Cataluña entrará desde la medianoche del jueves al viernes en la "fase de reanudación" presentada por el president de la Generalitat, Quim Torra, durante una comparecencia en la que ha dado por zanjado el estado de alarma instaurado por el Gobierno y que no concluye hasta el próximo domingo. En el mismo sentido se moverá el Gobierno de Cantabria que también hoy ha anunciado un boletín extraordinario que regulará su nueva normalidad desde mañana.
Esta "fase de reanudación" sustituye a la fase 3 en la que toda la región se encuentra desde que ayer Sanidad autorizara el pase a Barcelona y Lleida y es la primera acción del Govern catalán tras "recuperar las competencias".
Torra, junto a la consellera de Salud, Alba Vergés, y el de Interior, Miquel Buch, ha explicado que este decreto regulará las medidas que se aplicarán a partir de ahora en Cataluña, una norma propia para sustituir a la presentada por el Gobierno central para la nueva normalidad y que se extenderá hasta que haya vacuna o tratamiento efectivo contra el covid-19.
A falta de que se conozcan todos los detalles del plan del Gobierno de Cataluña, lo que es inamovible es la obligatoriedad de llevar mascarilla en los espacios públicos siempre que no se pueda mantener la distancia mínima de seguridad de metro y medio y los criterios de higiene personal aplicados hasta la fecha.
En concreto, Torra ha señalado que Cataluña dejará de tener limitaciones de aforo a partir del 25 de junio y que hasta entonces habrá limitaciones de aforo de 50% en locales cerrados y del 75% en espacios abiertos.
Torra ha anunciado que con este decreto se levantan las restricciones de movilidad en todo el territorio catalán y "quedan sin efecto las medidas de la declaración del estado de alarma" que según la orden del Ministerio de Presidencia del 5 de junio está vigente hasta las 00:00 horas del 21 de junio.
El president ha aprovechado el anuncio para pedir prudencia y así evitar aplicar otro "confinamiento estricto" y ha asegurado que no le "temblará la mano para tomar las decisiones que sean necesarias para velar por la salud de los ciudadanos".
El plan de Cantabria
Por su parte, el Gobierno de Cantabria publicará este jueves en un boletín extraordinario el decreto del presidente, Miguel Angel Revilla, que levanta el estado de alarma en la comunidad autónoma y permite la movilidad con el País Vasco, y la orden de la Consejería de Sanidad con las medidas sanitarias y de aforo que regirán en la llamada "nueva normalidad". Ambos entrarán en vigor esta medianoche.
Según ha adelantado el vicepresidente y portavoz del Gobierno, Pablo Zuloaga, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, el aforo máximo en bares, establecimientos de hostelería, comercios y bibliotecas será a partir de ahora del 75% en todos los municipios de Cantabria -sin distinción por población- y en discotecas, pub y locales de ocio nocturno, de un tercio.
La orden hace alusión expresa a la prohibición de celebrar fiestas, verbenas y romerías hasta el 8 de julio, y a partir de ahí, los ayuntamientos tendrán que adaptarse a las normas genéricas de la "nueva normalidad", que establece por ejemplo en el caso de los conciertos y espectáculos al aire libre un máximo de mil personas, sentadas, y siempre que se respete el 75% de aforo y la distancia de seguridad en la entrada y salida.
También el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha firmado el decreto de levantamiento de la fase 3 de desescalada y del estado de alarma en País Vasco, de forma que la Comunidad Autónoma Vasca entrará en la nueva normalidad esta medianoche, después de "casi cien días de excepcionalidad".
El portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, ha indicado que se trata de un marco regulador "nuevo y propio", que permite al Ejecutivo vasco establecer las medidas de control de la epidemia de acuerdo con la realidad sanitaria, social y económica de Euskadi, concebido, por tanto, específicamente para la Comunidad Autómoma Vasca.
Entre las medidas también destaca la supresión del límite de aforo en el caso de los establecimientos y servicios de hostelería, restauración, txokos y sociedades gastronómicas, siempre que se asegure la distancia de 1,5 metros entre las mesas. Además, se permite el acceso al interior y el servicio en barra, con distancia física de 1,5 metros. Tampoco lo habrá en los establecimientos y locales comerciales o centros comerciales salvo en los espacios comunes, que será de un máximo del 60% de la capacidad.