden.

Los resultados fueron un duro golpe para el partido. Galicia en Común-Anova-EU perdió la representación en el Parlamento gallego, del que era segunda fuerza hasta el domingo, mientras que la coalición Elkarrekin Podemos-IU, redujo casi a la mitad su presencia en la cámara vasca, manteniendo solo seis de los 11 escaños con los que contaba.

Desde la noche del 12 de julio, la dirección del partido morado ha estado sumida en un silencio casi absoluto, solo 'roto' por el tuit que Iglesias publicó tras confirmarse los resultados y por las escuetas declaraciones esta semana de la portavoz de la Ejecutiva, Isabel Serra, y de la secretaria de Coordinación ejecutiva, Ione Belarra. Ni siquiera se celebró el lunes la habitual reunión semanal del Consejo de Coordinación porque, según fuentes de Podemos, Iglesias prefería esperar a que se produjeran primero las reuniones de las direcciones en Galicia y País Vasco antes de analizar los resultados en la cúpula estatal.

No se cuestiona el liderazgo de Iglesias

Más allá de las disputas internas autodiagnosticadas, no parece que el liderazgo de Iglesias esté en peligro. Al menos esa idea es la que trasladó la portavoz Serra el lunes al ser preguntada por la carga de responsabilidad de la dirección en el batacazo. La cúpula de Podemos descarta que los malos resultados pongan en cuestión a Iglesias como líder y recuerda que todos fueron "revalidados" en la Tercera Asamblea Ciudadana que celebró Podemos en mayo. 

Si bien la dirección del partido no se ha pronunciado, si lo han hecho algunos dirigentes y exdirigentes críticos con la dirección, como el exsecretario general de Podemos en Aragón, Nacho Escartín -ahora miembro de la dirección autonómica-, o ex miembros destacados del partido morado como el exsecretario general en Madrid Ramón Espinar, o el exnúmero dos y ahora líder de Más País, Íñigo Errejón. Todos ellos coinciden en señalar como posibles factores del descalabro el excesivo centralismo del que, a su juicio, peca Podemos, la persecución al que opina diferente y a la crítica interna, o el abandono, a su parecer, de la apuesta por la plurinacionalidad.

Posiblemente el más duro en sus críticas fue Espinar, al culpar directamente a la dirección estatal de los resultados por haber convertido el partido "en un solar sin nadie que les moleste", con su "sectarismo" y su "endogamia"; por hacer una campaña "teledirigida desde Madrid", con una "agresividad indiscriminada" hacia los medios de comunicación; y por basar esa campaña en los pactos de gobierno, que sólo transmiten que "no hay proyecto más allá del reparto de poder".

Las palabras de Errejón, aunque menos ásperas, sonaron igual de críticas. Según escribió en Twitter, el Podemos que crearon en 2014 "ya no existe". "Existe una cosa que se llama UP y que tiene los resultados de siempre de IU. Hoy hay que pensar más allá de una cosa que se llama distinto y que ha vuelto al lugar y la representatividad de IU".

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky