El magistrado de la Sala II del Tribunal Supremo Pablo Llarena, instructor de la causa del procés, ha dictado este lunes un auto, tras notificarse la sentencia, en el que emite orden europea e internacional de detención y entrega del expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont por los delitos de sedición y malversación de caudales públicos, acordando su búsqueda e ingreso en prisión. El juez instructor de la causa ha considerado plenamente justificada la petición en tal sentido que ha sido cursada por escrito por la Fiscalía. Lo mismo ocurrirá con los otros seis fugados (Toni Comín, Clara Ponsatí, Meritxell Serret, Lluís Puig y Marta Rovira). En Directo | Sentencia del Supremo a los líderes del procés.
El auto recuerda que si la sola imputación fue propiciatoria de la huida de algunos de los presuntos responsables y justificaría por sí misma la orden de detención europea, las condenas pronunciadas contra los encausados no evadidos propicia el riesgo de que a partir de ahora los prófugos busquen reforzar su huida refugiándose en países que no formen parte de la Unión Europea y, por tanto, que no hayan asumido el compromiso de cooperación que rige en la Unión.
En ese sentido, Llarena destaca que en la UE rige el principio de confianza en el funcionamiento de los Jueces y Tribunales de otros países -principio libremente asumido por los Estados miembros-, y se cuenta con un procedimiento judicial simplificado y transfronterizo que facilita la entrega de los presuntos delincuentes que se establezcan en el territorio de un Estado miembro distinto de aquel en el que cometieron el delito, o distinto de aquel al que acuden a perpetrar sus acciones delictivas.
El auto señala que la Sala Segunda del Tribunal Supremo ha dictado hoy la sentencia que pone término al proceso respecto de los acusados enjuiciados, y proclama la naturaleza delictiva de los hechos objeto de acusación, así como que el comportamiento que suscitaba las discrepancias de subsunción en los tipos penales de rebelión, sedición o desobediencia (en la tesis alternativa de las defensas), son constitutivos de un delito de sedición previsto y penado en los artículos 544 y 545 del Código Penal.
Según expone el juez, la sentencia parte de los hechos que el auto de procesamiento imputaba a todos los procesados, lo que se refuerza con una significativa cercanía entre la aportación concreta atribuida al condenado Oriol Junqueras y el procesado en rebeldía Carles Puigdemont, de lo que puede concluirse -más allá de lo que resulte en su día del juicio oral que llegue a celebrarse- que los indicios racionales de criminalidad que apuntaba la instrucción y que se reflejaron en el Auto de Procesamiento, no sólo persisten, sino que cuentan hoy con una sentencia que opera como elemento de refuerzo respecto del pronóstico de responsabilidad del fugado.
El juez explica además que la subsunción de los hechos en delito de sedición según la sentencia tiene una indudable incidencia respecto del pronóstico de responsabilidad atribuible a los fugados, por lo que acuerda también comunicar a la Mesa del Parlamento autonómico de Cataluña que los procesados y miembros de dicho Parlamento Puigdemont y Comín no les resulta ya aplicable la suspensión del artículo 384 Bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que se refiere a procesados por delito de rebelión.
Varios batacazos con la euroorden
Después, le tocará al magistrado instructor -alejado de la causa desde hace meses- determinar cuándo y cómo mueve ficha. Su experiencia con las euroórdenes no ha sido como él esperaba. Tras varios batacazos que pusieron en duda la colaboración y el compromiso de países vecinos, Llarena acabó por retirar todas las órdenes europeas de detención y esperar a ver cómo avanzaba el juicio contra los otros acusados.
La mayor decepción vino de Alemania, cuando el tribunal regional de Schleswig-Holstein rechazó entregar a Puigdemont por rebelión y solo admitió por malversación, una línea roja para Llarena, que lo rechazó de plano.
Tampoco tuvo éxito en Bélgica, que rechazó las euroórdenes contra varios exconsellers por un error de forma que el juez español nunca compartió. A la Justicia escocesa y a la suiza no les dio tiempo siquiera a pronunciarse.
Fue la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela quien cursó las primeras órdenes de detención contra los fugados, y lo hizo ante las sospechas de delito. Llarena fue el segundo; él ya vio indicios razonables. Y ahora, según precisan las fuentes consultadas, la sentencia da aún más elementos de solidez para volver a intentarlo.
Sigue siendo una incógnita cómo acogerán estas eventuales peticiones Bélgica, Escocia y Suiza, donde además de Rovira está la exdiputada de la CUP Anna Gabriel, procesada por desobediencia y a quien Llarena nunca reclamó internacionalmente.
Reacción de Puigdemont
En una comparecencia desde Bruselas horas después de conocerse la sentenca y la euroorden de Llarena, Puigdemont ha condenado la decisión del Supremo porque confirma la "estrategia" del Estado de la vía de la represión y vulnera los derechos políticos de más de dos millones de personas, ha dicho en una rueda de prensa en la que también ha criticado el silencio de Europa.
Puigdemont ha pedido "tomar buena nota" y denunciar al mundo "tanta vergüenza". Además, ha avanzado que se abre un nuevo tiempo en el que el ejercicio de derechos y libertades "será gravemente restringido", especulando sobre el futuro uso de los delitos de sedición y rebelión.
El expresidente, huido en Bruselas, ha pedido no resignarse ante la sentencia y actuar sin violencia y de manera democrática. "Nada les espanta más que la realidad, tienen miedo a nuestra respuesta en las urnas".
"Apelo a independentistas y no independentistas de Cataluña que por encima de todo digamos 'basta'", ha pedido Puigdemont, poniendo como ejemplo el discurso del Rey del 3 de octubre de 2017 o "cuando la Policía agredió a un pueblo que salió a votar".
Al poco de acabar su comparecencia, la Fiscalía belga ha informado de que ha recibido la euroorden contra el expresidente catalán. La documentación está destinada a la Fiscalía de Bruselas, la misma que llevó su caso en 2017 y 2018, y no a la Fiscalía Federal. Puigdemont huyo a Bélgica hace casi dos años.
El expresident colaborará
Puigdemont colaborará con la Justicia belga y no se esconderá si es convocado cuando las autoridades del país reciban la euroorden emitida por el Supremo, según indicó su abogado en Bélgica, Paul Bekaert.
El letrado explicó en declaraciones a la prensa en Bruselas que la Fiscalía belga aún no le ha confirmado que haya recibido la orden europea de detención emitida por el juez Pablo Llarena, un texto de 57 páginas en el que pide la entrega de Puigdemont a España por los delitos de sedición y malversación.
"Hablaremos con el fiscal y mi cliente, si es convocado a ir ante el juez, no se esconderá. Colaborará con la Justicia belga. Confía en la Justicia belga, esa es la razón por la que está en Bruselas", afirmó Bekaert.
El abogado, que no quiso anticipar cuando les comunicaría la Fiscalía la llegada de la euroorden, respondió a la prensa tras la comparecencia sin preguntas del expresidente de la Generalitat en la capital belga para reaccionar a la sentencia del Supremo que condena a prisión a los líderes del procés.