
El PSOE ha decidido llevar a la arena electoral los impuestos controlados por las comunidades autónomas. El candidato socialista, Pedro Sánchez, confirmó este jueves su intención de homogeneizar los tributos que a día de hoy controlan las regiones para que no puedan competir en este terreno entre ellas, haciendo referencia particular al impuesto de Sucesiones. Y Sánchez tiene en al cabeza un objetivo en particular: la Comunidad de Madrid, bajo el mando del Partido Popular, a la que acusó de hacer 'dumping' con este tributo.
El presidente del Gobierno en funciones anunció sus intenciones este miércoles en una entrevista en Antena 3. Sánchez opinó que con sus medidas desfiscalizadoras -en las que la dirigente popular Isabel Díaz Ayuso tiene intención de profundizar-, Madrid abre un "agujero" e influye en la despoblación de otros territorios. Señaló que la región tiene la fiscalidad que tiene -más baja que otras- porque puede permitírselo por el "efecto capitalidad" y el hecho de que en ella se instalen las principales corporaciones.
Gracias a todo esto, Madrid se puede "permitir el lujo" de suprimir el impuesto de Sucesiones o el de Donaciones, y eso "beneficia sobre todo, a los grandes patrimonios" pero "no a la clase media y trabajadora de este país".
El socialista opinó que este modelo fiscal tiene "una repercusión muy negativa" sobre otros territorios, porque los grandes patrimonios se trasladan a Madrid provocando que otras zonas dejen de ser "fuente de oportunidad".
Por eso, y porque considera que el "principal desafío" que hay que afrontar es la despoblación, Sánchez insistió: "Tendremos que armonizar y acabar con los dumpings fiscales".
Cabe recordar que no es la primera vez que voces socialistas son críticas con la gestión tributaria de Madrid. Recientemente, la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, argumentó que "paradójicamente las comunidades con mas ingresos, y el caso de Madrid es obvio por ser la sede fiscal de las gran parte de las empresas, pueden bajar los tributos, frente a otras comunidades que no tienen esta capacidad de ingresos y que se ven obligadas a bajarlos en una espiral a costa de mermar las arcas públicas y de poner en cuestión los servicios que se prestan a los ciudadanos".
A estos argumentos se ha sumado en más de una ocasión Ximo Puig, el barón socialista que preside Comunidad Valenciana: "Madrid es un paraíso fiscal" que hace dumping a las demás comunidades", dijo hace escasos días.
Díaz Ayuso no ha tardado en responder a Sánchez: tachó de "extrema gravedad" sus acusaciones. "Resulta que la comunidad autónoma que mejor funciona de España es la enemiga de todas las demás. Con esas declaraciones ha pretendido el presidente echar a unas autonomías en contra de otras, enemistar al resto de comunidades autónomas con la de Madrid".
Lo cierto es que en los planes socialistas -y también en los de Unidas Podemos o Más País- se encuentra, a diferencia de las propuestas de PP, Ciudadanos o Vox, mantener tanto Sucesiones como Donaciones o Patrimonio, así como homogeneizarlos para que sean una herramienta que sirva para aumentar la tributación de las de las clases altas de España.
Ni rastro en el programa
Con todo, esta propuesta no aparece en el programa electoral que los socialistas dieron a conocer este miércoles. En él solo se anuncia una reforma fiscal destinada a conseguir mayor progresividad y justicia fiscal y se menciona que impactará sobre la "escasa tributación de las grandes corporaciones, así como del sector financiero y de las grandes empresas tecnológicas" y en la "insuficiente e ineficaz fiscalidad medioambiental".
En cualquier caso, estas palabras aluden directamente a las ideas iniciales socialistas de poner un tipo mínimo de Sociedades para grandes empresas, activar las tasas Google y Tobin y, seguramente, igualar la fiscalidad del diésel con la de la gasolina. Por otro lado, el programa sí que recoge el compromiso de que, durante el primer año de mandato socialista, se deroguen los aspectos más lesivos de reforma laboral, aunque no se detalla cuáles serán.