El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha decidido este lunes seguir el paso marcado por el lehendakari vasco, Íñigo Urukullu, y adelantar las elecciones gallegas, previstas para inicios de otoño, al 5 de abril. Se sigue así la tradición que ha hecho que los comicios vascos y gallegos se hayan celebrado el mismo día en 2009, 2012 y 2016. País Vasco y Galicia evitan así que sus elecciones coincidan con las catalanas.
Antes de anunciar Urkullu el adelanto esta mañana, el dirigente del PNV ha comunicado a Feijóo su decisión. El presidente gallego ha convocado entonces de urgencia a su gobierno para comunicarle a primera hora de la tarde el cambio de fecha. Al haber aprovechado el mandatario vasco las últimas horas para poder convocar justo las elecciones ese domingo, festividad de Ramos, Feijóo ha tenido que darse prisa porque sólo tenía hasta este martes para publicar el decreto de convocatoria en el Diario Oficial de Galicia.
En rueda de prensa para trasladar su decisión, Feijóo ha defendido que este adelanto se basa en su deseo de "seguir ofreciendo estabilidad al conjunto de España" ante un escenario en el que "iban a coincidir tres procesos electorales". "En 2020 tenía que haber elecciones en Galicia sí o sí, y queremos reducir al máximo el período electoral para preservar esa estabilidad".
"La disyuntiva era o 54 días de campaña o seis meses", ha justificado Feijóo, que ha remarcado que adelantar las elecciones y hacerlas coincidir con las vascas es síntoma de "coherencia". Entrando en cuestiones más prosaicas, aunque se da por hecha su candidatura, al ser preguntado por si repetirá como cabeza de lista del PP, Feijóo ha dejado la decisión a la dirección regional del partido, que se reunirá en breve.
Inquirido por si el intrincado escenario catalán ha podido influir en la decisión de Urkullu, Feijóo ha preferido no 'mojarse' y se ha limitado a confirmar contactos con el lehendakari. El presidente vasco tampoco ha querido explicitar que el adelanto pasa por evitar coincidir con las complejas elecciones catalanas que Quim Torra prometió convocar a partir de primavera, parece que este motivo ha sido determinante para el cambio de fecha, haciendo que Feijóo siga el mismo camino. Ambas comunidades, con sus pulsiones nacionalistas en mayor o menor medida, evitan que las catalanas marquen en demasía su escenario electoral.
Dudas en el horizonte electoral
Tanto en el caso de Galicia como del País Vasco está por ver cómo se presenta finalmente el PP después de que Ciudadanos haya puesto sobre la mesa ir en listas conjuntas. Ambos partidos tienen 10 días de plazo para ponerse de acuerdo. Si en el País Vasco este ofrecimiento ha servido para que Génova haya 'congelado' hasta este mismo lunes la confirmación de Alfonso Alonso -antiguo 'sorayista'- como candidato, en Galicia el PP es consciente de su fuerte implantación territorial y se muestra reacio a ir con la formación 'naranja', que no cuenta con representación parlamentaria en la región.
En el caso de Galicia, Feijóo, de confirmar finalmente su candidatura, tiene ante sí el reto de lograr una cuarta mayoría absoluta consecutiva que las encuestas dejan en el aire por escaso margen. Enfrente tendrá un PSdeG-PSOE que espera coger algo de aire con la izquierda en el Ejecutivo central y que intentará concitar el apoyo de las Mareas, de Podemos y de los nacionalistas del BNG para hacer frente común ante un PP que suma 11 años seguidos en la Xunta.
En su comparecencia ante los medios por la mañana, el lehendakari ha justificado que el adelanto de los comicios permitirá tener un gobierno activo para el verano. Urkullu también ha lamentado que ya se haya instalado "el clima electoral" y por eso ha justificado que su decisión ahorra al País Vasco "ocho meses de campaña". Un argumento similar al esgrimido horas después por Feijóo.
El dirigente del PNV ha reivindicado que con este paso la iniciativa legislativa, que podría verse parada por el clima electoral, puede ganar "hasta seis meses". Con esa explicación Urkullu ha argumentado el hecho de que adelante elecciones cuando acaba de sacar adelante los presupuestos de la comunidad con el apoyo de sus socios de gobierno del PSE y con Podemos.